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Mis sueños se arrodillarán a tu paso en la ciudad de mi sangre (libro de poesía) - Poemas de Jorge Lemoine Y Bosshardt



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Categoría: Poemas de Amor
Mis sueños se arrodillarán a tu paso en la ciudad de mi sangre (libro de poesía)
Poema publicado el 23 de Febrero de 2011

POEMAS




1.

Anoche se me posó un ojo tuyo sobre el alma, y
me besó, con una palabra de silencio, para que
(tal vez) las palabras fueran más extensas que
las palabras,
Entonces yo también tuve rosas, como las tuyas
o como las mías y mi rosa estaba perfumada
de poesía sencilla y desprolija, como los jardines
sin labriego que te crecen
Y yo escuché tu voz ya sin vez,
que me contaba de tormentas doblegadas y de
anchos silencios desterrados, porque ya una lejana incerti-
dumbre con tu nombre, había dimitido y tenía una palabra
muy extensa ahora.
Gracias entonces también por serte luna,
(porque el cielo es de los que lloran
hacia arriba, ventana abierta y cara al viento)
Y tú evitaste que se perdiera mi silencio
y pudiste beberlo antes que se disipara
entre la gente.
Yo, que tal vez sabes quién soy, ahora
sembraré la lluvia en tus huertos
para ayudarte a clausurar tormentas
y cantaré con tu tarde ensimismada
cuando tus flores sean más rojas después de las
abejas.
Y esta luna que quisiera regalarte
para hacer en el altar del cielo un ara
hacia un Dios al que creamos juntos
sólo puede tener rezo en tu tristeza o en
tu alegría rescatada tras el miedo.
Tengo lo mejor de tu mano y de tus ojos
ya que no esperas otra cosa que mi mano a
veces ¿qué puede ser más puro que una
espera sin vigilia o que un amor que
nada espera?
Yo sé que ahora tus ojos son como las flores,
y que tus flores están llenas de rocío.
Perdóname amiga, mano mía, o mi
mismo silencio, porque estoy contento (que ésa
es mi rosa) de tener sólo tu beso lleno de sonrisa de
mirada infinita y de palabras. Son tus mejores
cosas, porque se han descalzado el mundo,
(así tu alma me llega sin pasar por el mundo)
Gracias entonces por tus pies y por tu
voz desnuda.

Un beso sin noviembre, para que no se
marchite (y lo olvides en un libro)




2.

Aquí estoy como esperando
sin poder buscar
porque los muelles ciegos no anticipan
barcos
Tengo miedo que mis faros
no sirvan al que llegue
que no avisen mis rocas
y que muera el día de
concluir la espera
con su barco hecho pedazos en mis piedras
y su ceguera techándole la muerte.
¿Cómo esperan un puñal los que
son ciegos?
¿cuántos siglos desde el miedo hasta
la muerte?
Y luego de pensar en su asesino
¿qué puede ser seguro sino el tajo?
si no llegando el filo seguirá
inclausurable la sospecha.
¿cuántos siglos demora alguna
noche?
¿y qué importa la mañana,
si sólo sirve para hallar un muerto?
si no ha de venir es esperanza sólo,
si es que ha de llegar, es que yo espero.
Hasta no haber llegado
seguiré esperando
sólo puedo saber que ya ha llegado
Y si no será una espera más extensa
que la vida
y que yo no sabré que no esperaba




3.

Porque tus palabras son antorchas para disipar
las sombras de mi silencio




4.

Un día, amor, mi mano morderá como las
hembras la tuya de guitarra
Y después de amansar su locura de paloma
desbocada
se acurrucará vencida y rota y conquistada
pero lacia y lenta como las gaviotas
en la tarde mansa
y arrodillarás el linaje de tu libertad
claudicada
para recoger mi fervor del que serás un ara
y con un silencio roto sin palabras
cantarás gritarás y nombrarás la historia
comenzada.
Entonces, amor, ese día que te llama
bajará un ave de gloria a señalarte blanca
y mansamente como mi ser lo acata
una orden de Dios se inflamará en tu alma.
Y no importarán las sendas que serán
abandonadas
un camino que llega a tu verdad, se
te abrirá a tus plantas
y yo te ayudaré a cruzar las aguas
porque si las espinas del mundo se me
clavan
y dimite mi voluntad acobardada
en tu sereno tesón que no se agacha
amamantaré la fe rota y secada.
Y ese día, amor, tu mano morderá como
las hembras la mía doblegada
y como yo, ahora, te alcanzo mi
devoción callada
levantarás mi frente y apoyarás mi
marcha.




