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El largo miedo hasta el silencio (libro de poesía) - Poemas de Jorge Lemoine Y Bosshardt



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Categoría: Poemas de Amor
El largo miedo hasta el silencio (libro de poesía)
Poema publicado el 19 de Febrero de 2011

POEMAS




Una luz
en los
ciegos.



1.

Hay algunas palabras que debemos no pensar
Desnudémonos de palabras
Voy a lavarte con la luz de mis manos
Voy a entrar en ti
te voy
feroz como la luna
en el animal de silencio que rodeas
Aunque la poesía nos chorree por el hachazo
como la miel de los árboles
pasémonos la lengua por los ojos
para medirnos la vida
La primavera tiene el tiempo de las frutas
es tiempo de nosotros
Pasémonos la lengua por la vida
desmintiendo el nunca
ya estamos haciendo rastros
pero acércate mucho más
vengamos a los pies de caminarnos
para vaciarnos de las palabras
y lavarnos la sombra con la luz de las manos.




2.

YEGUA MÍA DE TODAS LAS
COSAS TENEMOS EL NO
VIVIR ES IR SUPLANTANDO
LOS NO POR EL YO

VENTE A NOSOTROS.




3.

Hasta el mediodía de tu sangre
con la valentía de un ciego
mi barco se abre camino como un hijo.
Es la hora que todo lo que te quiera
te lo escribo
por eso se abre mi barro
se desafora el grito subterráneo
y toda mi tierra acude al árbol
que la justifica
quiero cantar
mis pies
por tus entrañas
y poblarte los templos que me esperas
que todo
fue venido a un tiempo
y a una espera
que si no tuvo vigilia
se supo en la llegada
como la soledad se aprende
en el primer rostro.




4.

Aquí te traigo mi piel y mi sangre
para que te seques las manos
de tantos ciegos que llevas
mientras lavo los tuyos
con la sonoridad del silencio.




5.

No hemos preguntado por ayer
No preguntaremos
Ni por mañana
Nos subimos a los ojos
y nos habituamos
como haber sido siempre yo.
Quién puede poner en duda la estación
de nuestros ojos.
Pero habrá un invierno
pregunto ahora habrá un invierno
y decir eso es decir que ahora verano
o primavera
o mierda pero no invierno
y digo entonces que ahora es
ahora y mañana es nunca?




6.

Mansa mía
tus furias suelen cantarme como los
campanarios del mar.




7.

Tal vez
no esperaras que dijera lo que he dicho
Todo puede sorprendernos.
Eso
es vivir
entrar en nosotros
como en esas casas misteriosas
que reconocemos
apenas
como en una transparencia
de tiempos.




8.

Voy torneándome por tus trigos
como la lluvia
se parece al árbol
en la ruta de la savia.
Ahora que nos hemos vivido
Ahora que nos hemos vivido unas palabras
pasémonos las manos por el odio
y arranquemos la poesía
del árbol de silencio.




9.

Yo lamía los ojos del silencio
como un ciego manosea las estrellas
todo lo acariciaba
y el perro azul de tu cabeza
y pasaba los ojos por la lengua del silencio
para lavarme la vida con estrellas
y el perro azul de mi silencio
se comía el perro azul de tu cabeza
Todo lo entendía
como un ciego
pero luego vinieron las cosas sin certeza
entonces el silencio que cerró los ojos
y el ciego abierto por afuera
con todo el vientre de cerrojos
midiéndome la vida en tu cabeza.
Mal perro azul de mi silencio
le crecieron estrellas
y entonces la poesía y el perro azul
de tu silencio
pasándome la lengua por la lengua.




10.

Tengo en la ternura la ferocidad de la lluvia
voy a navegarte
soy tu capitán
y me tengo en las manos
para untarte mi sombra caliente
mar mío
capitán en tu estrella de sangre
apenas te he visto mirarme
y ya te digo mujer porque hasta conmigo.




11.

