La cuidad y sus árboles
Poema publicado el 20 de Julio de 2011
La cuidad y sus árboles
Caminar silente como una multitud despedazada y cabizbaja
ver el silencio posarse sobre la cuidad y sus arboles
sus hojas tejidas ceñirse como un alfombra sobre el suelo
su silbido morir sobre el asfalto dormido
como una fría niebla bajada de la montaña
como una alfombra de espanto
como un manto oscuro cerrando puertas de tiempo en tiempo
como el galope del reloj que jamás se duerme
ya no es la serenata obligada el aullido de los perros
y el canto de los gallos
y la lluvia quebrando los techos de zinc
las extenuadas mariposas tendiendo sus alas sobre las amapolas
envistiendo el breve trotar del silencio
la agobiante labor del escarabajo con su círculo de estiércol
el olfato de la muchedumbre frotando sus quejidos y sonrisas
y sus gemidos se fueron como una marcha tímida
un enjambre humano arrastrando penas en medio del tumulto
navegando en sus lágrimas
sin tener nada de que alardear
los sueños han cabalgado sobre estas afiladas partituras
y el murmullo de la palabra resbalando sobre el lodo milenario
contando su propio cuento de diminutos dibujos sin sonrisas
Complicando la fonética y el recuerdo
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Poema publicado el 20 de Julio de 2011
La cuidad y sus árboles
Caminar silente como una multitud despedazada y cabizbaja
ver el silencio posarse sobre la cuidad y sus arboles
sus hojas tejidas ceñirse como un alfombra sobre el suelo
su silbido morir sobre el asfalto dormido
como una fría niebla bajada de la montaña
como una alfombra de espanto
como un manto oscuro cerrando puertas de tiempo en tiempo
como el galope del reloj que jamás se duerme
ya no es la serenata obligada el aullido de los perros
y el canto de los gallos
y la lluvia quebrando los techos de zinc
las extenuadas mariposas tendiendo sus alas sobre las amapolas
envistiendo el breve trotar del silencio
la agobiante labor del escarabajo con su círculo de estiércol
el olfato de la muchedumbre frotando sus quejidos y sonrisas
y sus gemidos se fueron como una marcha tímida
un enjambre humano arrastrando penas en medio del tumulto
navegando en sus lágrimas
sin tener nada de que alardear
los sueños han cabalgado sobre estas afiladas partituras
y el murmullo de la palabra resbalando sobre el lodo milenario
contando su propio cuento de diminutos dibujos sin sonrisas
Complicando la fonética y el recuerdo
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