La tierra son 360 grados de mujer
Poema publicado el 18 de Diciembre de 2012
Tú, la palabra encendida de los oros,
la más brillante de infinito gesto
entre todas las cosas creadas.
Estas en todas las edades
evitando que el tiempo se vuelva viejo.
No dejes que tus palabras, donde
se consagran las peticiones de la vida,
se derramen en las tintorerías de la guerra.
Mujer cotidiana, te aventuras con valerosa
alma a levantar tu corazón contra la migraña del día,
como aquellas 129 mujeres que se alzaron
contra los mendrugos de la humillación,
aunque la historia las tenga en la nebulosa del olvido
sus innumerables voces, que ya tienen el bautismo
del infinito, siguen agitando sus himnos de valor
para seguir animando con bravura a las nuevas
herederas de su libertad.
Te desnudas en mujer y creces hasta cubrir
con tu regazo la rotación de la tierra
y así eres la noche,
en vos nacen los pueblos
en vos se alimentan los pueblos,
en vos se alarga el sueño de los pueblos,
y eres la piel de los no nacidos
con tu voz de piedra erupcionada espantas
a la muerte que está al borde de tu vientre
en la hora exacta de los nacimientos.
Mujer hecha en el crisol de los linajes boreales,
y del cantar de las constelaciones.
Lo que camina y se adentra en tu belleza son
las combinaciones secretas de la naturaleza.
No cierres los ojos y no te desvanezcas si ves
en el hostil humo del hombre su salvaje soledad
y en la hiel de sus ademanes el desarraigo de la vida.
Es solo un pequeño demonio santificado de caprichos.
Mujer abuela, mujer madre, mujer hija, mujer esposa,
todas juntas y a la vez en una sola tejiendo las espiral donde Dios hace posible su génesis.
Mujer has escrito, pero la historia solo te reseña con letra minúscula
ya es hora que tú la escribas con letra mayúscula y que sus
paginas tengan sobrecupo por tus nuevos pensamientos.
Siempre has estado a la sombra siendo la columna vertebral
de los pasos por el mundo, y esta aquí llenando un espacio vital.
Si sientes que el aire que te rodea es la respiración
amenazante de un animal que te sigue desde los primeros
tiempos, no te asustes es solo una apariencia para esconder
su debilidad.
Mujer inagotable, incalculable hicieron de todo para agotarte
te emboscaron con prejuicios y los siglos abatieron sobre ti
su inquisición.
Mujer no dejes que tu gracia cotidiana se agote en lo trivial
de los espejismos, en las manos rutinarias del hombre,
no te quedes en los meandros que la furia deja,
ni en la demencia del espacio que el hombre de ordinario maneja
no dejes que todo tu destino sea un territorio donde de manera
implacable se arrojen todos los dolores.
Eres la casa, eres el patio y el árbol que crece,
donde la infancia habla el idioma misterioso de los ángeles,
eres ceremonia de eternidad en las provincias del alma.
Entonces no sigas detrás de los naufragos
que en sus palabras todo se ahoga.
Deja ver el verdadero signo viviente que la naturaleza te otorgo.
Conoces la relación secreta de las piezas que convergen y sostienen
el ritmo de los días.
Ya es tiempo de rasgar la falaz vida en espejo de lapida
que hace brotar todo el encantamiento de las apariencias,
allí en un rincón agoniza la esencia verdadera del sueño.
No sigas irrigando tu corazón con suburbios de tierra
arrasada y enterrando muertos en tus lágrimas,
no te conviertas en un hospital para el capricho de las heridas
nacidas de lo irracional.
Levántate por encima del muro del día a día,
esquiva las explosivas huellas acidas que de
costumbre el hombre deja.
Recuerda que eres otra vida, no a la que te han obligado
y te han cobrado impuesto.
Eres el croquis del regreso y del origen.
Tú eres la vida para cruzar este tiempo y no naufragar
eres el canto de un paisaje para el que sabe soñar y
sello sagrado para entrar al paraíso.