5.

Tú sabes reina mía que a veces
un himno inaugurado destituye naufragios de silencio
tú restituyes tanto sueño
callado y seco
Y mitigas ese dolor de ausencia, sin partidas.
Tú encontrada
cuando la ermita del mutismo abdica
Tú himno
que arrasas el páramo de mi abandono
con un grito dulce como un mástil
de sol
para mis sombras ahuyentadas.




6.

una espesa música de silencio




7.

Una noche, tus ojos reman como golondrinas hacia
el otro lado.




8.

Cuando esté contigo sin estar contigo
y te crezca como una hiedra desde adentro.




9.

Cuando rota tu coraza de hermetismo
mi red te arranque los corales más profundos,
como una manera desmentida arrojarás el
mundo
y a tus ojos de acecho asomará un abismo.

Y ya el infranqueable candado del mutismo
que te empuja la savia que te ahoga
la verdad donde te cundo

y esa ciénaga infinita en que me hundo

se abrirán al silencio con que me enmimismo

y entonces la savia que te empuja desde el fondo

y el himno que propaga tu fe encontrada
te clavará mi ideal en lo más hondo

serán una mirada, desde lo más hondo




10.

el latido de una vela




11.

Aquí, a este lado de la distancia que es tu lejanía
mía
A esta manera de tu voz que es tu silencio
Aquí donde tu imagen me levanta
del abandono ritual de cada noche
Aquí (tal vez amor mío)
aquí me propago como un eco de mí
mismo,
(porque siempre las cosas solitarias
se ensanchan hasta el borde de su
hueco solariego)
Y camino estos países sombríos
recogiendo tus cosas o alguna manera
de tus cosas en cualquier parte.
A tu rostro conservado, o rescatado desde alguna otra
vida,
A tu rostro nuevo
pero recogido y cotidiano en un instante
con esa costumbre secular de ser
la luna de mi noche ensimismada
A tu rostro sencillamente tuyo
con la otra manera del vacío de mi costado,
a tu rostro sin palabras,
no le pregunto nada.
Las palabras nombran el mundo,
y tu rostro conquistado del mundo
pero ahora guardado en un sagrario,
ese rostro tuyo no tiene palabras,
y allí queda callado
como un eco de algún grito
o himno escuchado alguna
hora allí queda como una
bandera, y como un rastro
habitual de mi sendero,
(tal vez como una estela).
¿Para qué nombrarte?
Te digo en silencio, simplemente tú.
Ése es el nombre con que todos los
costados de la gente coronan al que llega
para siempre.
Tú.
No interesa que hayas llegado, pasaste,
eso es todo.
Ahora has quedado.
Tal vez te parecías a mi alma desde
siempre. Sí eso es.
Tú eras la única llave a mi candado
de sombras.
Habría un día
que maduraba más allá
Todo estaba preparado como tú eres
un huerto,
Todo era una espera como tú eres
un templo,
y en mi altar de vigilias sin cansancio
el lugar para nombrar a Dios tiene
tu nombre.
Pasa, (sin quizás) amor mío.
Esta fe de vivir
esta devoción de ser labriego
es el culto que arrodillo ante ti
He aprendido tu verdad, Tú eres.
Y ahora mi altar sin religión se inflama
tú vienes a dejarme un ara.
Pasa, amor, pasa
aprenderé a amarte como el mundo,
pero qué pueden importar los cómo
y qué las veces?
Ya tengo un oficio que titule mi
calvario,
qué más dan las palabras
para rezarte?
Tú quedarás, aunque el mundo
te vede y te clausure.
Ahora bien,
así como tengo un himno preparado que
te nombra
y mis sueños recuperados se arrodillarán
a tu paso en la ciudad de mi sangre,
al talón de tu noche le crecerá un grito
de hierro y de sol que te inaugure
y cuando fermente el pan de tu sagrario
y tu silencio cante
arrojarás el mundo como un rostro fingido
y agacharás la mentira de tu mano
para mojarnos con el bautismo
de dos costados consagrados
y el beso ofrecido será el pan de nuestra
misa.




