Popurri v
Poema publicado el 03 de Septiembre de 2012
¡Ansia, no corras tan rápido,
que a seguirte no puedo,
pues mi corazón se viene
ahogando entre suspiros y jadeos!
Batió sus níveas alas
y de mí se alejó.
¿De quién diablos hablas?
¡Os hablo del Amor!
¡Yo no quiero vivir eternamente
sino no morir, que es muy diferente!
No todo lo que parece evidente,
lo es. Aunque es evidente que lo parece.
Lo que ocurre es que a la gente
no hay quién la saque de sus trece.
Entre tú y yo nada puede haber
por una sencilla razón de peso:
¡todavía sigo estando preso
del amor de otra mujer!
Pongo mi vida en manos del Destino
y que Él decida
a partir de hoy el camino
por donde habrá de transitar mi vida.
Respirar me resta vida
y el no hacerlo, me la quita.
¡Maldita sea mi suerte!
¿Es que no hay forma de burlar la Muerte?
A veces me asusto al verme
dándole la espalda a mi vida,
pero al poner mis ojos en los tuyos
el susto se me pasa enseguida.
Por fin sé cuál es mi mal y lo asumo.
Y solo de asumirlo me consumo.
Por eso he tomado esta decisión:
¡Hacer de estas paredes mi prisión!
¡Niégame la Inmortalidad
e incluso la Vida, si quieres,
pero mira que si esto tú haces,
muriendo yo también tú mueres!
Si quieres levantar una firme civilización,
apóyala en una buena educación.
Solo de la especie humana depende
que el mundo tome un cariz mejor
del que tenemos actualmente
lleno de muerte, miseria y horror
para transformarlo de forma urgente
en uno de Vida, de Paz y de Amor.
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Poema publicado el 03 de Septiembre de 2012
¡Ansia, no corras tan rápido,
que a seguirte no puedo,
pues mi corazón se viene
ahogando entre suspiros y jadeos!
Batió sus níveas alas
y de mí se alejó.
¿De quién diablos hablas?
¡Os hablo del Amor!
¡Yo no quiero vivir eternamente
sino no morir, que es muy diferente!
No todo lo que parece evidente,
lo es. Aunque es evidente que lo parece.
Lo que ocurre es que a la gente
no hay quién la saque de sus trece.
Entre tú y yo nada puede haber
por una sencilla razón de peso:
¡todavía sigo estando preso
del amor de otra mujer!
Pongo mi vida en manos del Destino
y que Él decida
a partir de hoy el camino
por donde habrá de transitar mi vida.
Respirar me resta vida
y el no hacerlo, me la quita.
¡Maldita sea mi suerte!
¿Es que no hay forma de burlar la Muerte?
A veces me asusto al verme
dándole la espalda a mi vida,
pero al poner mis ojos en los tuyos
el susto se me pasa enseguida.
Por fin sé cuál es mi mal y lo asumo.
Y solo de asumirlo me consumo.
Por eso he tomado esta decisión:
¡Hacer de estas paredes mi prisión!
¡Niégame la Inmortalidad
e incluso la Vida, si quieres,
pero mira que si esto tú haces,
muriendo yo también tú mueres!
Si quieres levantar una firme civilización,
apóyala en una buena educación.
Solo de la especie humana depende
que el mundo tome un cariz mejor
del que tenemos actualmente
lleno de muerte, miseria y horror
para transformarlo de forma urgente
en uno de Vida, de Paz y de Amor.
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