Empecinado
Poema publicado el 13 de Enero de 2016
Empecinado, peregrino, sin equipaje, sin destino
Sin miedo, pies sangrantes, corazón hacia lo incierto
No se queja de su sed, de su hambre en libertad
Huesos que en la cara se asoman,
finos, secos
Ofrece lo poco, la fortuna que no tiene
Sin rencor a los que fueron sus verdugos
Va dejando señales de esperanzas desdentadas
Empecinado pescador, que baja por la rambla
Horas, días, que esperan el premio
Por dejar la mano abierta,
dando panes alimenta
Rebuscando la moneda, no hay ladrillos de su casa
Manjares entre vinos, mortadelas y manzanas
A la salud del ángel de los pobres
Sobrevuela la noche de la playa perdida
Dejando ilusiones en la estrella mas lejana
Para que vuelva y se refleje en la sonrisa
Arlequines vagabundos, piropeando rubias tontas
Se alejan con su amargo, triste novio ordinario
Va comprando su alegría con brillantes descartables
Olorosos plásticos y forros, van rodeando sus días,
día a día
La ciencia y la muerte se reúnen para explicar
Que hay mucho idiota que no sabe vivir sin más
Sin mas para decir, sin mas para explicar
Repitiendo las historias que surgieron desde atrás
Cada vida un juego en vuelo
Vieja idea en el manjar
Que con las manos soñamos alcanzar
Moldea el arte sano su ciencia en bienestar
Buscando las maneras de sentirla atravesar
Los sentidos del presente
Su agonía su final
Su principio en nacimientos
Que florecen sin parar
Las miradas las sonrisas
Los mauyidos, sus dolores
Sus quejidos, el lloviznar
Tantos fríos que nos duelen
Cuantas luchas a defender
Cuantos males que nos miran
Cuanto malo a terminar
Autodestrucciones por doquier
Tanques yanquis
Bombas, planes
¡Detenerse! Ya no hay más
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Poema publicado el 13 de Enero de 2016
Empecinado, peregrino, sin equipaje, sin destino
Sin miedo, pies sangrantes, corazón hacia lo incierto
No se queja de su sed, de su hambre en libertad
Huesos que en la cara se asoman,
finos, secos
Ofrece lo poco, la fortuna que no tiene
Sin rencor a los que fueron sus verdugos
Va dejando señales de esperanzas desdentadas
Empecinado pescador, que baja por la rambla
Horas, días, que esperan el premio
Por dejar la mano abierta,
dando panes alimenta
Rebuscando la moneda, no hay ladrillos de su casa
Manjares entre vinos, mortadelas y manzanas
A la salud del ángel de los pobres
Sobrevuela la noche de la playa perdida
Dejando ilusiones en la estrella mas lejana
Para que vuelva y se refleje en la sonrisa
Arlequines vagabundos, piropeando rubias tontas
Se alejan con su amargo, triste novio ordinario
Va comprando su alegría con brillantes descartables
Olorosos plásticos y forros, van rodeando sus días,
día a día
La ciencia y la muerte se reúnen para explicar
Que hay mucho idiota que no sabe vivir sin más
Sin mas para decir, sin mas para explicar
Repitiendo las historias que surgieron desde atrás
Cada vida un juego en vuelo
Vieja idea en el manjar
Que con las manos soñamos alcanzar
Moldea el arte sano su ciencia en bienestar
Buscando las maneras de sentirla atravesar
Los sentidos del presente
Su agonía su final
Su principio en nacimientos
Que florecen sin parar
Las miradas las sonrisas
Los mauyidos, sus dolores
Sus quejidos, el lloviznar
Tantos fríos que nos duelen
Cuantas luchas a defender
Cuantos males que nos miran
Cuanto malo a terminar
Autodestrucciones por doquier
Tanques yanquis
Bombas, planes
¡Detenerse! Ya no hay más
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