Ocaso
Poema publicado el 19 de Noviembre de 2023
Abracemos este encuentro y saludémonos en esta, nuestra despedida,
Si, así como lo oyes, y grabemos también en nuestra mente este momento,
Como el mas importante evento de nuestra efímera y eterna historia, solo nuestra.
No de amor, tal título no se debe dar a quien siempre voló tras otra memoria y otro corazón.
Historia que presencio su final, pero que se negó a morir en el ocaso de su propia existencia,
Final que nunca se selló como se deben sellar las historias llenas de fantasía, caos y desamor.
Final que debió marcar la dicha de podernos ver lejos, separados y venturosos en nuevos amores,
No atados y amarrados a un deseo, una pasión y el anhelo de un amor que nunca pudo ser.
Hoy quiero darnos la despedida que merecemos, que aquella historia merecía,
de cualquier manera, siempre nos despedimos de lo que amamos, de lo importante y lo especial,
digo esto, pues lo vivido junto a tu corazón, tus labios y tu cuerpo siempre tuvo un tinte único,
ojalá no hubieras volado en otros brazos mientras pensaba que la exclusividad era para mí.
Hoy la libertad en el amar, la dicha de saberme lejos de tus labios, de tu mirar, de tu sonrisa,
Tu piel, tus besos y tu cuerpo envuelto en la pasión que lleno de éxtasis a mi corazón,
Que sacio mi deseo y la siempre latente necesidad de ti, de tus abrazos, de tus palabras,
Que llenaban de aliento y de inteligencia todo cuanto fuimos, me permite disfrutar lejos de ti.
Hoy la paz que experimento al sentirme lejos de ese sentir que un día puso palabras en mis manos
Hechas poesías para ti, que puso canciones en mis oídos que resulto ser solo música para ti,
que permitió florecer las intenciones y la locura por ti, por ese amor y por ese sentir,
la paz de abrazar la libertad y recuperara la vida misma, desprendido de dicho sentimiento.
Por favor no te vayas, al menos, no así, no con ese reflejo de enojo y frustración,
No con esa expresión en tu rostro y en las lagrimas que se asoman en tus hermosos ojos,
No es necesario este drama ahora, no sueltes esas lagrimas que ahora resultarían inútiles,
Lagrimas tan necesarias en el auge y clímax de aquella historia que marco nuestras vidas.
No me malentiendas, no es odio lo que siento por ti, tampoco un deseo revanchista,
Es que no puedo evitar la felicidad que siento en la libertad del amor que ahora me acompaña,
Libertad de ti, de la sombra taciturna de tu recuerdo respirando en mis oídos,
Palpitando en imágenes y deseos que ya no anhelo ver florecer en mi vida.
Es la libertad del amor que hoy me abraza y me calma, que lucha a mi lado y que me levanta,
Que me presta el escudo y me entrega las armas en cada batalla para luchar, para vencer,
Es quien me espera y me recibe en el regazo de su piel, y me arropa en pasión y amor
Llenando mi vida de paz, de bienestar y bendición, quien no espera, pero entrega todo de sí.
No como ese sinsentido que me arropo el alma cuando nuestra historia floreció,
Que empaño mi corazón y me apreso en lo que creí fuera una hermosa historia de amor,
Casi digna de literatura pero que al llenarla de realidad solo pudo quedarse en un cuento,
Producto de la imaginación que alguna vez acompaño tu ausencia y que me aunó a lo inexistente.
Tan inexistente como tu amor y como lo que alguna vez se materializo en mi realidad,
Que se me mostro como algo hermoso, como algo verdadero y digno de total entrega,
Pero lo que mis ojos no vieron se hizo presente con el tiempo, y las palabras de tus labios,
Lo deseos de tus palabras que matizaban la verdad, navegaron en el rio de las ilusiones perdidas.
Pues cada palabra, sentimiento y deseo de tu corazón, de tu piel y de tu ser,
Vagaban detrás de otro nido, de otra historia real para ti, incluso lejos de tu propio nido,
Tal vez solo querías un sentimiento que aterrizara tu historia a la realidad de esta vida,
Y lo encontraste y fuiste feliz, victima, presa, liberada o simplemente triunfalista…
Luego entendí que debía ser también ese tipo de triunfalista y decidí darle vida a mi realidad,
Alejándome y renunciando a falacias de historias como tú, como la tuya y como ese amor,
Y abrace mi presente, aferrándome a lo que tenia en frente, y adaptando mi mente, mi corazón,
mi deseo y sentimientos a este mundo, a la que ahora es mi vida y realidad, ya sin tu sonrisa.
Abriendo mis ojos y volviendo a vivir puedo darme cuenta, ahora, que ya no dueles,
Ya no inspiras ni despiertas alegrías, tristezas, pasiones, amores o deseos,
Mucho menos odios o rencores, no alcanzaría para la nostalgia porque para eso se necesita amor,
Y amor fue lo que nunca tuviste para mí, para otros si, lejos de tu nido, pero nunca para mí.
Ahora puedes irte, yo me quedo con la tranquilidad de lo que fue y de lo que no fue,
De lo que existió y de lo que no, de lo real y lo falso, pero sobre todo de lo que fuiste para mí,
Esa canción, ese poema, esa locura y esa pasión que siempre persistió a existir, princesa,
A vivir y negarse a morir en mi memoria, en un rincón de mi corazón, corazón segregado de ti.
