Arte poetica
Poema publicado el 21 de Junio de 2012
¿Qué pides?
¿Qué enseñas?
El temple ardiente de los aceros en batallas
que destrozaron las cunas de las almas
que mutaron, que migraron a viejos
fantasmas.
Que rechinan sus respiros en las enredaderas
de las hojas.
Cuando deciden dibujar sus ausencias en palabras
siendo así poetas.
Y tú creces poesía como hechicera,
salvándote de la hoguera de la inquisición.
Creces desde lo más antiguo
y tu ansia desvelada de convertir todo lo que
te rodea en pasado.
Sigues con tus batallas, haciendo en el
aire desprendido del lamento
Charcos oceánicos de sangría y si dios convirtió el agua en vino
tú conviertes la sangre en lágrimas.
Oh venerable anciana siempre joven
Eres inmortal en nuestra mortal carne.
¿Por qué a los poetas les entregaste el lado oscuro y dormido de Dios que es
el desvelo de los hombres ¿
¿Porque tu música siempre es el réquiem de los olvidados¿
Nos envías a recoger los vestigios del mundo,
los corazones imperfectos del amor,
a los gestos del abandono,
a recoger a los moribundos,
a los enfermos de vida,
a los desahuciados
a los desvalidos
a los exiliados.
Les das hospedajes en los hospitales de tu palabra.
y tus poetas tienen que hacer transfusiones
de sus pocas alegrías, de esas que se encuentran
debajo de algunas piedras,
o de fumarse un pucho bajo el ala del viento
o cuando se llenan de amor bajo la sombra
de una piel desnuda-
o de echarse a rodar ebrios por
los atajos del mundo.
Oh poesía tus poetas tienen el alma más vieja de todos los mortales
y cada vez que te escriben es un intento
de suicidio que pide vida.
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Poema publicado el 21 de Junio de 2012
¿Qué pides?
¿Qué enseñas?
El temple ardiente de los aceros en batallas
que destrozaron las cunas de las almas
que mutaron, que migraron a viejos
fantasmas.
Que rechinan sus respiros en las enredaderas
de las hojas.
Cuando deciden dibujar sus ausencias en palabras
siendo así poetas.
Y tú creces poesía como hechicera,
salvándote de la hoguera de la inquisición.
Creces desde lo más antiguo
y tu ansia desvelada de convertir todo lo que
te rodea en pasado.
Sigues con tus batallas, haciendo en el
aire desprendido del lamento
Charcos oceánicos de sangría y si dios convirtió el agua en vino
tú conviertes la sangre en lágrimas.
Oh venerable anciana siempre joven
Eres inmortal en nuestra mortal carne.
¿Por qué a los poetas les entregaste el lado oscuro y dormido de Dios que es
el desvelo de los hombres ¿
¿Porque tu música siempre es el réquiem de los olvidados¿
Nos envías a recoger los vestigios del mundo,
los corazones imperfectos del amor,
a los gestos del abandono,
a recoger a los moribundos,
a los enfermos de vida,
a los desahuciados
a los desvalidos
a los exiliados.
Les das hospedajes en los hospitales de tu palabra.
y tus poetas tienen que hacer transfusiones
de sus pocas alegrías, de esas que se encuentran
debajo de algunas piedras,
o de fumarse un pucho bajo el ala del viento
o cuando se llenan de amor bajo la sombra
de una piel desnuda-
o de echarse a rodar ebrios por
los atajos del mundo.
Oh poesía tus poetas tienen el alma más vieja de todos los mortales
y cada vez que te escriben es un intento
de suicidio que pide vida.
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