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Oda a la vida monacal - Poemas de Xavier Malo Aucejo



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Oda a la vida monacal
Poema publicado el 03 de Octubre de 2016

¡Larga vida -exclamé- al celibato,
por siempre firmes se alcen los cenobios,
favor de los Dioses al cartujo
postrado en su viejo locutorio!

Esa ha de ser mi vida, alejado
de esponsales y amoríos irrisorios,
dado a columbrar la existencia
del que llaman el Todopoderoso.

Maitines y cilicios pagarían
los placeres inmanentes y gravosos
a la férrea disciplina cenobita,
¡vendrían junto a mí los Dioses todos!

Euterpe, con su mágica presencia
seguiría trayéndome los tonos
del dialecto que atendió a los ruiseñores
y resuena vagamente en mis logros.

Oraré al compás de libaciones
las noches llenas, en mi dormitorio;
romperá el silencio una risa
que espantes los hermanos y los lobos.

Allá en el Monasterio de Piedra
ajará el cierzo mi rostro,
¡páramos severos de Aragón,
sería clava la vida con vosotros!

Sempringham, Cluny, St. Denis,...
magnificencia del Cristo riguroso,
palacios del amor que nunca muere,
fortalezas de resuellos tenebrosos.

¡Mi bendición de vate, sin duda,
a los anacoretas de antaño otorgo:
callados y pacientes y abnegados,
sumisos y longevos, y ruinosos!

Lo mío... es un leve monasterio
en las entrañas de una selva, escabroso,
labrando quesos de mil aromas
para los buenos amigos, yo solo.

Lo mío... es un pequeño huerto,
Hesperia de cerezos y algarrobos,
y una celda minúscula, epicúrea.
Bajo el colchón, obscenas fotos...

Vendrá un gran poeta a visitarme
precedido de acordes laudatorios,
en nombre del dios de los delfines
a aliviar con sus presentes mis responsos.

Recordaré, aún tiernos, los momentos
de mi vida seglar, y los demonios
mundanos que persiguen los mortales;
dijo Sartre: "el infierno son los otros".

La memoria estará llena de salmos,
veré un Príapo yermo y gotoso,
¡oh exilio draconiano, en donde enjuague
mi corazón de brumas y cerrojos!

¡Vida monacal! ¡De allí al cielo!
Pediré por los infieles y los rojos,
ante el altar de Jove dominante,
¡relicario espectral, turbio devoto!

Tranquilos reposarán mis pasos
sin el tormento del camino ignoto,
fumando del opio de los frailes,
mascando mis quesos primorosos.


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