12.

y tus ojos callan con el silencio de una
garganta que canta en otro lugar.




13.
EL ESPEJO

música desteñida




14.

Todos los planetas giran
alrededor del sol.
Marte gira alrededor del sol.
Marte es un planeta.
Teoría de la subsunción
Giran alrededor. sol.
otras cosas.
marte otra cosa




15.

El muerto es ciego
la muerte ciega
mas sólo el ciego,
ve la ceguera




16.

memorable chur
pobre gaucho




17.

Mientras hay tiempo todo es
sucesivo.
No todos los mañana son
simultáneos.
Por eso el no ser de una cosa
nunca es definitivo, y en
el que la piensa
sólo cabe esperar que sea para
lograr la certeza, ya que no
siendo se pueden esperar
siglos, de no ser y siempre
es posible que en un momento
sea. La nada sólo es cierta
en el intiempo. Por eso la nada
es el otro lado de las cosas
temporales.




18.

¿Para qué mirar más allá
a veces
si entre mañana y los ojos
la verdad es ahora
buscamos el sueño ilusorio
en las cosas que no
han sido
cegar el tal vez
y acortar el todavía
en el imperativo será
no descifrado
La única certeza de ser es
haber sido




19.

andando un sendero alto
donde no alcanza el suelo




20.

desnudándose del peso.

barca en playa




21.

¿Has visto volar el ave?

su vuelo colgando en alto
y colgándose en su vuelo

mas el vuelo no se asienta
el vuelo sigue volando
porque el vuelo siempre vuela

Yo no quiero ser ave
a tu lado sino vuelo
que siempre queda en el aire

el vuelo quizá es un ave
que en el cielo tiene tierra
y en el suelo tiene el aire

es un ave vuelta piedra
que no se desviste el peso
y siempre se queda en tierra

es el pez que está en el suelo
es el ave desalada
que ya no remonta el vuelo

Yo sé que ya perdió
las alas
de su suelo intocable
ya nunca se levanta

Cuando tú me dijiste adiós
quisiera haberlo soñado
no quería decir adiós
al sueño que ha despertado.




22.
BURBUJEABA

uñas y gatos de mar que te acometen




23.

el vuelo en su piso de cielo
como el río que acorbata
la tierra y no toma vuelo
a su aire de tierra no vuela
y en su suelo no de tierra,
de aire siempre se queda




24.

Penetra con tu mirada
hasta el fondo de mi ser,
y escarba por donde quieras
en que yo lo pueda ver.

Desmenúzame en pedazos
y éstos rómpelos aún más
contémplame en cada átomo
y no me dejes mirar.

Cuando todo me conozcas
sin permitirme engañar,
podrás pensar lo que quieras
sin que me atreva a negar.

Y es entonces, vida mía,
que ya no podré dudar.
que es cierto que tú me quieres,
que todo esto, es verdad.




25.
ÁMAME, ADÓRAME, DESÉAME

Dulce tiranía
que me vuelve ciega,
y que me estremece
como si la lluvia
me mojara entera.

Que me toma niña,
que me canturrea
el idioma dulce
de todas las flores
en la primavera.

Que me sabe a néctar,
y me huele a hierba
que recién cortada
al viento le entrega
fragancia primera.

Que titila alegre
como las estrellas
que tendré cercanas
luces de tus ojos.
cuando yo te vea.

En fin, que me vuelve
la feliz amada
del ser poderoso,
que aunque no lo pida
me sabe su esclava.




26.

el aire y el ala en el volar van pasos




27.

