Universo
Poema publicado el 08 de Mayo de 2014
A Dios le he preguntado
y no me contestó.
A Cristo le conversé,
pero no me encontro.
A Ti Espírito Santo,
de Ti quisiera saber,
que o quien mismo eres,
si eres El inmenso Universo,
u otro de esos Seres,
que nunca logramos saber.
Mi corazón grita en silencio,
en una soledad tan inmensa,
en la que nunca encuentro,
ninguna piedad humana,
ninguna sapiencia.
Le busqué a mi padre,
hace cuarenta años que ya murió,
para de él saber que hacer,
más nunca me contesta,
ni nada me dejo saber.
La pensé a mi madre,
que también hace tiempo se me murió,
no sé donde ella se halla,
ni sé si quisiera ella darme aquel consejo,
un ayuda en mi diario vivir,
será que ella me querrá,
o prefiera de mi rehuir.
No quiero ya esperar,
a que me muestran el camino,
los días de mañana,
en un futuro lejano,
quiero saber ahora,
en este mismo instante,
si alguno hay a quien le importo,
que me dé de su tiempo un instante.
Que deje saber que aquí se encuentra,
aquí a mi lado por mi preocupado,
muéstrame tu presencia,
déjame saber,
como te llamas Tú,
quien eres,
que debo hacer.
Quisiera preguntar,
a muchas gentes,
eres tu dichoso,
tienes dicha en tu pecho,
es tu mundo feliz.
Seguramente me dirán,
que la felicidad desconocen,
pero siguen adelante,
sumidos en su enojo.
Luchan con denuedo,
contra vientos y mareas,
pero tienen el consuelo,
de estar entre iguales,
entre los de su propio generó,
entre su propia mala gente,
cosas de su ayer.
Ni aun una familia,
solo a mi mismo,
a dioses que nunca sé de ellos,
que hacen promesas que no sirven.
Sea quien Tú eres,
déjame de Ti saber,
si en verdad me amas,
que a mi me perteneces,
y Tú interior es como mi ser.
Déjame conocerte,
saber de ti y conversar,
ven para mirar al sol,
contentarnos con soñar.
Tendrías que ser una niña,
porque mi corazón se muere por amar,
por dar tiernos abraso,
besos de amor,
miradas sin hablar.
Dormir contigo abrasados,
volar, reír y cantar,
bailar célticas danzas,
ojalá sea rojo tu cabello,
como a mi me suele gustar.
Ya no quiero vivir vida de muerto,
quiero expresar mi corazón,
en trabajos, logros y hechos,
basados en buena razón.
Muchos maestros me han enseñado,
dolorosos caminos del ayer,
conocimientos que envuelven,
vuelven sabios el saber.
Me he probado en conversaciones,
frente a tribunales de un Dios,
aceptando mi castigo,
de todo terrible error.
Me expuesto a pagar,
cada culpa de cada lugar,
con miedo y denuedo,
porque sabia que así debía actuar.
Ahora le grito al Universo,
en silencio con portentosa voz,
ya que los dioses no están presentes,
donde los necesito encontrar.
No los encuentro,
ni los entiendo,
tan distantes y ocupados están,
Tú Universo sabio eterno,
escucha mi clamor,
déjame saber que a mi lado estas.
Que somos uno solo,
como aquel poema Sufí,
de verdad y clamor,
déjame saber de Ti .
Déjame saber en este instante,
que a mi lado tu estas,
que me estas escuchando,
dé una soñada señal,
un milagro,
un hecho que conforta mi ser,
mi corazón,
mi pensar.
No sé que pedirte,
enrolla el Maya a mi alrededor,
la ilusión temporal,
déjame saber el rostro de Dios.
Envíeme una niña,
una que me ame
tanto así,
que ni ella pueda existir sin verme,
ni yo sin ella vivir.
Procúrame riquezas,
suertes sin parar,
realidades de mis sueños,
llamamientos para concretar.
Viajar todos los tiempos,
crear el Templo del Saber,
erigir la Estatua de Umiña,
la Escuela de Bellas Artes,
la Escuela del Saber.
El Dogo de los Logros,
la Fundación del Ayer,
la Barca Navegable,
sobre todo Sanación,
para dolor ajeno alejar.
No deje Universo,
que pasa un solo instante,
sin yo saber de ti,
de Tú presencia,
de estar unido junto a mí,
de Yo saber de Ti
En este instante Universo,
déjame saber,
que a mi lado aquí estas,
a encontrar el camino sagrado,
aquel que debo caminar.
En este momento Universo,
déjame de ti saber,
envíeme mensajes,
señales muchas y claras,
milagros maravillosos,
en verdad necesito Tu Luz tener.
