Camino tenebroso
Poema publicado el 25 de Enero de 2013
CAMINO TENEBROSO
Ha quedado en mi camino tenebroso
Las huellas de un andar pausado y triste
Sus pisadas se asemejan a un ruidoso
Trajinar de carcajadas y de chistes
Las jornadas del día a día fueron cansadas
Por el fardo insoportable de la ausencia
Mucha añoranza al recordar que su presencia
Es hoy simple recuerdo de empobrecidas jornadas
Con la nostalgia empezó la remembranza
Y a mancillar el honor de los amantes
No fue bueno acabar con la esperanza
De un idilio que ya estaba agonizante
No hubo alivio oportuno hacia mis penas
Que alejara de mí tales dolores
Se aumentaron más bien laceraciones ajenas
Y enturbiaron para siempre la paz de mis amores
La suerte no convino en buscarme soluciones
Que prendieran una luz en mi sendero
Con furor se auparon tentaciones
Que entorpecieron la claridad del derrotero
La Divina Providencia ni los cielos
Proveyeron para mi ninguna gracia
Es que mis errores me dejaron en desgracia
Y harto muy lejos de recibir ningún consuelo
Entonces qué me queda en mi jornada
Deambular nada más muy cabizbajo
Ir buscando en cada paso algún atajo
Que permita oxigenar de aire puro mi morada
Esos recuerdos, esas cuitas, esos pesares
Serán la mejor compañía en mi camino
Ya no encontraré, lo creo, jamás otro destino
Que adorarme y ser yo mismo en mis altares
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Cuesta Arriba”,
Con un saludo.
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Poema publicado el 25 de Enero de 2013
CAMINO TENEBROSO
Ha quedado en mi camino tenebroso
Las huellas de un andar pausado y triste
Sus pisadas se asemejan a un ruidoso
Trajinar de carcajadas y de chistes
Las jornadas del día a día fueron cansadas
Por el fardo insoportable de la ausencia
Mucha añoranza al recordar que su presencia
Es hoy simple recuerdo de empobrecidas jornadas
Con la nostalgia empezó la remembranza
Y a mancillar el honor de los amantes
No fue bueno acabar con la esperanza
De un idilio que ya estaba agonizante
No hubo alivio oportuno hacia mis penas
Que alejara de mí tales dolores
Se aumentaron más bien laceraciones ajenas
Y enturbiaron para siempre la paz de mis amores
La suerte no convino en buscarme soluciones
Que prendieran una luz en mi sendero
Con furor se auparon tentaciones
Que entorpecieron la claridad del derrotero
La Divina Providencia ni los cielos
Proveyeron para mi ninguna gracia
Es que mis errores me dejaron en desgracia
Y harto muy lejos de recibir ningún consuelo
Entonces qué me queda en mi jornada
Deambular nada más muy cabizbajo
Ir buscando en cada paso algún atajo
Que permita oxigenar de aire puro mi morada
Esos recuerdos, esas cuitas, esos pesares
Serán la mejor compañía en mi camino
Ya no encontraré, lo creo, jamás otro destino
Que adorarme y ser yo mismo en mis altares
GONZALO MERINO PEREZ
Doctor en leyes, poeta, novelista,
De mi poemario “Cuesta Arriba”,
Con un saludo.
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