Detrás de tu amor
Poema publicado el 26 de Noviembre de 2010
Detrás de la voz del viento del poniente,
de esos corchos de aquellos vinos caducos
que alimentan tu boca escarchada en sumos
sentires que besan y se van al occidente,
están los marineros que pescan amores,
que aman las aguas de tu boca a montones,
los que navegan paralelos a este mundo,
a esa masa de hombres que agitan sus puños.
Detrás de tu piel de madera, del cielo,
del océano de tus ojos pescadores
que contemplan mares ajenos a mí,
que los miran, los besan y me hacen sufrir,
se encuentran perdidos mis labios sedientos.
Buscan el agua; tu nombre en secreto.
En la arena, son náufragos en silencio,
y en las aguas, son como mis tristes versos.
Varado sobre una lancha. Con el amor,
con mis besos y el corazón abierto,
acepto que amo los ojos del cielo,
el estatuto del mar que me esclaviza,
amo el musgo en los barcos a la deriva,
el sabor de aquellas tardes de mi vida,
amo cómo resuena un “te amo” en las cimas,
y tus ojos, dos perlas que me dominan.
Amo con mi amor oceánico tus besos
que son el romper de las olas del tiempo.
Amo el dolor que me causan los marineros
y amo lo que hay detrás del universo…
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Poema publicado el 26 de Noviembre de 2010
Detrás de la voz del viento del poniente,
de esos corchos de aquellos vinos caducos
que alimentan tu boca escarchada en sumos
sentires que besan y se van al occidente,
están los marineros que pescan amores,
que aman las aguas de tu boca a montones,
los que navegan paralelos a este mundo,
a esa masa de hombres que agitan sus puños.
Detrás de tu piel de madera, del cielo,
del océano de tus ojos pescadores
que contemplan mares ajenos a mí,
que los miran, los besan y me hacen sufrir,
se encuentran perdidos mis labios sedientos.
Buscan el agua; tu nombre en secreto.
En la arena, son náufragos en silencio,
y en las aguas, son como mis tristes versos.
Varado sobre una lancha. Con el amor,
con mis besos y el corazón abierto,
acepto que amo los ojos del cielo,
el estatuto del mar que me esclaviza,
amo el musgo en los barcos a la deriva,
el sabor de aquellas tardes de mi vida,
amo cómo resuena un “te amo” en las cimas,
y tus ojos, dos perlas que me dominan.
Amo con mi amor oceánico tus besos
que son el romper de las olas del tiempo.
Amo el dolor que me causan los marineros
y amo lo que hay detrás del universo…
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