Y con tu alquimia de eterno femenino
puedes alzarte con todos tus dones por encima
de los oscurecidos lutos del hombre.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 18 de Diciembre de 2012
Tú, la palabra encendida de los oros,
la más brillante de infinito gesto
entre todas las cosas creadas.
Estas en todas las edades
evitando que el tiempo se vuelva viejo.
No dejes que tus palabras, donde
se consagran las peticiones de la vida,
se derramen en las tintorerías de la guerra.
Mujer cotidiana, te aventuras con valerosa
alma a levantar tu corazón contra la migraña del día,
como aquellas 129 mujeres que se alzaron
contra los mendrugos de la humillación,
aunque la historia las tenga en la nebulosa del olvido
sus innumerables voces, que ya tienen el bautismo
del infinito, siguen agitando sus himnos de valor
para seguir animando con bravura a las nuevas
herederas de su libertad.
Te desnudas en mujer y creces hasta cubrir
con tu regazo la rotación de la tierra
y así eres la noche,
en vos nacen los pueblos
en vos se alimentan los pueblos,
en vos se alarga el sueño de los pueblos,
y eres la piel de los no nacidos
con tu voz de piedra erupcionada espantas
a la muerte que está al borde de tu vientre
en la hora exacta de los nacimientos.
Mujer hecha en el crisol de los linajes boreales,
y del cantar de las constelaciones.
Lo que camina y se adentra en tu belleza son
las combinaciones secretas de la naturaleza.
No cierres los ojos y no te desvanezcas si ves
en el hostil humo del hombre su salvaje soledad
y en la hiel de sus ademanes el desarraigo de la vida.
Es solo un pequeño demonio santificado de caprichos.
Mujer abuela, mujer madre, mujer hija, mujer esposa,
todas juntas y a la vez en una sola tejiendo las espiral donde Dios hace posible su génesis.
Mujer has escrito, pero la historia solo te reseña con letra minúscula
ya es hora que tú la escribas con letra mayúscula y que sus
paginas tengan sobrecupo por tus nuevos pensamientos.
Siempre has estado a la sombra siendo la columna vertebral
de los pasos por el mundo, y esta aquí llenando un espacio vital.
Si sientes que el aire que te rodea es la respiración
amenazante de un animal que te sigue desde los primeros
tiempos, no te asustes es solo una apariencia para esconder
su debilidad.
Mujer inagotable, incalculable hicieron de todo para agotarte
te emboscaron con prejuicios y los siglos abatieron sobre ti
su inquisición.
Mujer no dejes que tu gracia cotidiana se agote en lo trivial
de los espejismos, en las manos rutinarias del hombre,
no te quedes en los meandros que la furia deja,
ni en la demencia del espacio que el hombre de ordinario maneja
no dejes que todo tu destino sea un territorio donde de manera
implacable se arrojen todos los dolores.
Eres la casa, eres el patio y el árbol que crece,
donde la infancia habla el idioma misterioso de los ángeles,
eres ceremonia de eternidad en las provincias del alma.
Entonces no sigas detrás de los naufragos
que en sus palabras todo se ahoga.
Deja ver el verdadero signo viviente que la naturaleza te otorgo.
Conoces la relación secreta de las piezas que convergen y sostienen
el ritmo de los días.
Ya es tiempo de rasgar la falaz vida en espejo de lapida
que hace brotar todo el encantamiento de las apariencias,
allí en un rincón agoniza la esencia verdadera del sueño.
No sigas irrigando tu corazón con suburbios de tierra
arrasada y enterrando muertos en tus lágrimas,
no te conviertas en un hospital para el capricho de las heridas
nacidas de lo irracional.
Levántate por encima del muro del día a día,
esquiva las explosivas huellas acidas que de
costumbre el hombre deja.
Recuerda que eres otra vida, no a la que te han obligado
y te han cobrado impuesto.
Eres el croquis del regreso y del origen.
Tú eres la vida para cruzar este tiempo y no naufragar
eres el canto de un paisaje para el que sabe soñar y
sello sagrado para entrar al paraíso.
Y con tu alquimia de eterno femenino
puedes alzarte con todos tus dones por encima
de los oscurecidos lutos del hombre.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
