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Pájaro de espacio que late la sombra (libro de poesía) - Poemas de Jorge Lemoine Y Bosshardt



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Categoría: Poemas de Amor
Pájaro de espacio que late la sombra (libro de poesía)
Poema publicado el 08 de Diciembre de 2010

POEMAS




1.

Luna, desesperadamente pezón oásico
hostia de mi desesperación
patena porque nunca aboliré el misterio
del cielo a tu espalda
aunque sólo me importas como un barco
como un faro
como una palabra o una mano
para este naufragio de silencio
no importa si tú o tu eco equidistante
de las aguas
ya no importa si una llave
o un ruido espejismo de cerrojos
(que atestigüe la puerta de mi
sótano de ciego)
te necesito tan sólo como nombre de
un instante
para separar en dos mi oscuridad sin
lugares.
Estrella acercada, la tristeza es una
ciénaga
ya techando mi ahogo como un
círculo acabado
ya es inútil cuánto más o menos sea
profundo
ya no creo en los ojos tras ser ciego
como pierden el principio las cosas que nos
cambian.
para mí siempre ha sido así
cuando no he sido yo tal vez no fuera
tanto tiempo son minutos
como siglos del intiempo
qué más dan sonrisas viejas que hoy
no ríen y no río
qué más dan caras antiguas
o las otras a las que todavía no he llegado
sólo sirven esas que tienen algo que recuerdan
esta última cara descartada.
Por eso los lugares que conservan las
palabras
o los tragos compartidos,
se parecen a ti: (como dos manos enredadas)




2.

Llamas acaso? pasa forastera, piensa
que estos lugares siempre dijeron lo mismo
"pasa forastera", no te asustes de esta
ciénaga o abismo.
te diré lo que siempre: esta vez la llegada será
inmensa.
Vez a vez encontrarás la palabra más intensa
no es que no haya qué decir es que no digo. no
te sea silencio
mi mutismo
no has llegado la llegada es eterna como un
istmo




3.

El instante pasa por las cosas
y cancela los mil quizás no sidos
Basta a las cosas dejar de ser la nada
para ser tan sólo algo
cuando pudo serlo todo.




4.

Como pájaros de fruta
los pianos de tus manos
ateridos




5.

Dejé tirados los ojos contra
alguna cosa que respondía
la constante pregunta
con que miran,
contra algo que ya no supe
y perdí los puertos de espera,
la piel me fue ciega
y los barcos que llamaban
en mis puertos de llegada,
no fueron sino sospechados
y pensé tal vez
en un quizás silencio
para todos los sentidos,
sin saber si era un solo,
o un muerto que no percibía
las voces del cuerpo




6.

El instante esperaba tras la puerta
y tú inocente emboscada en el instante
ahora puedo dividir en dos el tiempo con
tu nombre
con el día en que peinabas música
con tus manos de piano de pájaros de fruta.

Tú eres pero yo sólo sé de ti
guardes veces y lugares con palabras
pero yo sólo hoy empiezo a recordarte

Tú tenías la costumbre de ser tú
con tu nombre
hoy he aprendido algunas cosas
del tú que guardo para alguien

Tú miras siempre atónita desde atrás
de tu mirada.
frágil o invencible como un himno
que se incensa desde una
mariposa herida con una luna
quemada




7.

déjame vagar entre las cosas simples
para rescatar entre los pájaros y la mañana
los escombros de algo anterior a tus
ojos que era ellos.
Yo sé que tienes un cerrojo en el alma
y un silencio donde no fueron
las palabras para mí.
me basta con un instante
que abolió tu inexistencia
y un racimo de versos
mordidos como polen de tu gesto.
Tú andarás por allí, o mejor dicho,
seguirás
podrán haber caído o caerán
antorchas a la leña de tu vientre
podrás haber pasado distraída
tras la hora
pero si alguien te dice estas
palabras con la mejor manera
que tuvieran
no podrá hacerlo simplemente
como yo te las sangro.




8.

No me alcanza el verano para las golondrinas
de tus ojos
ombligos de remanso, lunas de agua




9.

