Por tu perfume bastardo
Poema publicado el 27 de Junio de 2009
Proscripto de la India, emancipado en África.
Con ese color negro amarillento, curvado en talle, cual duna del Sahara.
Transpirando como selva del Brasil, con sus criaturas en celo.
Escurriendo miel y sabia por senos y pezones, como vino de frutas pisado por mulatas.
Nómada desde América central, hasta las costas frías del sur.
Con ese toque latino de Salsa cubana y bossa.
Con el misticismo Asio-africano del Surbahar y el Tama.
Pasajero de morena y trigueña, desinteresado de la debilidad masculina.
El oscuro de tu piel es misterio, es el cielo en claro.
Tus caderas y tumbado, tu acento y sentimiento.
Nada que el blanco pueda alcanzar.
Ningún sueño o fantasía en vos es inalcanzable.
Es tu perfume bastardo mi negra, el que me tiene delirando.
Es ese calor en tu vientre mi mulata, por el que sigo bailando.
Es tu ritmo sensual mi morena, lo que nos atrae extasiados.
Por vos mujer trigueña, dejé madre y amigos, renuncié a mi herencia y la vida para seguirte por el mundo entre tu bruma y tus conflictos, siendo esclavo de la suela de tus sandalias.
Tomáme hoy que vengo de rodillas declamando, o con serenata suplicando, que seás mía, que me cubrás y nutrás.
Usáme con tu crueldad y tu encanto, para macho de carga o señor de tu casa.
Que por lamer tu cáliz y hundirme en tus caderas, soy lo que pidás y al precio que sea.
Por deslizarme en cada una de tus ondulaciones y rodearme de tu perfume bastardo, mato al que querrás y sin parpadear.
Poema publicado el 27 de Junio de 2009
Proscripto de la India, emancipado en África.
Con ese color negro amarillento, curvado en talle, cual duna del Sahara.
Transpirando como selva del Brasil, con sus criaturas en celo.
Escurriendo miel y sabia por senos y pezones, como vino de frutas pisado por mulatas.
Nómada desde América central, hasta las costas frías del sur.
Con ese toque latino de Salsa cubana y bossa.
Con el misticismo Asio-africano del Surbahar y el Tama.
Pasajero de morena y trigueña, desinteresado de la debilidad masculina.
El oscuro de tu piel es misterio, es el cielo en claro.
Tus caderas y tumbado, tu acento y sentimiento.
Nada que el blanco pueda alcanzar.
Ningún sueño o fantasía en vos es inalcanzable.
Es tu perfume bastardo mi negra, el que me tiene delirando.
Es ese calor en tu vientre mi mulata, por el que sigo bailando.
Es tu ritmo sensual mi morena, lo que nos atrae extasiados.
Por vos mujer trigueña, dejé madre y amigos, renuncié a mi herencia y la vida para seguirte por el mundo entre tu bruma y tus conflictos, siendo esclavo de la suela de tus sandalias.
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Que por lamer tu cáliz y hundirme en tus caderas, soy lo que pidás y al precio que sea.
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