Una lluvia, de momentos, un chubasco;
cuánto aguante ante el suplicio,
qué entereza
qué estoicos soportaron este chasco.

Y el uno del segundo la amargura
condenado por quien él va condenando
más ávidos están de la tortura.




28.

Dos unidos en pareja por cariño
como tierras lazadas por un istmo
como el vientre íntimo y el niño
dos que aun siendo dos son uno mismo.
Así como soplos de amor que un pecho tiene presos
dos labios tejidos en un beso
tú y yo somos




29.

Hay sin medida
un momento
que en el reloj no tiene
metro
un instante
que no es tiempo
quizá por imperceptible
o por demás inmenso.
Es el instante
en que siento
tu presencia;
que te tengo
en la copa de tu boca
en el brebaje de un beso




30.

Me consuela saber que falta
muy poco para que llegues
me entristece el saber que acabo
una vez más de tenerte.




31.

Las cosas que tú me has dicho
las palabras que me dices
ésas nunca
se repiten
Escuché en otros alientos
los arrullos que murmuras
eran las mismas palabras,
faltaba que fueran tuyas
No ha tenido tiempo el tiempo
de hacerse, después de verte.
falta mucho hasta mañana
más lejana estás que siempre
no sé en qué cauces lejanos
fluye el tiempo
en el cauce de mi mente
mi recuerdo.
Ya no te veo y aún
no termino yo de verte
recién te veía y ya
estás ausente.




32.

Cuando es pequeño el instante
que falta para tenerte
aunque haya pasado el tiempo
y en él yo estuve sin verte
siento que te insinúas
por cercana, lentamente
te tuve y te vi recién,
ya he comenzado a perderte




33.

te he visto
hace poco tiempo,
menos tal vez,
que un momento.
Estás igual
de lejana
como ayer estuviste
y estarás mañana.
conservo quizá
la piel donde me tocaste
del toque no queda nada
quizá me quede en la mano
la costumbre reflejada
de llevar la tuya
aprisionada
mellada




34.

Te he visto
hace poco tiempo,
he dejado de verte,
hace sólo un momento.




35.

Un momento íntimo y hondo,
de espíritu y sentimiento;
instante de dos cariños
que son uno en el beso.




36.

Estoy solo,
tú no me hablas,
yo quisiera que llamaras.
Me llama en el pensamiento,
la voz que en lo real
no es nada.
mi ansiedad oye que llamas,
tu voz
el silencio apaga.
Escucho algo mudo que habla.
Es tu hablar
que quiere mi alma.
ella escucha
que me llamas
mi oído
no escucha nada.




37.

Hay sin medida
un momento,
que en el reloj
no tiene metro;
Un instante que
no es tiempo
quizá por imperceptible,
o por ser demasiado inmenso.
Es el instante
en que siento
tu presencia,
que te tengo;
en la copa de tu boca,
en el brebaje de un beso.
Un momento en que
sin peso,
por zonas brumosas
vuelo;
un momento en que
lo etéreo
de tu alma
en tu ofrenda bebo.




38.

Un arbusto de fuego hay en mi espíritu
que tallos de flámulas despeina
que es sepulcro del que se exhuma
el humo del amor que mi alma alienta
vertiente
Un humo de pelusas incorpóreas
de ascendiente nevada de polvillo.
llovizna viceversa de gotas impalpables
que el otoño deshoja del ramo ignéo.
Flamea indeciso cual si fuese
Al cincel del viento maleable ameba
Y ahogada se diluye en las alturas
la turbia espuma en tenue
seda
Pulpo de incandescentes tentáculos, el fuego,
invertida catarata que chorrea
un flequillo de pétalos de ramas
que repujadas de brisa se menean.




39.

Teme mientras vive el moribundo
arribar tras la vida al final puerto
Llegó la muerte y el que agonizaba
no teme más morir porque ya ha muerto

Ha llegado un viento y desnubló
el cielo de mi alma de temores
ya no teme la mía de tu alma
en el otoño del olvido se deshoje

Mi alma fue sepulcro que vestía
ayer la intuición que dicta el miedo
no puedo temer, no temo ya perderte,
no puedo perderte porque ya no te tengo




40.