Tú que devastas con latir de oleaje
el sueño que me crece de tus cosas
al místico enigma te lo empozas
y dejas que mi hornero en tu verdad trabaje.

Y profieres tu alarido de silencio salvaje
y te bebes el gesto lento de las rosas
y te vuelves silvestre y azul como las chozas
hasta que un relámpago tu sangre descerraje.

De tus ojos de antiguos palomares
las palomas del quizás me sobresaltan
hasta el rito de pensarte en los telares
en que las dudas de tu imagen se amamantan.




10.

La niebla de tu música
se enreda en los muelles de mi
alma
y crece humosa y bandera
como una túnica tejida con rumbos
de pupila
líquida y profunda
ya eterna del caracol de mi alma
como el eco del mar.
Yo no pude evitar este naufragio de
música
tus ojos úteros de música
tus manos peines de música
tu alma telar de perfume
como un jardín
o un embrión de música
yo no pude evitar este amor de
música
esos dedos derretidos
como si después de tus manos
de pájaros de fruta
todo el mundo se ablandara de olas
como visto tras un fuego tibio.
Yo no quiero diques para la música
tú puedes tomar las gasas vaporosas de la
música
como visillos de incienso
mi mente se asoma a las ventanas
empañadas de mis tímpanos
sorda eternamente el alma ya
del mundo
amortajada con un halo de música
caliente
hache de música, coraza
yo no puedo nadar en tu música
borracho de música
empozado en una ciénaga
cuando no puedo evitar el
remanso de tu música




11.

Antes de buscar las flautas de
tu voz por las rocas
recogiendo las plumas caídas
de los ecos
yo te buscaba entre la nada
o te esperaba entre las cosas
con tu tú para ti que aún no
eres.
Ahora que eres, fuiste,
eso basta
Todo tu pasado es posible
toda tú eres posible
ahora que eres cierta
No bastaba saber todas las
cosas
Si me preguntas qué eres
para mí, qué tengo para
darte,
puedo contestar,
no tengo miedo que no seas
la última cosa averiguada.




12.

Porque te pareciste desde siempre a un sueño
y sin vigilia ni espera te he encontrado
porque en ti claudica el vacío de una mano
y mi tú sin rostro toma el tuyo para un rezo,

Quiero callarte mi silencio viejo
para que mis palabras ya sin cosas
aprendan tus veces poco a poco.




13.

Y tú irás por donde sea
sazonada de adjetivos, pero irás
y me importa sólo un gesto tuyo
o más bien una mueca del silencio
irás sola de mí
O mejor dicho recordada desde mi soledad.
Ah! cuántos siglos en el instante
estuve asomado a tus ojos.
ciénagas de música
remansos de misterios
o aljibes o vasos.
Tú irás o mejor dicho: seguirás.
Y yo no pude cambiarte.
tus manos de miga de fruta
mariposas de barcos
tecleaban como gaviotas dóciles o silvestres
Yo te tuve una hora o algo así,
pero verdad, sólo te supe y tuve tiempo
de soñarte.
de hacer miel en los panales de mi
alma con el polen de dos o tres palabras
Yo te tuve o te sentí mía con pocas cosas;
sólo para poder recordarte
para tener que olvidarte.
Esa hora tuya sin recuerdo tuyo
la guardaré yo solo
en tantas horas llenas de recuerdo.
Y tú seguirás recordada
porque el olvido siempre es posterior al amor
Sin haberme dado tiempo para no
equivocarte
dejándome con esa costumbre de tus cosas
cuando las vuelva a tener
y ese no saber exactamente cómo
eras
porque siempre me falta tiempo para
averiguarte.




14.

