Un mundo eterno
Poema publicado el 16 de Enero de 2014
“En un mundo eterno”
(Para ser cantado por el protagonista masculino de la obra “Historia de vampiros…Nosferatu, el musical” que prepara soprano Isabella Zaffi)
En un mundo eterno
en el que no existe luz
y donde lo oscuro, es la verdad.
Soy lo que soy…y vengo
a donde no existe el sol
y te quiero abrigar…
Soy el amor de ayer,
amasado en la crueldad.
Sin más ni más…te pretendo;
mía, flor del tiempo… y del mal.
Soy por ti y eres por mi.
Sombra universal.
Ser sin tiempo ni espacio,
a mi mujer vengo a buscar.
Serás llanto, grito y silencio.
Mia en la inmortalidad.
Exquisito elixir eviterno.
Para bien o por mal.
Mira mis ojos atentos.
Recuerda cuando fui tu rey.
Tu hombre, tu fe, tu desvelo,
que ha vuelto y siempre estará.
Para ser halo de vida…
Temer, creer y amar.
Vigilia de un sueño,
flor nacida del mal,
aromas de sombras y sangre,
te desean mis abrazos;
entrégate sin pudor.
No intentes escapar.
Abrázame y déjame entrar;
ábrete en alma y en cuerpo,
a la vida sin vida y sin final.
Déjame entrar en tu ser
y será gozo y placer
de eternidad.
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Poema publicado el 16 de Enero de 2014
“En un mundo eterno”
(Para ser cantado por el protagonista masculino de la obra “Historia de vampiros…Nosferatu, el musical” que prepara soprano Isabella Zaffi)
En un mundo eterno
en el que no existe luz
y donde lo oscuro, es la verdad.
Soy lo que soy…y vengo
a donde no existe el sol
y te quiero abrigar…
Soy el amor de ayer,
amasado en la crueldad.
Sin más ni más…te pretendo;
mía, flor del tiempo… y del mal.
Soy por ti y eres por mi.
Sombra universal.
Ser sin tiempo ni espacio,
a mi mujer vengo a buscar.
Serás llanto, grito y silencio.
Mia en la inmortalidad.
Exquisito elixir eviterno.
Para bien o por mal.
Mira mis ojos atentos.
Recuerda cuando fui tu rey.
Tu hombre, tu fe, tu desvelo,
que ha vuelto y siempre estará.
Para ser halo de vida…
Temer, creer y amar.
Vigilia de un sueño,
flor nacida del mal,
aromas de sombras y sangre,
te desean mis abrazos;
entrégate sin pudor.
No intentes escapar.
Abrázame y déjame entrar;
ábrete en alma y en cuerpo,
a la vida sin vida y sin final.
Déjame entrar en tu ser
y será gozo y placer
de eternidad.
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