El responsorio de mi alma
Poema publicado el 20 de Noviembre de 2013
Pronuncio en mis labios mi dulce responso,
En memoria de los fieles que han muerto siendo fieles,
Elevo mi plegaria al Divino Señor de los cielos,
Que los tenga en sus tiernos brazos.
¡Oh santos! El polvo de ustedes es sagrado y bendito,
Es un grato huerto de hortalizas, tierra deseable,
Un sueño profundo donde se duerme feliz,
Donde los sueños no son una pesadilla.
¡Almas de los inmortales!
Vuelen en paz sobre los aires, no dejen de cantar
cánticos celestes, entonen poesías doradas,
pronuncien vuestros labios hermosas melodías.
¡Oh sepulcro! Adorna la cama de los santificados,
Ponles almohadas de esperanza y hazlos pasar a su gloria,
¡Oh cielo! Alégrate porque compartirás la gloria de los redimidos.
Las nubes de los cielos derramen su rocío con gozo.
¡Oh silencio! Rompe tu silencio,
Grita y proclama que un nuevo ser ha regresado a la vida,
Dile al infierno que se apague, que no tiene derecho de seguir
reinando sobre los desdichados.
Criaturas infernales, fantasmas de la oscuridad,
Dejen de asustar, porque un coro de ángeles en los cielos
tienen en sus manos un lindo responsorio que junto con mi
ser desde la tierra lo comenzamos a entonar dándoles la
bienvenida a los victoriosos.
Para allá voy de camino, aunque en esta vida viva como un jornalero,
Tengo mi plegaria en mis manos, mis oraciones y mis himnos de
esperanza esperando que un día voy a dormir en paz olvidando las
nostalgias que se viven en este mundo.
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Poema publicado el 20 de Noviembre de 2013
Pronuncio en mis labios mi dulce responso,
En memoria de los fieles que han muerto siendo fieles,
Elevo mi plegaria al Divino Señor de los cielos,
Que los tenga en sus tiernos brazos.
¡Oh santos! El polvo de ustedes es sagrado y bendito,
Es un grato huerto de hortalizas, tierra deseable,
Un sueño profundo donde se duerme feliz,
Donde los sueños no son una pesadilla.
¡Almas de los inmortales!
Vuelen en paz sobre los aires, no dejen de cantar
cánticos celestes, entonen poesías doradas,
pronuncien vuestros labios hermosas melodías.
¡Oh sepulcro! Adorna la cama de los santificados,
Ponles almohadas de esperanza y hazlos pasar a su gloria,
¡Oh cielo! Alégrate porque compartirás la gloria de los redimidos.
Las nubes de los cielos derramen su rocío con gozo.
¡Oh silencio! Rompe tu silencio,
Grita y proclama que un nuevo ser ha regresado a la vida,
Dile al infierno que se apague, que no tiene derecho de seguir
reinando sobre los desdichados.
Criaturas infernales, fantasmas de la oscuridad,
Dejen de asustar, porque un coro de ángeles en los cielos
tienen en sus manos un lindo responsorio que junto con mi
ser desde la tierra lo comenzamos a entonar dándoles la
bienvenida a los victoriosos.
Para allá voy de camino, aunque en esta vida viva como un jornalero,
Tengo mi plegaria en mis manos, mis oraciones y mis himnos de
esperanza esperando que un día voy a dormir en paz olvidando las
nostalgias que se viven en este mundo.
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