La colina del tiempo
Poema publicado el 22 de Enero de 2012
L A C O L I N A D E L T I E M P O
Como monarca en su trono de piedra,
el ermitaño se muestra receloso al mundo.
El paso de todas las guerras
lleva sobre sus hombros, rostro y sienes:
blancura que da la honestidad.
Siempre entre sueños de un futuro incierto,
forjó su mundo con vivencias,
marro y cincel de esperanza.
Cree que un día la vida cambiará;
lleva su verdad en el puño;
aunque lo ven y lo tildan de necio
habla y estremece la conciencia.
Turbulencias del destino trizaron su camino,
hoy habita en la niñez perenne;
y en su pedestal ve la negrura del mundo como falla natural.
Seguirá viviendo en los conos
del pensamiento muerto.
Su enseñanza se perderá en la colina del tiempo.
DIER.
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Poema publicado el 22 de Enero de 2012
L A C O L I N A D E L T I E M P O
Como monarca en su trono de piedra,
el ermitaño se muestra receloso al mundo.
El paso de todas las guerras
lleva sobre sus hombros, rostro y sienes:
blancura que da la honestidad.
Siempre entre sueños de un futuro incierto,
forjó su mundo con vivencias,
marro y cincel de esperanza.
Cree que un día la vida cambiará;
lleva su verdad en el puño;
aunque lo ven y lo tildan de necio
habla y estremece la conciencia.
Turbulencias del destino trizaron su camino,
hoy habita en la niñez perenne;
y en su pedestal ve la negrura del mundo como falla natural.
Seguirá viviendo en los conos
del pensamiento muerto.
Su enseñanza se perderá en la colina del tiempo.
DIER.
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