Ni siquiera, lo sé
Poema publicado el 03 de Enero de 2010
Por qué escribo, ni siquiera lo sé,
Pero en este momento me aferro a mi bolígrafo
Y en una hoja blanca, blanca como la nieve
Intento plasmar mis emociones, por qué escribo, ni siquiera lo sé
Escucho el viento que golpea mi ventana
Que doblega las palmeras que a través de la lumbrera yo logro divisar
Y sigo pensando y por qué escribo, ni siquiera lo sé
Escucho un pájaro trinar una hermosa melodía,
Salgo a mi balcón y observo a su lado muy cerquita de él a su pajarita amada y de inmediato noto que esa dulce melodía es parte del cortejo, y yo sigo sin saber por qué escribo. De veras, no lo sé.
Elevo la mirada al cielo clamo una oración,
Busco con ella entender mis emociones, mis pasiones y encontrar respuesta a mi llanto, y sigo sin entender por qué escribo, vislumbro una respuesta, pero no sé si esa es.
Cansada de mirar el cielo, bajo mi mirada y allá en el horizonte una cordillera imponente
Se besa con el cielo y juntas parecen un solo cuerpo
Y me siento dichosa porque todo lo que mi vista alcanza a ver, todo, todo es mío, y sigo sin entender por qué y para qué escribo
No tengo título de propiedad, no existen escrituras a mi nombre,
Y sé que todo lo que estos ojos cansados de tanto llorar, logran observar, todo eso es mío, y nadie podrá arrebatármelo, como si me arrebataron, el amor, la dicha, y la ilusión.
Ahora si sé por qué y para qué escribo, por qué la hoja en blanco que tome hace un rato ya no está blanca. Escribo para aquietar mi alma, para no darle espacio a esta, mi soledad, escribo para darle forma a mis emociones, escribo para aliviar mi alma dolida, escribo porque cada palabra alivia mi alma
Ahora sí sé por qué y para qué escribo.
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Poema publicado el 03 de Enero de 2010
Por qué escribo, ni siquiera lo sé,
Pero en este momento me aferro a mi bolígrafo
Y en una hoja blanca, blanca como la nieve
Intento plasmar mis emociones, por qué escribo, ni siquiera lo sé
Escucho el viento que golpea mi ventana
Que doblega las palmeras que a través de la lumbrera yo logro divisar
Y sigo pensando y por qué escribo, ni siquiera lo sé
Escucho un pájaro trinar una hermosa melodía,
Salgo a mi balcón y observo a su lado muy cerquita de él a su pajarita amada y de inmediato noto que esa dulce melodía es parte del cortejo, y yo sigo sin saber por qué escribo. De veras, no lo sé.
Elevo la mirada al cielo clamo una oración,
Busco con ella entender mis emociones, mis pasiones y encontrar respuesta a mi llanto, y sigo sin entender por qué escribo, vislumbro una respuesta, pero no sé si esa es.
Cansada de mirar el cielo, bajo mi mirada y allá en el horizonte una cordillera imponente
Se besa con el cielo y juntas parecen un solo cuerpo
Y me siento dichosa porque todo lo que mi vista alcanza a ver, todo, todo es mío, y sigo sin entender por qué y para qué escribo
No tengo título de propiedad, no existen escrituras a mi nombre,
Y sé que todo lo que estos ojos cansados de tanto llorar, logran observar, todo eso es mío, y nadie podrá arrebatármelo, como si me arrebataron, el amor, la dicha, y la ilusión.
Ahora si sé por qué y para qué escribo, por qué la hoja en blanco que tome hace un rato ya no está blanca. Escribo para aquietar mi alma, para no darle espacio a esta, mi soledad, escribo para darle forma a mis emociones, escribo para aliviar mi alma dolida, escribo porque cada palabra alivia mi alma
Ahora sí sé por qué y para qué escribo.
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