Rastros de tu nombre.
Poema publicado el 20 de Octubre de 2013
Rastros de tu nombre aparecen en mi mente como imágenes
evocan la presencia inexistentes de tus recuerdos.
Tu foto corroe mi alma ...
desenterrando recuerdos...
que simplemente escapan a tu presencia.
Recorro los rincones de pasillos poblados de gente,
como hormigueros en verano u hojas en el suelo en pleno otoño.
Y la verdad, nada...
La nada se apodera de la esencia del aire, del aroma de las rosas y egoístamente se apodera hasta de los rayos del sol.
Muchos murmullos escucho en mi andar, algunos son para mí,
y otros simplemente no.
Muchos besos y ninguno que me importe.
Quizás sea absurdo, pero estoy tan sola.
Absurdo...
Absurdo pensar, absurdos recuerdos, absurda nostalgia,
Y absurda sin ti...
Absurda sin nada y absurda con todo.
La gente me habla, pero no escucho más que susurros que molestan y enturbian mis pensamientos.
Me fastidian voces que reconozco,
pero me da igual...
¿Y el perfume, el aroma ?
El aroma de tu cuerpo retozando y coqueteando sin cesar con mi nariz en cualquier rincón de la urbe.
Solo eres tu, la presencia sublime de una fragancia,
reposa en el aire...
fluye con el,
por los mares brumosos del deseo de encontrarte.
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Poema publicado el 20 de Octubre de 2013
Rastros de tu nombre aparecen en mi mente como imágenes
evocan la presencia inexistentes de tus recuerdos.
Tu foto corroe mi alma ...
desenterrando recuerdos...
que simplemente escapan a tu presencia.
Recorro los rincones de pasillos poblados de gente,
como hormigueros en verano u hojas en el suelo en pleno otoño.
Y la verdad, nada...
La nada se apodera de la esencia del aire, del aroma de las rosas y egoístamente se apodera hasta de los rayos del sol.
Muchos murmullos escucho en mi andar, algunos son para mí,
y otros simplemente no.
Muchos besos y ninguno que me importe.
Quizás sea absurdo, pero estoy tan sola.
Absurdo...
Absurdo pensar, absurdos recuerdos, absurda nostalgia,
Y absurda sin ti...
Absurda sin nada y absurda con todo.
La gente me habla, pero no escucho más que susurros que molestan y enturbian mis pensamientos.
Me fastidian voces que reconozco,
pero me da igual...
¿Y el perfume, el aroma ?
El aroma de tu cuerpo retozando y coqueteando sin cesar con mi nariz en cualquier rincón de la urbe.
Solo eres tu, la presencia sublime de una fragancia,
reposa en el aire...
fluye con el,
por los mares brumosos del deseo de encontrarte.
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