Nostalgia
Poema publicado el 04 de Octubre de 2012
Cuando veo
en mis recuerdos
a ese niño
que por inocencia
no temía,
con sus rodillas sucias,
de árboles y pasto,
su pelo,
enmarañado,
con los ojos ávidos
de presentes
e inmediatos futuros
que cada día despertaba,
siempre curioso
con el corazón
ya antes de levantarse
desbocado,
cuando me veo
en el pasado,
se me escapa
una sonrisa
que nace calida
en el recuerdo amado
vuelvo a
esos momentos,
de tiempos eternos
donde todo era posible
donde cada día
era una vida
para descubrir
al mundo,
y la risa era la música
que marcaba el paso
cuando rememoro
esos años,
que hoy extraño
porque anhelo volver
a sentir la impertinente
cristalina libélula,
que en su errático vuelo
encontraba para mi,
siempre el destino
de lo deseado
cuando cierro los ojos,
puedo volver a sentir
el nuevo olor de la lluvia,
sobre la tierra seca,
de la clorofila disuelta
en el tanque australiano,
y ver siempre con asombro
la increíble filigrana
de las telarañas
cubiertas de rocío,
colgando en la partitura
del alambrado
En el subjetivo
testimonio
de mi memoria,
esos momentos,
vuelven a mi;
con la pureza del
tibio amor que
se ha marchado,
dejándome solo
la agridulce sensación
de perdida, de un
tesoro olvidado
cuando mi pasado
vuelve a mi,
regresa iluminado
con la luz calida del fogón,
y el olor del jabón
blanco secándose
al sol en el verano ,
mientras correteaba
entre el colgadero
de sabanas y la cocina,
de la vieja casa
cuando mis recuerdos
me toman por sorpresa
me quedo mirando
fantasmas en mi mente,
recreaciones de otros tiempos,
que aceleran mi pulso,
por mas que se
que todo eso ha terminado,
por ser conciente
que mi aflicción,
solo habita en el pasado.
La añoranza,
producto inmediato
de viejos recuerdos
de gratos momentos,
jóvenes tiempos
que forman mi historia,
dejando grabado
muy profundo en mi alma,
un melancólico beso
llamado nostalgia
Creado 01/10/2012
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Poema publicado el 04 de Octubre de 2012
Cuando veo
en mis recuerdos
a ese niño
que por inocencia
no temía,
con sus rodillas sucias,
de árboles y pasto,
su pelo,
enmarañado,
con los ojos ávidos
de presentes
e inmediatos futuros
que cada día despertaba,
siempre curioso
con el corazón
ya antes de levantarse
desbocado,
cuando me veo
en el pasado,
se me escapa
una sonrisa
que nace calida
en el recuerdo amado
vuelvo a
esos momentos,
de tiempos eternos
donde todo era posible
donde cada día
era una vida
para descubrir
al mundo,
y la risa era la música
que marcaba el paso
cuando rememoro
esos años,
que hoy extraño
porque anhelo volver
a sentir la impertinente
cristalina libélula,
que en su errático vuelo
encontraba para mi,
siempre el destino
de lo deseado
cuando cierro los ojos,
puedo volver a sentir
el nuevo olor de la lluvia,
sobre la tierra seca,
de la clorofila disuelta
en el tanque australiano,
y ver siempre con asombro
la increíble filigrana
de las telarañas
cubiertas de rocío,
colgando en la partitura
del alambrado
En el subjetivo
testimonio
de mi memoria,
esos momentos,
vuelven a mi;
con la pureza del
tibio amor que
se ha marchado,
dejándome solo
la agridulce sensación
de perdida, de un
tesoro olvidado
cuando mi pasado
vuelve a mi,
regresa iluminado
con la luz calida del fogón,
y el olor del jabón
blanco secándose
al sol en el verano ,
mientras correteaba
entre el colgadero
de sabanas y la cocina,
de la vieja casa
cuando mis recuerdos
me toman por sorpresa
me quedo mirando
fantasmas en mi mente,
recreaciones de otros tiempos,
que aceleran mi pulso,
por mas que se
que todo eso ha terminado,
por ser conciente
que mi aflicción,
solo habita en el pasado.
La añoranza,
producto inmediato
de viejos recuerdos
de gratos momentos,
jóvenes tiempos
que forman mi historia,
dejando grabado
muy profundo en mi alma,
un melancólico beso
llamado nostalgia
Creado 01/10/2012
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