En sus venas de algodon derramo mi conciencia
Poema publicado el 23 de Octubre de 2010
me levanto para escribir una palabra
una palabra que no tiene cuerpo es solo una palabra
pero la leo en los epígrafes de las distancias que inauguran los barcos en cada despedida
una palabra que tiene nombre de mujer
y se sostiene de mi pecho como la luz a una lámpara
una palabra que es solo una palabra y que me habita desde siempre
en las astillas de los siglos que bajan por su cuello
en las generaciones que silban en las bocas de mi sangre
y que yo escribo en los tatuajes de esta noche
cuando todos los niños duermen en los pezones salados de sus madres
cuando todos los vagabundos abandonan los hospitales tatuados como nubes heridas en sus brazos
cuando los asaltantes preparan los escarabajos de sus cuchillos
que relucen bajo la luz metálica de la luna
cuando los computadores nos saludan con un lirio
cuando los zapatos de los pobres recobran la memoria
cuando todos los notarios se suicidan de alegría
yo escribo estas palabras
y en su congregación de flores respiro
en sus venas de algodón derramo mi conciencia
mi sangre única mis ríos de tinta
mis brazos lacerados por promesas.
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Poema publicado el 23 de Octubre de 2010
me levanto para escribir una palabra
una palabra que no tiene cuerpo es solo una palabra
pero la leo en los epígrafes de las distancias que inauguran los barcos en cada despedida
una palabra que tiene nombre de mujer
y se sostiene de mi pecho como la luz a una lámpara
una palabra que es solo una palabra y que me habita desde siempre
en las astillas de los siglos que bajan por su cuello
en las generaciones que silban en las bocas de mi sangre
y que yo escribo en los tatuajes de esta noche
cuando todos los niños duermen en los pezones salados de sus madres
cuando todos los vagabundos abandonan los hospitales tatuados como nubes heridas en sus brazos
cuando los asaltantes preparan los escarabajos de sus cuchillos
que relucen bajo la luz metálica de la luna
cuando los computadores nos saludan con un lirio
cuando los zapatos de los pobres recobran la memoria
cuando todos los notarios se suicidan de alegría
yo escribo estas palabras
y en su congregación de flores respiro
en sus venas de algodón derramo mi conciencia
mi sangre única mis ríos de tinta
mis brazos lacerados por promesas.
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