Amores callados
Poema publicado el 03 de Noviembre de 2012
Que bello cuando te conocí
recuerdo nuestras miradas
cómplices de algo deseado
pero nuestro silencio
enmudecía el amor
ese deseo de abrazarnos
de besarnos asta el amanecer
se nos quedaba dentro.
callados en la noche
y abrazados a la almohada
sintiendo el fuego
como de a poco nos devora
rompemos en un suspiro
¡Hay, el amor!
ese tiempo de silencio
me hizo pensar tanto en ti.
como amigos, me dices que te marchas
me despido con un beso
casi rozando tu boca
pero mi corazón se acelera
miedo a no volver a verte
rompo a llorar dentro de mi
pero no quiero que te des cuenta
te amo y no puedo decírtelo.
tu amor, pertenece a otro
imposible entrar
y encima, rompe a llover
¡mejor, así mis lágrimas
no se notaran!
pero un buen día, ¡una llamada!
me estremezco, el pulso se me acelera
no doy crédito, eres tu
me miras, y tras un largo silencio
me das la mano y entre susurros
me dices que me amas
que siempre me amaste
que sin mi, no podías vivir.
¿ Que? te respondí, casi sin palabras
no podía creer lo que escuchaba
yo muriendo en soledad
para que no te enteraras
y tu, guardando lo que yo
tanto y tanto deseaba.
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Poema publicado el 03 de Noviembre de 2012
Que bello cuando te conocí
recuerdo nuestras miradas
cómplices de algo deseado
pero nuestro silencio
enmudecía el amor
ese deseo de abrazarnos
de besarnos asta el amanecer
se nos quedaba dentro.
callados en la noche
y abrazados a la almohada
sintiendo el fuego
como de a poco nos devora
rompemos en un suspiro
¡Hay, el amor!
ese tiempo de silencio
me hizo pensar tanto en ti.
como amigos, me dices que te marchas
me despido con un beso
casi rozando tu boca
pero mi corazón se acelera
miedo a no volver a verte
rompo a llorar dentro de mi
pero no quiero que te des cuenta
te amo y no puedo decírtelo.
tu amor, pertenece a otro
imposible entrar
y encima, rompe a llover
¡mejor, así mis lágrimas
no se notaran!
pero un buen día, ¡una llamada!
me estremezco, el pulso se me acelera
no doy crédito, eres tu
me miras, y tras un largo silencio
me das la mano y entre susurros
me dices que me amas
que siempre me amaste
que sin mi, no podías vivir.
¿ Que? te respondí, casi sin palabras
no podía creer lo que escuchaba
yo muriendo en soledad
para que no te enteraras
y tu, guardando lo que yo
tanto y tanto deseaba.
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