André
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Poema publicado el 08 de Mayo de 2014
A Dios le he preguntado
y no me contestó.
A Cristo le conversé,
pero no me encontro.
A Ti Espírito Santo,
de Ti quisiera saber,
que o quien mismo eres,
si eres El inmenso Universo,
u otro de esos Seres,
que nunca logramos saber.
Mi corazón grita en silencio,
en una soledad tan inmensa,
en la que nunca encuentro,
ninguna piedad humana,
ninguna sapiencia.
Le busqué a mi padre,
hace cuarenta años que ya murió,
para de él saber que hacer,
más nunca me contesta,
ni nada me dejo saber.
La pensé a mi madre,
que también hace tiempo se me murió,
no sé donde ella se halla,
ni sé si quisiera ella darme aquel consejo,
un ayuda en mi diario vivir,
será que ella me querrá,
o prefiera de mi rehuir.
No quiero ya esperar,
a que me muestran el camino,
los días de mañana,
en un futuro lejano,
quiero saber ahora,
en este mismo instante,
si alguno hay a quien le importo,
que me dé de su tiempo un instante.
Que deje saber que aquí se encuentra,
aquí a mi lado por mi preocupado,
muéstrame tu presencia,
déjame saber,
como te llamas Tú,
quien eres,
que debo hacer.
Quisiera preguntar,
a muchas gentes,
eres tu dichoso,
tienes dicha en tu pecho,
es tu mundo feliz.
Seguramente me dirán,
que la felicidad desconocen,
pero siguen adelante,
sumidos en su enojo.
Luchan con denuedo,
contra vientos y mareas,
pero tienen el consuelo,
de estar entre iguales,
entre los de su propio generó,
entre su propia mala gente,
cosas de su ayer.
Ni aun una familia,
solo a mi mismo,
a dioses que nunca sé de ellos,
que hacen promesas que no sirven.
Sea quien Tú eres,
déjame de Ti saber,
si en verdad me amas,
que a mi me perteneces,
y Tú interior es como mi ser.
Déjame conocerte,
saber de ti y conversar,
ven para mirar al sol,
contentarnos con soñar.
Tendrías que ser una niña,
porque mi corazón se muere por amar,
por dar tiernos abraso,
besos de amor,
miradas sin hablar.
Dormir contigo abrasados,
volar, reír y cantar,
bailar célticas danzas,
ojalá sea rojo tu cabello,
como a mi me suele gustar.
Ya no quiero vivir vida de muerto,
quiero expresar mi corazón,
en trabajos, logros y hechos,
basados en buena razón.
Muchos maestros me han enseñado,
dolorosos caminos del ayer,
conocimientos que envuelven,
vuelven sabios el saber.
Me he probado en conversaciones,
frente a tribunales de un Dios,
aceptando mi castigo,
de todo terrible error.
Me expuesto a pagar,
cada culpa de cada lugar,
con miedo y denuedo,
porque sabia que así debía actuar.
Ahora le grito al Universo,
en silencio con portentosa voz,
ya que los dioses no están presentes,
donde los necesito encontrar.
No los encuentro,
ni los entiendo,
tan distantes y ocupados están,
Tú Universo sabio eterno,
escucha mi clamor,
déjame saber que a mi lado estas.
Que somos uno solo,
como aquel poema Sufí,
de verdad y clamor,
déjame saber de Ti .
Déjame saber en este instante,
que a mi lado tu estas,
que me estas escuchando,
dé una soñada señal,
un milagro,
un hecho que conforta mi ser,
mi corazón,
mi pensar.
No sé que pedirte,
enrolla el Maya a mi alrededor,
la ilusión temporal,
déjame saber el rostro de Dios.
Envíeme una niña,
una que me ame
tanto así,
que ni ella pueda existir sin verme,
ni yo sin ella vivir.
Procúrame riquezas,
suertes sin parar,
realidades de mis sueños,
llamamientos para concretar.
Viajar todos los tiempos,
crear el Templo del Saber,
erigir la Estatua de Umiña,
la Escuela de Bellas Artes,
la Escuela del Saber.
El Dogo de los Logros,
la Fundación del Ayer,
la Barca Navegable,
sobre todo Sanación,
para dolor ajeno alejar.
No deje Universo,
que pasa un solo instante,
sin yo saber de ti,
de Tú presencia,
de estar unido junto a mí,
de Yo saber de Ti
En este instante Universo,
déjame saber,
que a mi lado aquí estas,
a encontrar el camino sagrado,
aquel que debo caminar.
En este momento Universo,
déjame de ti saber,
envíeme mensajes,
señales muchas y claras,
milagros maravillosos,
en verdad necesito Tu Luz tener.
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