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Poema publicado el 19 de Noviembre de 2023
Abracemos este encuentro y saludémonos en esta, nuestra despedida,
Si, así como lo oyes, y grabemos también en nuestra mente este momento,
Como el mas importante evento de nuestra efímera y eterna historia, solo nuestra.
No de amor, tal título no se debe dar a quien siempre voló tras otra memoria y otro corazón.
Historia que presencio su final, pero que se negó a morir en el ocaso de su propia existencia,
Final que nunca se selló como se deben sellar las historias llenas de fantasía, caos y desamor.
Final que debió marcar la dicha de podernos ver lejos, separados y venturosos en nuevos amores,
No atados y amarrados a un deseo, una pasión y el anhelo de un amor que nunca pudo ser.
Hoy quiero darnos la despedida que merecemos, que aquella historia merecía,
de cualquier manera, siempre nos despedimos de lo que amamos, de lo importante y lo especial,
digo esto, pues lo vivido junto a tu corazón, tus labios y tu cuerpo siempre tuvo un tinte único,
ojalá no hubieras volado en otros brazos mientras pensaba que la exclusividad era para mí.
Hoy la libertad en el amar, la dicha de saberme lejos de tus labios, de tu mirar, de tu sonrisa,
Tu piel, tus besos y tu cuerpo envuelto en la pasión que lleno de éxtasis a mi corazón,
Que sacio mi deseo y la siempre latente necesidad de ti, de tus abrazos, de tus palabras,
Que llenaban de aliento y de inteligencia todo cuanto fuimos, me permite disfrutar lejos de ti.
Hoy la paz que experimento al sentirme lejos de ese sentir que un día puso palabras en mis manos
Hechas poesías para ti, que puso canciones en mis oídos que resulto ser solo música para ti,
que permitió florecer las intenciones y la locura por ti, por ese amor y por ese sentir,
la paz de abrazar la libertad y recuperara la vida misma, desprendido de dicho sentimiento.
Por favor no te vayas, al menos, no así, no con ese reflejo de enojo y frustración,
No con esa expresión en tu rostro y en las lagrimas que se asoman en tus hermosos ojos,
No es necesario este drama ahora, no sueltes esas lagrimas que ahora resultarían inútiles,
Lagrimas tan necesarias en el auge y clímax de aquella historia que marco nuestras vidas.
No me malentiendas, no es odio lo que siento por ti, tampoco un deseo revanchista,
Es que no puedo evitar la felicidad que siento en la libertad del amor que ahora me acompaña,
Libertad de ti, de la sombra taciturna de tu recuerdo respirando en mis oídos,
Palpitando en imágenes y deseos que ya no anhelo ver florecer en mi vida.
Es la libertad del amor que hoy me abraza y me calma, que lucha a mi lado y que me levanta,
Que me presta el escudo y me entrega las armas en cada batalla para luchar, para vencer,
Es quien me espera y me recibe en el regazo de su piel, y me arropa en pasión y amor
Llenando mi vida de paz, de bienestar y bendición, quien no espera, pero entrega todo de sí.
No como ese sinsentido que me arropo el alma cuando nuestra historia floreció,
Que empaño mi corazón y me apreso en lo que creí fuera una hermosa historia de amor,
Casi digna de literatura pero que al llenarla de realidad solo pudo quedarse en un cuento,
Producto de la imaginación que alguna vez acompaño tu ausencia y que me aunó a lo inexistente.
Tan inexistente como tu amor y como lo que alguna vez se materializo en mi realidad,
Que se me mostro como algo hermoso, como algo verdadero y digno de total entrega,
Pero lo que mis ojos no vieron se hizo presente con el tiempo, y las palabras de tus labios,
Lo deseos de tus palabras que matizaban la verdad, navegaron en el rio de las ilusiones perdidas.
Pues cada palabra, sentimiento y deseo de tu corazón, de tu piel y de tu ser,
Vagaban detrás de otro nido, de otra historia real para ti, incluso lejos de tu propio nido,
Tal vez solo querías un sentimiento que aterrizara tu historia a la realidad de esta vida,
Y lo encontraste y fuiste feliz, victima, presa, liberada o simplemente triunfalista…
Luego entendí que debía ser también ese tipo de triunfalista y decidí darle vida a mi realidad,
Alejándome y renunciando a falacias de historias como tú, como la tuya y como ese amor,
Y abrace mi presente, aferrándome a lo que tenia en frente, y adaptando mi mente, mi corazón,
mi deseo y sentimientos a este mundo, a la que ahora es mi vida y realidad, ya sin tu sonrisa.
Abriendo mis ojos y volviendo a vivir puedo darme cuenta, ahora, que ya no dueles,
Ya no inspiras ni despiertas alegrías, tristezas, pasiones, amores o deseos,
Mucho menos odios o rencores, no alcanzaría para la nostalgia porque para eso se necesita amor,
Y amor fue lo que nunca tuviste para mí, para otros si, lejos de tu nido, pero nunca para mí.
Ahora puedes irte, yo me quedo con la tranquilidad de lo que fue y de lo que no fue,
De lo que existió y de lo que no, de lo real y lo falso, pero sobre todo de lo que fuiste para mí,
Esa canción, ese poema, esa locura y esa pasión que siempre persistió a existir, princesa,
A vivir y negarse a morir en mi memoria, en un rincón de mi corazón, corazón segregado de ti.
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