Sabemos que no somos
ninguna de las palabras
que nos decimos
vivimos más atrás de nuestros acuerdos
mirándonos desde las heridas
qué certeza tiene un ciego
de que el otro también lo está?
y un día
después de tantos acechos
después de habernos
después de habernos parapetado detrás de
las palabras
abarcamos la certeza
como a los sueños
y nos sentamos juntos
juntos al silencio
convocados a todas las cosas
y tal vez tengamos las palabras para decir
que la fe que nos viene
después de habernos desconfiado
nos vive mucho más.




12.

Entraré en ti hasta el exterminio
las hordas de mi sangre
te confinarán en tus propios rincones
mataré tus rebaños para dar
de comer a mis soldados
De todos los palacios que me sobren
haré lugares para mis caballos
violaré tus cementerios
y te obligaré nuevos Dioses
te comeré las manos y lo que
sobre engordará mis perros
y no me traicionarás ni con veneno en
mi vino
ni cuando duerma la embriaguez
de las orgías.
Afilarás mis espadas y mis lanzas
y curarás con tu polen las heridas
que los tuyos hayan clavado en mis
soldados.
Y luego, manso como un rey
te diré que te he amado mucho.




13.

Amiga
dejemos la poesía
para los que no tengan la vida
depongamos los nadie
que nos somos
y entrémonos fácilmente
como la soledad.
Démonos las manos
cambiémonos las manos
como antorchas
para explorarnos
para medirnos el nunca con la piel.




14.

Somos hermosos como los rinocerontes
como las hormigas y como las águilas
porque tenemos ojos para nosotros;
y lo seríamos como los hombres
si en vez de pensar el amor nos
lamiéramos con las manos.




15.

Enfrentarnos aquí
(el frente redondo de los ciegos)
Después de todos los caminos
que hicimos en el silencio
habitarnos el tiempo
con un gesto de espacio
Poblarnos esta actitud de manos
con raíces penetradas de altura
dejando la saliva de las horas
en el borde luminoso de los ciegos
Enfrentarnos aquí
mi silencio envainado en tu garganta
la vida uncida en las palabras
untándonos los ojos de testigos
Enfrentarnos aquí externos a dos
ojos adentro
como el innumerable infinito en los espejos.
Enfrentarnos aquí
aceptando un rostro para la soledad.
Y el largo miedo
hasta el silencio.




16.

Volcarme por los bordes de tu cordura
caer como hormigas que trepan
chorreando la sombra
desviscerada con palabras
vociferar mi silencio
como anchas lanzas de espacio
vivirlo todo con la infatigable infinitud
de un verbo
y olvidar
o ya no pensar en todos los hombres que
he sido
redondo en mí
de haberte tragado como a un túnel
y decir que hasta
asido como un náufrago en tu boca
cruda como el sol como el fuego
encallado en tus dientes
diciendo amor con pájaros calientes
rebasándonos los ojos
que cerraban la locura.




17.

Canta como si fuéramos antiguos

Tal vez preguntes por qué elijo palabras
que no se parezcan a sí mismas
por qué escribo cosas tal vez incomprensibles
como elegir en vez de un rostro, el eco
en un espejo. Tal vez me preguntes
por qué anudar palabras como eso
de tejer colores en los ciegos y hacer largas
trenzas que se desatan con sólo tirar de
los extremos. Tal vez me preguntes con
insultante franqueza por qué desvarío
por qué, y mediando una buena voluntad
de entenderme, intento conceptos
inasibles, fantasmales abstracciones
como son los caóticos absurdos construidos
con las cosas más sencillas, simples y
cotidianas como el sol o todo lo animal
y lo vegetal y mineral.
Y por qué no digo nunca amor o
tristeza o melancolía.

Pues entonces me alegraría de no
saber qué contestarte. Y te seguiría
diciendo cosas incomprensibles, tanto
como es amar.




18.

Quiero ser dulce como un soldado herido
Haber delirado en las manos de tu
insomnio.




19.

