La niña.
Poema publicado el 20 de Octubre de 2013
Al darme cuenta el tiempo no corría
Dibujaban sus ojos insomnes
Las curvaturas de unas lágrimas sin forma definida
Desfilaban por las escurridas mejillas de ese rostro pálido,
Unos labios cóncavos se oprimían uno contra otro
Hasta que el color de su duraznica piel se tornaba rojiza.
Un vapor circulaba por el frígido cuerpo cansado
de los mismos movimientos de vaivén que el eran proporcionados,
enmarcando el cúmulo de sentimientos que ella abrigaba.
Aunque no fue esta su primera vez,
Estaba segura que seria la ultima.
Asqueada de sus pensamientos
Espero el momento del clímax y desprendiendo su cuerpo
De aquella masa amorfa que infería aquel otro,
Alcanzo a medio dar unos pasos
Que la dirigían a la soledad de una alcoba,
Aunque ya lo estaba
Tan acompañada
Y tan sola....
Al introducirse en aquel santuario que le permitía sanar sus heridas
Limpiaba sus culpas dejando correr por toda su piel
aquel manantial de dudas que le eran arrancadas una a una
como costras de su pecho y corazón.
Al fin quedo libre....
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Poema publicado el 20 de Octubre de 2013
Al darme cuenta el tiempo no corría
Dibujaban sus ojos insomnes
Las curvaturas de unas lágrimas sin forma definida
Desfilaban por las escurridas mejillas de ese rostro pálido,
Unos labios cóncavos se oprimían uno contra otro
Hasta que el color de su duraznica piel se tornaba rojiza.
Un vapor circulaba por el frígido cuerpo cansado
de los mismos movimientos de vaivén que el eran proporcionados,
enmarcando el cúmulo de sentimientos que ella abrigaba.
Aunque no fue esta su primera vez,
Estaba segura que seria la ultima.
Asqueada de sus pensamientos
Espero el momento del clímax y desprendiendo su cuerpo
De aquella masa amorfa que infería aquel otro,
Alcanzo a medio dar unos pasos
Que la dirigían a la soledad de una alcoba,
Aunque ya lo estaba
Tan acompañada
Y tan sola....
Al introducirse en aquel santuario que le permitía sanar sus heridas
Limpiaba sus culpas dejando correr por toda su piel
aquel manantial de dudas que le eran arrancadas una a una
como costras de su pecho y corazón.
Al fin quedo libre....
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