Mi verso.
Poema publicado el 10 de Octubre de 2012
¿Dónde están las flores de aquel rosal?,
¿Dónde las nubes de mi día otoñal?,
escondiste, Oh malvada,
las risas de mi vieja juventud,
desechaste en mi presencia la gloriosidad de mi vivir,
en ti no hallo mayor felicidad,
que la de un labriego al final de su jornal,
no encuentro, por mas afán,
una plaza dentro de un hogar,
despedida estoy de alegría en mi vivir,
despedida de gozar dicha y paz;
mas con tus detestables garras, alejas de mí,
al amor por quien he de suspirar,
sin negar debo, sin embargo, aclarar,
que con gracia, encanto y dolor,
las letras se iluminan en mi corazón,
agradezco a ti, desdichada virtud,
agradezco a ti en el arte de mi escritura dejarme vivir,
que en la miserable vida, comencé ya a morir,
a ti, querida vida he de agradecer,
que en los desfortunios que me otorgaste,
mi verso encuentra placer;
Oh, desventurado Tántalo,
prodigiosa tu pluma habría de ser,
si en tu alma la mía tendría placer;
VIDA, vida miserable que me tocó vivir,
con cuyos versos apretados calmo mi sufrir.
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Poema publicado el 10 de Octubre de 2012
¿Dónde están las flores de aquel rosal?,
¿Dónde las nubes de mi día otoñal?,
escondiste, Oh malvada,
las risas de mi vieja juventud,
desechaste en mi presencia la gloriosidad de mi vivir,
en ti no hallo mayor felicidad,
que la de un labriego al final de su jornal,
no encuentro, por mas afán,
una plaza dentro de un hogar,
despedida estoy de alegría en mi vivir,
despedida de gozar dicha y paz;
mas con tus detestables garras, alejas de mí,
al amor por quien he de suspirar,
sin negar debo, sin embargo, aclarar,
que con gracia, encanto y dolor,
las letras se iluminan en mi corazón,
agradezco a ti, desdichada virtud,
agradezco a ti en el arte de mi escritura dejarme vivir,
que en la miserable vida, comencé ya a morir,
a ti, querida vida he de agradecer,
que en los desfortunios que me otorgaste,
mi verso encuentra placer;
Oh, desventurado Tántalo,
prodigiosa tu pluma habría de ser,
si en tu alma la mía tendría placer;
VIDA, vida miserable que me tocó vivir,
con cuyos versos apretados calmo mi sufrir.
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