Tú eres una niña pequeña
una niña pequeña redonda y luminosa
tus dientes tienen el olor de las manzanas
murmuradas con la lluvia
y tus manos el olor de la tierra
iluminado con la lluvia
Ahora bien, como si tú fueras
en verdad una niña,
como si yo fuese tu tío severo y silencioso
como una vela
te sientas asustada ante mis bigotes
(imagíname unos bigotes de tío)
mis bigotes serían como un lacio cóndor
desplegado y sonreído.
Entonces yo te preguntaría por ejemplo
cuáles son los dientes del tiempo.
Luego te contestaría que yo tampoco lo

y como tú no podrías jugar a ser abogada
como tu tío
ni yo enseñarles a mis bigotes a jugar
con tus muñecas
olvidaríamos este verso de hadas
y te besaría el pecho caliente
como el de una niña luminosa y trémula
pero con las frutas crudas
de la mujer que se te vino
y mordería el vino duro de tu boca
y de repente te regalaría un
chocolatín
porque tal vez pensáramos que tu
madre tiene razón
que no debemos acostarnos juntos.




20.

(Lo que pongo entre paréntesis
no tiene nada
que ver.)




21.

Juguemos en la cama
mientras tu vieja no está
vieja estás?
vieja estás?
me estoy sacando los pantalones
¡pero vieja! si no podemos jugar los tres
¡soy yo, tarada! que te contesto como el
lobo
Ah!...
Metele que se nos acaba el verso
Y si sigue
puede llegar tu vieja.




22.

Ya lo ves
cualquier mundo que invente
para que vivamos,
sigue siendo mi fantasía
y entre los dos
no somos capaces de una realidad.




23.

Nunca he dicho la palabra alma
es una casa
donde nunca entré porque sí
—todos mis hábitos empiezan en porque sí
tal vez no haber vivido una palabra
significa no haber vivido su significado
Estoy tan rabiosamente acostumbrado
que no podría internalizar las cosas
de otra manera que con la forma de las
palabras
porque nada emito, sólo recibo
En última instancia
es como si el árbol recibiera
las frutas
desde la tierra, y ésta, de la lluvia.
Pero he dicho como, como si el árbol
por eso no debe ser lo mismo
y en ese caso
ya estoy poniendo en duda las
verdaderas palabras de decir lo que
he comparado para poder expresar.
Y dije última instancia
¿es alguna característica del alma?
porque haber dicho lluvia, es en
mi terreno remitirse a más
y a una extensión que me excede
y yo llego hasta el último signo de
lo humano.
Yo que soy cualquiera
y estas cosas del "alma"
que no siempre son de la piel
en qué otro sitio que en el "alma" misma
pueden existir
Porque la duda de ella ya es una cosa
de ella
y la primera duda total
de mi existencia La certeza
sería no tener imágenes
y qué imagen puedo pretender de
una cosa que no existe.
Y sin embargo
yo de todas mis cosas porque sí
me animo al alma
porque de tanto sacudirme
una palabra que se me ha instalado
quiero decírtela
porque si existe
y yo la tengo
creo que es allí donde existes.




24.

Dime, a ver
acaso nuestras distancias no son
todas mentales?
—en la misma agua
quedaron flotando
mezclándose infinitamente
como la sombra en los ciegos
los pequeños náufragos de nuestra
transpiración—
Hemos estornudado en la misma
calle
y en infinitesimales hojas
quedamos anudándonos en la
tierra
como todas las hojas del otoño.
Y ahora aquí
hablamos del amor y de la
inimposible lejanía
sólo porque soy cobarde
y no te violo
y no aprendemos entonces
el amor por el principio.




25.

