Corazón salvaje
Poema publicado el 27 de Mayo de 2009
Tengo el corazón salvaje, como una ráfaga de viento te sorprendo,
te embelezo, te encierro, para que mis pensamientos envuelvan tus sueños,
compartiendo deseos grandiosos que nos transporta, uno al otro, lo comprendo,
distantes los kilómetros que nos separan, con amor se hacen pequeños.
Nuestro anhelo es recíproco, seguimos sembrando ilusiones y esperanzas,
estamos cruzando fuertes corrientes marinas y cumbres muy elevadas,
emigramos volando, con las alas, cual gaviotas, al puerto ya lo alcanzas,
refresca el trayecto suave brisa, aguzan los sentidos las alboradas.
Estuvo taciturno mi pensamiento; despertó el día que te conocí,
dormido, entristecido y melancólico, puedo afirmar, ya moribundo,
hoy, de él germinan expresiones poéticas, vertidas con gran frenesí,
tiene a su haber tu manantial, como surtidor inagotable, muy fecundo.
Enlazadas las manos, como que nos hubiésemos siempre conocido,
por toda la vida, entretejidos con ideas, con propósitos y con fines,
manifestándonos puros, nobles sentimientos, delicias para el oído,
estamos seguros, somos aquellas almas gemelas, somos afines.
Iremos explorando nuevos territorios, trazando los horizontes,
son nacientes primaverales, que superan la amistad, algo tangible,
de un amor tendido en la alfombra escarlata, que semejan aquellos montes,
vistosos crepúsculos, los pájaros silvestres tienen nido posible.
Dejemos que el viento nos cobije con la estela de nuestra comprensión,
de confianza, símbolo de alianza, con afectos que son invulnerables,
nos conocimos allá en la distancia, hoy somos un solo corazón,
yo expresote que eres mi vida, y tú con refinada voz, del amor me hables.
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Poema publicado el 27 de Mayo de 2009
Tengo el corazón salvaje, como una ráfaga de viento te sorprendo,
te embelezo, te encierro, para que mis pensamientos envuelvan tus sueños,
compartiendo deseos grandiosos que nos transporta, uno al otro, lo comprendo,
distantes los kilómetros que nos separan, con amor se hacen pequeños.
Nuestro anhelo es recíproco, seguimos sembrando ilusiones y esperanzas,
estamos cruzando fuertes corrientes marinas y cumbres muy elevadas,
emigramos volando, con las alas, cual gaviotas, al puerto ya lo alcanzas,
refresca el trayecto suave brisa, aguzan los sentidos las alboradas.
Estuvo taciturno mi pensamiento; despertó el día que te conocí,
dormido, entristecido y melancólico, puedo afirmar, ya moribundo,
hoy, de él germinan expresiones poéticas, vertidas con gran frenesí,
tiene a su haber tu manantial, como surtidor inagotable, muy fecundo.
Enlazadas las manos, como que nos hubiésemos siempre conocido,
por toda la vida, entretejidos con ideas, con propósitos y con fines,
manifestándonos puros, nobles sentimientos, delicias para el oído,
estamos seguros, somos aquellas almas gemelas, somos afines.
Iremos explorando nuevos territorios, trazando los horizontes,
son nacientes primaverales, que superan la amistad, algo tangible,
de un amor tendido en la alfombra escarlata, que semejan aquellos montes,
vistosos crepúsculos, los pájaros silvestres tienen nido posible.
Dejemos que el viento nos cobije con la estela de nuestra comprensión,
de confianza, símbolo de alianza, con afectos que son invulnerables,
nos conocimos allá en la distancia, hoy somos un solo corazón,
yo expresote que eres mi vida, y tú con refinada voz, del amor me hables.
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