Escúchame señor...
Poema publicado el 23 de Abril de 2011
Escúchame señor, inclina tu oído,
no desampares a este tu siervo,
todas tus saetas fueron contra mi,
quita pues tu enojo que desfallezco,
tus alabanzas fueron perfeccionadas
por la boca de los niños pequeños
y de los que aún maman de los pechos,
halle fuerzas entre mis temores,
y encontré fortaleza en mi debilidad,
no temeré y estaré confiado,
desde el vientre de mi madre
tu eres mi dios y señor, jesurún,
el hades tragara vivos a mis enemigos,
esperare en ti, para librar mi alma,
en el día de la angustia estaré presente,
mi alma se conmovió delante de tu rostro,
cubrirás tu mi dios mis faltas,
para que este delante de mi señor,
que tu mi dios mandaste para salvación,
tu santo monte Sión volverás a ver
como con la gloria de tiempos pasados,
y Jerusalén la ciudad del gran rey
sera puesta sobre todas las naciones,
fuiste señor como refugio,
entre tus alas cubriste mi falta,
todas las riquezas del mundo,
fueron recogidas como se recogen huevos,
mi señor dijo a mi señor:
" Siéntate a mi diestra hasta que
tus enemigos sean estrado de tus pies"
tu glorias es de generación en generación
tus sacerdotes serán de entre Israel
y los extraños de tierras de otro sol
servirán también a nuestro señor,
fuimos llevados a otra tierra,
y por cuatro mil años fuimos sus siervos,
en otros cielos fuimos cautivos,
y de los extraños no tuvimos parientes,
acuérdate de tu pueblo señor,
haznos regresar a nuestra tierra,
y nuestros ojos vean a Sión,
y tu santa ciudad en el norte,
pisen nuestros pies y entren,
por la ciudad deshabitada
por muchas generaciones.
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Poema publicado el 23 de Abril de 2011
Escúchame señor, inclina tu oído,
no desampares a este tu siervo,
todas tus saetas fueron contra mi,
quita pues tu enojo que desfallezco,
tus alabanzas fueron perfeccionadas
por la boca de los niños pequeños
y de los que aún maman de los pechos,
halle fuerzas entre mis temores,
y encontré fortaleza en mi debilidad,
no temeré y estaré confiado,
desde el vientre de mi madre
tu eres mi dios y señor, jesurún,
el hades tragara vivos a mis enemigos,
esperare en ti, para librar mi alma,
en el día de la angustia estaré presente,
mi alma se conmovió delante de tu rostro,
cubrirás tu mi dios mis faltas,
para que este delante de mi señor,
que tu mi dios mandaste para salvación,
tu santo monte Sión volverás a ver
como con la gloria de tiempos pasados,
y Jerusalén la ciudad del gran rey
sera puesta sobre todas las naciones,
fuiste señor como refugio,
entre tus alas cubriste mi falta,
todas las riquezas del mundo,
fueron recogidas como se recogen huevos,
mi señor dijo a mi señor:
" Siéntate a mi diestra hasta que
tus enemigos sean estrado de tus pies"
tu glorias es de generación en generación
tus sacerdotes serán de entre Israel
y los extraños de tierras de otro sol
servirán también a nuestro señor,
fuimos llevados a otra tierra,
y por cuatro mil años fuimos sus siervos,
en otros cielos fuimos cautivos,
y de los extraños no tuvimos parientes,
acuérdate de tu pueblo señor,
haznos regresar a nuestra tierra,
y nuestros ojos vean a Sión,
y tu santa ciudad en el norte,
pisen nuestros pies y entren,
por la ciudad deshabitada
por muchas generaciones.
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