Monologo: la muerte
Poema publicado el 17 de Enero de 2009
A veces me pongo a pensar y me pregunto ¿Qué sentido tiene vivir para morir? Me esfuerzo por ganar cosas en la vida, por vivir bien, por fortalecer mi estilo de vida, y ¿que obtengo?, muerte y decepción. La vida me quita algo valioso, me arrebata un fiel compañero de vida y me tapa la boca con cosas materiales que no Irán conmigo al culminar el camino.
La muerte me cuestiona constantemente, me lleva a un mundo de fantasías, me muestra un lugar de ambiente pacifico, ¿será esta la nueva dimensión en la que basaremos nuestra existencia?, que hermoso seria morir si así fuera; de repente vuelvo a caer del cielo a la realidad, ¡woo!, ya vivimos un infierno, ya nos apoderamos de la creación divina de Dios, ya la destruimos, y ahora, cuando ya es demasiado tarde, intentamos arreglar nuestro error haciendo insignificante el poder del Señor, nos sentimos dioses, queremos crear. Miro a mi alrededor y lo único que puedo concluir es que no vivimos nuestra vida, vivimos la muerte. Que insignificantes somos comparados con la muerte, creyéndonos los reyes del universo y no somos más que una pequeña mancha.
De cierta manera la muerte puede ser hermosa, tuve la oportunidad de estar presente en uno de sus impecables trabajos y pude observar su presencia en los ojos de un enfermo, haciendo los días más hermosos para deleitar por última vez la vista y llevarse un buen recuerdo de este mundo, que el último pensamiento sea el mas bello que se tuvo durante toda la vida. Que interesante experimentarlo en carne propia, pero creo que sería egoísta pensar solo en mi.
Mi muerte me estremece, me aterroriza; la de los demás allegados a mí me duele, me lastima; me convierto en un debate de emociones al pensar en ella, mi amiga incondicional, la única que ira conmigo por todo el sendero.
Cuando era pequeña me preguntaba: ¿Quiénes son los ángeles, son acaso las personas que se fueron y no volvieron, son los malos los esclavos del diablo?, ahora creo que todos vamos hacia un mismo lugar, todos tenemos de nuevo nuestras alas y volvemos a lo que solíamos ser, almas libres, sin un cuerpo opresor.
Nos dirigimos hacia un oscuro abismo que se divisa a lo lejos, ¿es acaso aquel nuestro nuevo condominio?, sin miedo alguno nos dejamos caer a las manos de la gravedad, confiamos plenamente en ella, el viento acaricia nuestro rostro, ¿Qué hay en el fondo, porque no caigo aun?, parece no tener fin hasta que caemos en un cúmulo de pétalos negros y espinas de rosa, ¿sentimientos talvez?, no lo sé, ni lo sabré.
Me gustaría terminar con el misterio, me gustaría encontrar en un papel todo lo que tengo que saber, seria bueno descubrir lo que me espera.
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Poema publicado el 17 de Enero de 2009
A veces me pongo a pensar y me pregunto ¿Qué sentido tiene vivir para morir? Me esfuerzo por ganar cosas en la vida, por vivir bien, por fortalecer mi estilo de vida, y ¿que obtengo?, muerte y decepción. La vida me quita algo valioso, me arrebata un fiel compañero de vida y me tapa la boca con cosas materiales que no Irán conmigo al culminar el camino.
La muerte me cuestiona constantemente, me lleva a un mundo de fantasías, me muestra un lugar de ambiente pacifico, ¿será esta la nueva dimensión en la que basaremos nuestra existencia?, que hermoso seria morir si así fuera; de repente vuelvo a caer del cielo a la realidad, ¡woo!, ya vivimos un infierno, ya nos apoderamos de la creación divina de Dios, ya la destruimos, y ahora, cuando ya es demasiado tarde, intentamos arreglar nuestro error haciendo insignificante el poder del Señor, nos sentimos dioses, queremos crear. Miro a mi alrededor y lo único que puedo concluir es que no vivimos nuestra vida, vivimos la muerte. Que insignificantes somos comparados con la muerte, creyéndonos los reyes del universo y no somos más que una pequeña mancha.
De cierta manera la muerte puede ser hermosa, tuve la oportunidad de estar presente en uno de sus impecables trabajos y pude observar su presencia en los ojos de un enfermo, haciendo los días más hermosos para deleitar por última vez la vista y llevarse un buen recuerdo de este mundo, que el último pensamiento sea el mas bello que se tuvo durante toda la vida. Que interesante experimentarlo en carne propia, pero creo que sería egoísta pensar solo en mi.
Mi muerte me estremece, me aterroriza; la de los demás allegados a mí me duele, me lastima; me convierto en un debate de emociones al pensar en ella, mi amiga incondicional, la única que ira conmigo por todo el sendero.
Cuando era pequeña me preguntaba: ¿Quiénes son los ángeles, son acaso las personas que se fueron y no volvieron, son los malos los esclavos del diablo?, ahora creo que todos vamos hacia un mismo lugar, todos tenemos de nuevo nuestras alas y volvemos a lo que solíamos ser, almas libres, sin un cuerpo opresor.
Nos dirigimos hacia un oscuro abismo que se divisa a lo lejos, ¿es acaso aquel nuestro nuevo condominio?, sin miedo alguno nos dejamos caer a las manos de la gravedad, confiamos plenamente en ella, el viento acaricia nuestro rostro, ¿Qué hay en el fondo, porque no caigo aun?, parece no tener fin hasta que caemos en un cúmulo de pétalos negros y espinas de rosa, ¿sentimientos talvez?, no lo sé, ni lo sabré.
Me gustaría terminar con el misterio, me gustaría encontrar en un papel todo lo que tengo que saber, seria bueno descubrir lo que me espera.
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