Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
He soñado contigo
sin saber que soñaba...
En la gran chimenea
crepitaban las llamas,
la tarde se morÃa
detrás de la ventana.
Te he visto en mis ensueños
como un blanco fantasma,
alto junco ceñido
al aire de mi alma.
Te he visto ennoblecido
por estrellas lejanas,
turbado por la fiebre
de mi propia nostalgia.
Sobre la alfombra, quieta,
te sueño arrodillada.
Te sueño como a un PrÃncipe
de los cuentos de Hadas,
como a un vikingo rubio
con escudo de plata.
¡Qué bien quererte mucho
hasta quedar exhausta!
¡Qué bien sentirme siempre,
--¡Dios mÃo!-- enamorada!
Me da miedo el vacÃo
que me queda en el alma,
el frÃo que me hiela
cuando el hechizo pasa.
Yo quiero amarte mucho,
con un amor sin pausa,
con un amor sin término,
como los dioses aman,
como los astros, como
las bestias y las plantas.
Siento celos del leño
que acaricia la llama...
¡Igual me abrasarÃa
si tu me acariciaras!
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