Tal vez mi voz sea un largo espejo
déjame acostumbrarme a los nuevos
rostros
la voz me crece con las palabras
no es un sitio que espera
y yo no soy previo a nada
sino que voy siendo
las cosas que me pasan
Ahora bien,
quise tejer
extrañas mantas
con la lana de todas mis palabras
y aquí
que soy palabras
porque nada sería
de no tener nada que decir
acepto la palabra silencio
y la palabra nada
y la palabra nunca
y las tres reniegan de su significado
y sabes por qué?
porque a veces nos quedamos en la piel
de las palabras
y no entramos en ellas.
Por eso parece absurdo que para
decir silencio
diga una palabra
diga una palabra que está hecha
de lo contrario que el silencio.
Lo ves claro
sólo nos fijamos
y somos
las cosas
por los sentidos
Acaso estúpidos de nosotros
cuando nos creemos superiores a un perro
porque tenemos alma
no es nuestra carne
tan molecular como la de los perros?
Y entonces por qué pretender que la
carne niegue
el alma
que la piel de las palabras
anule su corazón
¡Debes entender que todo lo
que digo existe!
Hasta el alma
de la que dije su palabra para renegar
de ella.
Debes entender que las palabras
son las cosas mismas
¡¡¡Debes entender!!!




26.

(Perdóname,
yo sé que tengo derecho de gritarte
sé que soy superior a ti porque soy
hombre
y si te retobás te cago a palos
pero ponete mis besos como una bufanda
y pisame la lengua
y si querés meteme las te--s
en los ojos que yo te voy a seguir diciendo que te quiero.)




27.

Algunas veces creemos en Dios
Dios todopoderoso
Eso nos pasa cuando vemos
a un perro
abocado toda su vida a morir
—porque vivir por sólo la vida
es vivir para morir—
o cuando vemos las algebraicas
hormigas
mucho más predecibles e
invariables aún
que los perros.
A veces lo sentimos
¡oh Dios!
frente a algunos hombres
Dios todopoderoso
el que todo lo puede todo lo hizo
y estas hormigas y estos perros
y yo que creo en Dios perfecto
—y lo escribo con
mayúscula porque así me lo enseñaron
y no me venga a hacer el moderno
porque tengo miedo—
y me creo mejor
al mirar un perro
que me convence de Dios
que hizo cosas peores.




28.

No me vengan con eso
porque no es lo mismo
asesinar a un hombre
que matar una hormiga
(¡Uia!... lo escribí diferente)
una cosa es asesinar
y otra es pisar
...¡Pero si cuando le pregunté
a Padre Azcárate
me dijo que matar era pecado
porque era ir contra la voluntad
de Dios
suprimiendo una vida que él había
creado...!
¿No se habrá confundido?
¿No se habrá confundido después
cuando me dijo que todo era
obra de Dios?
Porque él a veces ponía
veneno para las hormigas
en el jardín.
Tenía un jardín muy lindo.




29.

¿Qué clase de Dios todopoderoso y
perfecto es éste?
A ver

yo soy menor.
Él es bueno
Él me perdona mis torpezas
porque soy infinitamente pequeño y
ciego
Pero no debo matar
(Él lo sabe todo
Es único
(¡hip! ¡hip! raaaa.)
Él es el que es
Si es es. ¿No?
(¿iré bien así?) Entonces
...como él es primero
se creó a sí mismo)
[lo que puse entre paréntesis no
tiene nada que ver]
Pero también es matar
construir un muñeco de matar.
Pensando en los Terroristas
¿No se irá Dios al infierno?

(Porque ese dicho de
cocinarse en su propia salsa)

¿No?




30.

Si piensas a veces
que lo que te escribo
no lo he escrito para ti
No pienses eso
este cuaderno
terminará diciendo
que me perdones por no
habértelo dedicado.




31.

Perdóname que no sea un poeta
pero te quiero todo lo que te escribo, como
si lo fuera.




32.

Claro,
Entonces se equivocó dos veces
el padre Azcárate
(¡Padre!)
porque si Dios se va al infierno
y la felicidad es ver a Dios
y el cielo es la gloria...?
Sí ¿no?

Tengo que irme al infierno
para ser bueno
Porque quiero ver a Dios
pero para ir al infierno
debo ser malo
¿No padre?
¡Padre!




33.

(o no,
me voy a aprovechar,
voy a ser bueno y voy a ir al cielo
y voy a ser Dios
y dios que va a estar en
el infierno va a ser
lucifer
todo negro y con cuernos y
padrehijoespiritusantoamén
(no se me vaya a aparecer)
y me las va a pagar
va a ver.

