A d. fco. quevedo y villegas, de un proselito.
Poema publicado el 13 de Agosto de 2012
Se atusó el bigote con aire quedo.
Miró por sus lentes al respetable.
Se acicaló el sombrero inseparable
y pronunció su defensa sin miedo:
-"Sepan, vuesas mercedes, que no puedo
ni quiero mudarme, sin ser culpable"-
-"¿Cómo harán para que mi pluma no hable,
si obedece al punto a mi diestro dedo?"-
Reflejóse en su vista el desafío
que por vez segunda había lanzado.
De nuevo, se atusó el bigote espeso,
al tiempo que su diestra buscó el frío
acero que portara al cincho atado
y con paso firme, se marchó ileso.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 13 de Agosto de 2012
Se atusó el bigote con aire quedo.
Miró por sus lentes al respetable.
Se acicaló el sombrero inseparable
y pronunció su defensa sin miedo:
-"Sepan, vuesas mercedes, que no puedo
ni quiero mudarme, sin ser culpable"-
-"¿Cómo harán para que mi pluma no hable,
si obedece al punto a mi diestro dedo?"-
Reflejóse en su vista el desafío
que por vez segunda había lanzado.
De nuevo, se atusó el bigote espeso,
al tiempo que su diestra buscó el frío
acero que portara al cincho atado
y con paso firme, se marchó ileso.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.