Sin conocerte
Poema publicado el 17 de Noviembre de 2009
Allí estas...
Como una gaviota luminosa posada frente al mar,
bajo el encanto de las alondras imponentes como tu,
que hacen temblar de celos al mar.
Y aquí estoy yo,
Sr. imponente venido de los espacios siderales,
de las lunas estrelladas y los soles amanecidos,
bajo el entorno de los duendes mágicos del destino,
en ese mar imponente que tu representas,
en el cual a cada segundo descubro en ti,
todo la majestuosidad del amor,
que se refleja en tu rostro iluminado,
por la luz del soy la belleza de la luna.
Allí estas...
Y aquí estoy yo...
Que sin conocerte te siento y sin verte te veo.
Te veo tan clara como el agua transparente del mar,
con su color esmeralda en las noches de luna,
que cela a las arenas,
y calma a los peces multicolores
Allí estas ...
Y aquí estoy yo...
Que sin conocerte te siento, y sin verte te veo.
Aunque hoy al conocer tu voz,
te veo mas que nunca,
revoloteando en el interior de mi ser,
porque presiento que el destino,
vuela en nuestro interior,
infinito de uno y dos,
que solo desean,
las cosas claras y sencillas,
sin artilugios,
sin historias pasadas,
sino presentes,
que significan el amor.
dulce niña mujer.
24-07-09
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 17 de Noviembre de 2009
Allí estas...
Como una gaviota luminosa posada frente al mar,
bajo el encanto de las alondras imponentes como tu,
que hacen temblar de celos al mar.
Y aquí estoy yo,
Sr. imponente venido de los espacios siderales,
de las lunas estrelladas y los soles amanecidos,
bajo el entorno de los duendes mágicos del destino,
en ese mar imponente que tu representas,
en el cual a cada segundo descubro en ti,
todo la majestuosidad del amor,
que se refleja en tu rostro iluminado,
por la luz del soy la belleza de la luna.
Allí estas...
Y aquí estoy yo...
Que sin conocerte te siento y sin verte te veo.
Te veo tan clara como el agua transparente del mar,
con su color esmeralda en las noches de luna,
que cela a las arenas,
y calma a los peces multicolores
Allí estas ...
Y aquí estoy yo...
Que sin conocerte te siento, y sin verte te veo.
Aunque hoy al conocer tu voz,
te veo mas que nunca,
revoloteando en el interior de mi ser,
porque presiento que el destino,
vuela en nuestro interior,
infinito de uno y dos,
que solo desean,
las cosas claras y sencillas,
sin artilugios,
sin historias pasadas,
sino presentes,
que significan el amor.
dulce niña mujer.
24-07-09
Reservados todos los derechos Santiago Oreggia©
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
