Cronómetro de ti
Poema publicado el 03 de Mayo de 2011
Fuiste un segundo de esperanza cuando el Mundo se había vuelto un lago de estiércol,
un decisegundo de comprensión cuando no entendía lo inexplicable,
un centisegundo de complicidad cuando buscaba encontrarme con la soledad,
un milisegundo de sabor y belleza cuando mis sentidos no sentían nada.
Y me regalaste un microsegundo de paz cuando mi mundo no tenía sentido,
un nanosegundo de refugio cuando me sentía vacía,
un picosegundo de alegría con tus melódicas risas y perfecta sonrisa,
un femtosegundo de caricias y cariño cuando no creía en mis ganas.
Fuiste los 220 voltios cuándo lo necesite,
los rayos ultravioletas perfecto en mi era de hielo,
fuiste las palabras que no alcanzaron a convertirse en poesía,
la noche más corta, la historia más peculiar.
¡Y fuimos un attosegundo de amor!
Lástima que fui el momento inadecuado,
las palabras más brutas, los arrebatos más espontáneos, y
la historia que jamás imaginaste que podrías verme escribir.
Lamento no poder lamentarme de no ser el tiempo correcto,
de convertirte en protagonista de la primera historia que no me enorgullece redactar.
Lamento no poder lamentarme ante ti por falta de comodidad, de sentido y ausencia del centisegundo de complicidad
¡Y fuimos un attosegundo de amor! Pero,
en el presente soy el poema que no identifica a nadie,
el sentimiento no correspondido, el lo siento absurdo,
el puente que trajo a ti las fracciones de los segundos y se derrumbo.
Y lamento no poder lamentarme ante ti cuanto
lamento no planear darte escalofríos con estas brutas líneas,
por no esforzarme para arreglar un poco tu historia
y lamento ser el puente que no pudo levantarse pero…
fuiste los segundos más hermosos, las sonrisas más perfectas,
la emoción más motivadora, las caricias más intensas.
¡Y fuimos un attosegundo de amor!
pero hubo un segundo de ti que no me gustó
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Poema publicado el 03 de Mayo de 2011
Fuiste un segundo de esperanza cuando el Mundo se había vuelto un lago de estiércol,
un decisegundo de comprensión cuando no entendía lo inexplicable,
un centisegundo de complicidad cuando buscaba encontrarme con la soledad,
un milisegundo de sabor y belleza cuando mis sentidos no sentían nada.
Y me regalaste un microsegundo de paz cuando mi mundo no tenía sentido,
un nanosegundo de refugio cuando me sentía vacía,
un picosegundo de alegría con tus melódicas risas y perfecta sonrisa,
un femtosegundo de caricias y cariño cuando no creía en mis ganas.
Fuiste los 220 voltios cuándo lo necesite,
los rayos ultravioletas perfecto en mi era de hielo,
fuiste las palabras que no alcanzaron a convertirse en poesía,
la noche más corta, la historia más peculiar.
¡Y fuimos un attosegundo de amor!
Lástima que fui el momento inadecuado,
las palabras más brutas, los arrebatos más espontáneos, y
la historia que jamás imaginaste que podrías verme escribir.
Lamento no poder lamentarme de no ser el tiempo correcto,
de convertirte en protagonista de la primera historia que no me enorgullece redactar.
Lamento no poder lamentarme ante ti por falta de comodidad, de sentido y ausencia del centisegundo de complicidad
¡Y fuimos un attosegundo de amor! Pero,
en el presente soy el poema que no identifica a nadie,
el sentimiento no correspondido, el lo siento absurdo,
el puente que trajo a ti las fracciones de los segundos y se derrumbo.
Y lamento no poder lamentarme ante ti cuanto
lamento no planear darte escalofríos con estas brutas líneas,
por no esforzarme para arreglar un poco tu historia
y lamento ser el puente que no pudo levantarse pero…
fuiste los segundos más hermosos, las sonrisas más perfectas,
la emoción más motivadora, las caricias más intensas.
¡Y fuimos un attosegundo de amor!
pero hubo un segundo de ti que no me gustó
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