A mireya (1)
Poema publicado el 03 de Octubre de 2016
Desde este rincón de paz estremecida
mientras envidio la calma del jazmín,
cruza un susurro la bóveda marina
y tiemblo... al pensar que fui feliz.
Cuando ansiaba tu mirar sobre mis versos
de puro gozo henchido, de mansedad febril.
Cuando del parque a cada paso, a cada beso
sembraba el aire de dádivas sin fin.
Cuando una palabra tuya, ¡ay Mireya!
lo era todo, era el no morir...
(Ni el lento arrastrar de la guadaña
hizo mella en ese niño
que moría por y en ti)
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Poema publicado el 03 de Octubre de 2016
Desde este rincón de paz estremecida
mientras envidio la calma del jazmín,
cruza un susurro la bóveda marina
y tiemblo... al pensar que fui feliz.
Cuando ansiaba tu mirar sobre mis versos
de puro gozo henchido, de mansedad febril.
Cuando del parque a cada paso, a cada beso
sembraba el aire de dádivas sin fin.
Cuando una palabra tuya, ¡ay Mireya!
lo era todo, era el no morir...
(Ni el lento arrastrar de la guadaña
hizo mella en ese niño
que moría por y en ti)
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