Quiero.
Poema publicado el 13 de Octubre de 2016
Quiero. Sí. Quiero.
Quiero ser la llama de tu hogar.
El músculo que bombea la sangre a tu corazón.
La sal de tus lágrimas.
El lugar donde se refugia tu alma.
Tu playa y tu desierto.
Quiero ver tus ojos, aunque estés muy lejos.
Ser la piel que rodea tu cuerpo.
Quiero ser tu pensamiento.
Quiero ser tu primer recuerdo y tu gran sueño.
Tu refugio y tu aliento.
Quiero ser el aire que te acaricia. Tu primera imagen del día.
Quiero sentir tu mano en la mía.
Tu cabeza en mi pecho.
Fundirme en el cielo.
Tocar tu pelo.
Quiero mirar tus labios cuando hablan, aunque no se escuchen las palabras.
Quiero ser la manta que te abriga cuando tiemblas. Ser tu guarida. Ser tu trinchera. La que te excita, la que te anima. A la que siempre esperas.
Quiero mirarte mientras duermes. Acariciar tu cara. Recrearme en cada uno de tus poros. Recorrer tus hendiduras. Aventurarme en tus recodos.
Quiero sentirme chiquitita entre tus brazos. Quedarme acurrucada con tiempo ilimitado, sin fecha de caducidad ni calendario. Cerrar los ojos y fluir, fundirnos, evadirnos.
Volar, juntos, volar.
Quiero que me remuevas por dentro. Que me excites. Que me alteres. Que me revoluciones.
Quiero ser tu grito y tu silencio, tu dolor y tu alegría, tu bastón y tus alas, tu certeza y tu fantasia.
Todo eso, y mucho más, es lo que quiero.
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Poema publicado el 13 de Octubre de 2016
Quiero. Sí. Quiero.
Quiero ser la llama de tu hogar.
El músculo que bombea la sangre a tu corazón.
La sal de tus lágrimas.
El lugar donde se refugia tu alma.
Tu playa y tu desierto.
Quiero ver tus ojos, aunque estés muy lejos.
Ser la piel que rodea tu cuerpo.
Quiero ser tu pensamiento.
Quiero ser tu primer recuerdo y tu gran sueño.
Tu refugio y tu aliento.
Quiero ser el aire que te acaricia. Tu primera imagen del día.
Quiero sentir tu mano en la mía.
Tu cabeza en mi pecho.
Fundirme en el cielo.
Tocar tu pelo.
Quiero mirar tus labios cuando hablan, aunque no se escuchen las palabras.
Quiero ser la manta que te abriga cuando tiemblas. Ser tu guarida. Ser tu trinchera. La que te excita, la que te anima. A la que siempre esperas.
Quiero mirarte mientras duermes. Acariciar tu cara. Recrearme en cada uno de tus poros. Recorrer tus hendiduras. Aventurarme en tus recodos.
Quiero sentirme chiquitita entre tus brazos. Quedarme acurrucada con tiempo ilimitado, sin fecha de caducidad ni calendario. Cerrar los ojos y fluir, fundirnos, evadirnos.
Volar, juntos, volar.
Quiero que me remuevas por dentro. Que me excites. Que me alteres. Que me revoluciones.
Quiero ser tu grito y tu silencio, tu dolor y tu alegría, tu bastón y tus alas, tu certeza y tu fantasia.
Todo eso, y mucho más, es lo que quiero.
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