Tiempo de tormenta (tronada)
Poema publicado el 01 de Marzo de 2024
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
Un enfurecido estruendo se propaga,
tan oscuro que ensordece mi osamenta.
Ha caído la torre sobre un mundo ocioso,
detenido, arrumbado en su propio orondo.
Cae la torre también sobre mi alma.
Y mi alma retumba, retumba, retumba.
Y parece romperse mi alma.
Y revienta mi alma y desbarata el cuerpo.
Y todo es perturbador, alarmante, trágico,
trágico, trágico, trágico…
Una torre de piedra plomo
se desmorona sobre un mundo quieto,
quieto, quieto, tan quieto como la muerte.
Cae la torre.
Cada piedra plomo salta, estalla, explota.
Truena, truena, truena…
Cae la torre de piedra plomo sobre el mundo,
sobre el mundo quieto…, sobre mi alma…
Y mi alma, toda entera,
se remueve en la zozobra del ronquido.
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
El cielo se desgarra,
quiebra su armonía de plúmbea opacidad.
El estrépito ha partido el universo.
Cada piedra plomo choca sobre un mundo quieto.
Mi alma se remueve.
Cruje, cruje, cruje mi alma.
Y cruje el mundo…
¡Cruje el mundo!
Y todo es estático, explosivo, inesperado,
inesperado, inesperado, inesperado…
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
Cruje, cruje, cruje mi alma.
Y cruje el mundo…
Y todo es inconsistente, callado, atronador,
atronador, atronador, inconsistente…
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
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Poema publicado el 01 de Marzo de 2024
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
Un enfurecido estruendo se propaga,
tan oscuro que ensordece mi osamenta.
Ha caído la torre sobre un mundo ocioso,
detenido, arrumbado en su propio orondo.
Cae la torre también sobre mi alma.
Y mi alma retumba, retumba, retumba.
Y parece romperse mi alma.
Y revienta mi alma y desbarata el cuerpo.
Y todo es perturbador, alarmante, trágico,
trágico, trágico, trágico…
Una torre de piedra plomo
se desmorona sobre un mundo quieto,
quieto, quieto, tan quieto como la muerte.
Cae la torre.
Cada piedra plomo salta, estalla, explota.
Truena, truena, truena…
Cae la torre de piedra plomo sobre el mundo,
sobre el mundo quieto…, sobre mi alma…
Y mi alma, toda entera,
se remueve en la zozobra del ronquido.
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
El cielo se desgarra,
quiebra su armonía de plúmbea opacidad.
El estrépito ha partido el universo.
Cada piedra plomo choca sobre un mundo quieto.
Mi alma se remueve.
Cruje, cruje, cruje mi alma.
Y cruje el mundo…
¡Cruje el mundo!
Y todo es estático, explosivo, inesperado,
inesperado, inesperado, inesperado…
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
Cruje, cruje, cruje mi alma.
Y cruje el mundo…
Y todo es inconsistente, callado, atronador,
atronador, atronador, inconsistente…
Una torre de piedra plomo:
su derrumbe es la causa de mi susto.
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