( odas ) la luna
Poema publicado el 13 de Marzo de 2009
LA LUNA complementa el ciclo prodigioso
de constante luz alumbrando nuestro suelo
y por siempre envolviendo en su mítico misterio
los campos verdes y sus noches transparentes.
Ella rige entre ciclos crecientes y menguantes
el palpitar trepidante de arados y de siembras.
Selene, con su brillo aclara los sentidos ruegos
de tanta gente buena que goza la vida sin afanes
mientras plácida descansa después de las faenas;
y en la noche, cuando la luna se completa y llena,
sueñan, aman y siguen en su ruta a las estrellas.
Las siluetas de altísimas cumbres majestuosas,
de ríos danzando entre tenues aristas platinadas,
de lagos silentes y fuentes de aguas bulliciosas,
de próvidas planicies... infinitas que relucen
semejando sombras insomnes en las noches:
son prueba fehaciente del perenne privilegio
que Dios nos entregó como espontáneo legado.
Entre el embrujo de esas noches cadenciosas
ilumina con su luz a silentes inconformes,
mientras cruzan las extrañas rutas escondidas
que demarcaron su errático destino trashumante.
¡Únicos que pueden transitar por los paisajes
que a casi todos nos está prohibido conocer!
El amor también se erige en las noches tropicales,
ensimismado, clamando al disco esplendoroso
transmutar realidades en sueños impensados.
Bajo esa pálida luna errante y misteriosa
observo ávido las palomas y sus nidos.
Abrigados bajo amorosas alas protectoras
frágiles piadores nos miran a los ojos,
y quizás sienten hondo pesar del infortunio
que cargamos todos en las manos doloridas.
De: SI LA PALOMA PUDIERA VOLAR (nosotros Colombia)
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Poema publicado el 13 de Marzo de 2009
LA LUNA complementa el ciclo prodigioso
de constante luz alumbrando nuestro suelo
y por siempre envolviendo en su mítico misterio
los campos verdes y sus noches transparentes.
Ella rige entre ciclos crecientes y menguantes
el palpitar trepidante de arados y de siembras.
Selene, con su brillo aclara los sentidos ruegos
de tanta gente buena que goza la vida sin afanes
mientras plácida descansa después de las faenas;
y en la noche, cuando la luna se completa y llena,
sueñan, aman y siguen en su ruta a las estrellas.
Las siluetas de altísimas cumbres majestuosas,
de ríos danzando entre tenues aristas platinadas,
de lagos silentes y fuentes de aguas bulliciosas,
de próvidas planicies... infinitas que relucen
semejando sombras insomnes en las noches:
son prueba fehaciente del perenne privilegio
que Dios nos entregó como espontáneo legado.
Entre el embrujo de esas noches cadenciosas
ilumina con su luz a silentes inconformes,
mientras cruzan las extrañas rutas escondidas
que demarcaron su errático destino trashumante.
¡Únicos que pueden transitar por los paisajes
que a casi todos nos está prohibido conocer!
El amor también se erige en las noches tropicales,
ensimismado, clamando al disco esplendoroso
transmutar realidades en sueños impensados.
Bajo esa pálida luna errante y misteriosa
observo ávido las palomas y sus nidos.
Abrigados bajo amorosas alas protectoras
frágiles piadores nos miran a los ojos,
y quizás sienten hondo pesar del infortunio
que cargamos todos en las manos doloridas.
De: SI LA PALOMA PUDIERA VOLAR (nosotros Colombia)
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