Cuando entre pecas de estrellas
isla blanca hostia, santificada
de un nimbo plateado.
cuando todo el archipiélago naufraga
En la lividez que al alba invade el cielo
Yo te amo.
Cuando otra vez se tiñe el firmamento
al ocaso, de poroso negro
Cuando desmenuza la noche nuevamente
rala playa de estrellas sobre el cielo
aún te sigo amando y tu recuerdo
aún sigo encofrando yo en la mente.
Y aunque desovillándose siga el tiempo
Seguirás navegando en mis recuerdos
Timón de mi amor serás por siempre.




41.

Como una nota que le falta a cierta música
como la hoja que el viento no ha arrastrado
como la vida que aunque el tiempo pase
hasta que la muerte llegue va quedando
He esperado en el viento de tu voz la nota
que malease diferente melodía
He esperado se desancle del misterio
la palabra que no has dicho todavía.
Quizá el viento en el tiempo y esa nota,
flotarán en el cauce de tu aliento
si me vieras esperando con el alma
anidando en el oído ¡cuánto tiempo!




42.

Atmosférico velo
no del aire, ni del agua
no de algo ni de nada,
alma sin cuerpo.
Flexible resbala
que de un impalpable aliento
que flota ágil, incierto incienso
el oído me empalaga
Un tul o apagada llama
tentáculo de brisa, quieto,
en filosa fibra de viento
melodía desilacha.
transparencia de la nada
que se sublima diáfana
que oscila flameando, dentro,
profunda, en el pensamiento.
sigilosa estela en el silencio
que fluye de vertiente imaginada
soplo que el silencio apaga.
vaho maleable y sin peso
que boga en corriente vaga
sigue telando la abstracta
manta de irreal incienso
sigue inyectando en mi alma
la anestesia del consuelo.
diluye notas y escancia
el sendero de tu vuelo
en mí, que me envenena
un dolor y tú lo calmas
bálsamo de mi pena.
lacio el rumbo,
crespo oleaje sonoro de nada
que serpeo itinerando
bogar
Desnúdate gas etéreo
del callar que te atrapa
resucita del silencio
que en la nada te amortaja
labra en mi oído, permeable,
a ti, el perfecto recuerdo
e inúndame impalpable
enmudece el pensamiento
fíngelo real, cual tú, aunque siento
que eres inatrapable
barca, oscilante fleco
en algo de lo que ya ha muerto.




43.

Suspensa en un cauce sinuoso
menas tú maleable sierpe
que con hebras melodiosas
engarzada de notas tejes.
Oleaje de nada sonora
que boga en itinerario fantasma
crespa de abismos y pendientes
de bóvedas tajantes socavadas.
en acústico vacío, que despeña
por perspectiva cornisa la ameba
que se vierte por orales rutas
que en la horma del sendero se talla.
punzante. ensortijados




44.

Una efervescencia burbujea entre mi carne
allí donde mil caricias de tu mano
en sólo mi toque me posaste,
allí, donde el dolor pesado de tu enojo
y de tu palma me inyectaste.




45.

Destila. esquirla. pupila. titila.
tirita. depila vacila
la vertiente de mis labios una púa
hirió en vertiente de palabras que
destila
ganzúa

Del cofre de mi boca la ganzúa
me falta, y la palabra no destila
quiero hablarte y escribirte, y mi voz vacila.
y el peso de la pluma, en mano me extenúa
y tallarlos en la vena capicúa

Se desangra tenue por la huella de una
apenas, la difícil palabra púa se
destila




46.

se apagó el mundo en
noche y en el cielo
otro mundo se ha encendido.
disperso




47.

Pasaré sin tenerte
toda una vida.
socavando el costado
donde talló el vacío,
en mí, tu partida,
Toda una vida.
pasaré recordando,
cuando desabrigados,
avidez de los tuyos,
sientan mis labios.
De tus pasos, lejos
vagaré yo muy lejano,
vagarás tu senda,
vagaremos separados.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT


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