Popurri lv
Poema publicado el 31 de Agosto de 2012
Solo estoy, porque ya nada me queda
sino el rumor tenue de este lamento
que, alimentado por el sufrimiento,
grita de dolor "¡Sálvese quien pueda!"
Búscame, corazón, en tu pensamiento
y apareceré a tu lado al momento.
Yo es lo que suelo hacer cada día
cuando echo de menos tu compañía.
Un día cualquiera, como cualquier
otro día, será, sin duda, mujer,
cuando los dos nos dejemos de ver.
Y ese día no será otro cualquiera,
porque ése será ¡dios no lo quiera!
sin duda, el día en que yo me muera.
Detrás de ti nada queda
y tras esa nada, yo.
Y detrás de mí la huella
de lo que fue nuestro amor.
Solo sé que, con encono,
mi agotado cuerpo quiere
entregarse al abandono.
¿Y si, a causa de ello, muere?
¡Usadlo, pues, como abono
para esta tierra baldía,
donde a nacer vino un día
éste que ahora yo le dono!
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Poema publicado el 31 de Agosto de 2012
Solo estoy, porque ya nada me queda
sino el rumor tenue de este lamento
que, alimentado por el sufrimiento,
grita de dolor "¡Sálvese quien pueda!"
Búscame, corazón, en tu pensamiento
y apareceré a tu lado al momento.
Yo es lo que suelo hacer cada día
cuando echo de menos tu compañía.
Un día cualquiera, como cualquier
otro día, será, sin duda, mujer,
cuando los dos nos dejemos de ver.
Y ese día no será otro cualquiera,
porque ése será ¡dios no lo quiera!
sin duda, el día en que yo me muera.
Detrás de ti nada queda
y tras esa nada, yo.
Y detrás de mí la huella
de lo que fue nuestro amor.
Solo sé que, con encono,
mi agotado cuerpo quiere
entregarse al abandono.
¿Y si, a causa de ello, muere?
¡Usadlo, pues, como abono
para esta tierra baldía,
donde a nacer vino un día
éste que ahora yo le dono!
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