Ya decía mi mamá
que yo había nacido para
presidente de la nación.
¡Vieja! te quedaste corta.




34.

Me tengo que apurar
no vaya a ser que con tanto
santurrón
con tanto cáncer
y con tanto Montonero
alguno me gane de mano
y me saque la presidencia.

Pero tengo que esperar
si me suicido me voy al infierno.




35.

¿Qué pasa Clementina?
¿Quién tocaba el timbre?
¿El padre Azcárate?
¿Tendrá miedo de que publique
mi libro?
¡Los tengo!
¡tengo el clero en un puño!
¡Rico!
¿me oye?

¡...que tengo el clero en un puño
coronel!
(si supiera que dentro de poco...
yo...
yo mismito...)...
¿Cómo?
¿Que ya había sacado un decreto?
¡Cagamos!




36.

Creo en nosotros
en nuestras risas
Creo en mí
—si no creyera en mí no podría
creer en nadie
creo en mí porque mucha
gente no me conoce
porque hay soldados en Bagdad
(porque las madres dan hijas
para que yo me las coja)
porque al silencio lo beso en la boca
cuando me siento solo
porque hay gente
porque hay gente que nos venimos
por el tiempo buscándonos los ojos
porque hay alguien en alguna parte
que se va a casar
conmigo
¡Ah!
porque soy capaz de matar
se los juro
¿pueden creerme?
Y si pueden creerme, yo también
creo en mí por eso
y por lo de más allá
¡(rajá a la mierda pelotudo
no ves lo que me hacés poner?
y ahora ya está publicado.
Creo en mí porque hay gente que no
conozco y que yo voy a conocer algún
día
creo en mí menos cuando leo lo
que escribo
Creo en mí porque el padre Azcárate
me dijo:
¡No! esta vez no se equivocó el padre.
Creo en mí porque creo en mi mamá
pero mi mamá es los otros
y dije que para creer en los otros debía
creer en mí
y si creo en los otros ya está
y creo en Dios padre todopoderoso
porque hicimos las paces
y me juró que no me va a
hacer picar por las hormigas
cuando
me quede dormido tomando sol.
Y creo
y creo que me estoy yendo
a la mierda.




37.

La paz es que la guerra esté en otra parte.




38.

Allegretto pizzicato para corno.

Traducción: soy cornudo porque
mi mujer se alegra cuando le
pellizcan el orto.




39.

Ya lo ves,
hasta aquí has llegado
—me estabas escuchando desde siempre
tal vez no nací para llegar a escribir
esto, tal vez no tenga importancia
que al empezar tú a leerlo ya estuviera
todo escrito.
Pero te regalé una noche, te hablé
al oído
porque me escuchas mucho más
cuando estoy solo.
Hasta aquí has recorrido mi garganta
como el camino de las hormigas.
Tal vez quieras saber dónde está
la veta del hormiguero
para echarle el veneno como el padre
Azcárate.
Pues bien el hormiguero está en mi
alma (aprendo a creer en las palabras
que me invento)
[por eso creo en Dios ahora que
lo he inventado]
pero no morirá, ni mis hormigas
porque debería morir yo
pero yo no puedo morir
porque has creído en mí
y tú eres inmortal
porque yo creo en ti
yo que te inventé
cuando descubrí el
amor
y luego te vi caminando por el tiempo
y te quise llamar y no sabía tu
nombre
y me reí por esa costumbre larga
de mi alma
y por ese hábito de ti
sin haber tenido historia.
Ahora quieres saber
qué deberás hacer con el veneno que
te sobra.
No te sobra
Debes rodear el mundo de veneno
para que ya no nos alcancen
las hormigas de nadie
Ni todos los jardines —gente absurda
cuando se siente el nosotros.
Y entonces no será prohibido
que nos comamos la sonrisa de las
flores,
que nos comamos todas las flores de
la tierra
y que reventemos de gordos
y después que lo hayamos
comido todo
nos muramos de hambre

pero juntos


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT


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