Quisiera asomarme a tu pecho
como a una jaula de reloj.
morder el eco de tu corazón que me llegue de lejos
desde un yunque campanario
como un tañido de palomas
Allí donde aletean las lejanas y profundas
costas de tus ojos
Yo te he mirado a los ojos
(ventanas al infinito)
he visto titilar tus manos
como pichones de piano
Yo quisiera asomarme a tu pecho por tu
mano
como un pájaro se asoma a la tierra por
el árbol
y beber las olas de tu corazón sacerdote,
herrero de hondado templo.
suavemente, lenta, vagamente
como una tibia onda de mariposa o
estrella
pero tu mano fugaz pasa, golondrina
de fruta
y queda sonando en mi sangre
como una lejana guitarra




15.

Tus rituales gaviotas de miga
bajan a las dentadas escolleras, telares
sólo tú sabes tejer en ellos
las líquidas túnicas de música.

Tú enciendes hogueras
incensas luces calientes
como vahos de música
y cae lentamente a mi alma
la mañana tibia derretida
como un humo de perfume
Yo por fuera como un faro de costas
solamente puedo bordar roncas palabras
como antiguos tallos secos sobre tus banderas
de sabor y de viento.




16.

Tú que eres más habitual que yo mismo
(yo solamente a veces; rescatado de los
ecos de los simétricos remedos)
Tú que tienes como todos,
de mí, lo que yo no puedo tener




17.

Aquella imagen que hospedaste un día
Ese rostro que te engendraba un sueño
es el rumbo al que mi paso empeño
por que sea tu sueño el que solía.

Y ese tu amplio mirar en que cundía
mi verdad, como un profundo ensueño
es un aljibe en que mi sed despeño
Por volver a beberme todavía.

Han pasado otras aras por tu altar que intento
me olvidó tu fervor que me fue cotidiano
porque no recogí tu mano que era ofrenda.

Pero ahora te tiendo la mía y me arrepiento
por tantas horas de silencio sobrehumano
y espero tu vieja devoción como a una venda.




18.

Ese fervor de rezar melancolías
en que un místico silencio me enmimisma
me sacia con la presencia misma
del ser que es oración día tras día

Porque acerca otras que ya fueron mías
a la hora solitaria que me abisma;
y del hábito mundano me desisma
como a un náufrago de la ola impía.

En el tibio fragor que me empecina
el tesón de regalar una tortura
se me vuelve el dolor bienaventura
y es bálsamo en mi humanidad mezquina
...Y tras poder con voluntad extraña
una presencia me acompaña
tácita...




19.

A ti que acechas atroz como la pesadilla
En cada recodo del profundo pensamiento
A ti que lenta y tibia eres tú misma lo que siento
Paz de mañana o inocencia silvestre de la ardilla

A ti que en el fragor del silencio eres la quilla
Que arredra la zozobra de mi ensimismamiento
y eres la misma dulce calma del limpio sentimiento
que ruega reza y ama pero que no se humilla

A ti que eres la cruz puesta al final de este calvario
Que das tu gesto a mi cotidiana paz de hablarte a solas
A ti que eres el pan sumido en el santuario
Donde hago la misa diaria del recuerdo
Quiero hablarte del incienso que el silencio inmola
Y agradecerte el diario fervor que al orar muerdo.




20.

A ti que eres mi fe de un ciego en una mano,
ilusión de la esperanza que va a dormir a un puerto
voluntad que resucita el músculo ya muerto
y que pone algo de Dios en el escombro humano;

A ti que eres el culto que vuelve a Dios pagano
Que te alzas porque te alzo hasta el celeste incierto
Que me das la convicción de que Dios al fin es cierto
Quiero llevar la ofrenda de un esfuerzo sobrehumano.

Más allá del templo inmenso y arbitrario
Está el silvestre rito del néctar y la abeja
Y más aún cerca de Dios: el barro o carne vieja
con que hacer un oficio infinito y bueno y diario:
"Alzas el vientre como una iglesia nueva
Y Dios sobre la tierra hace que llueva".




21.

Son tus versos
los que me hunden en
tus rincones y me vuelven a
tus esquinas
Son tus manos las que hacen
del viento una esscultura
y me rodean con tus nubes de
algodón
Es tu boca con garganta de
huracán hecho de pájaros
lo que se clava en mis entrañas
y me sangra por los ojos
y aún es tu ser el que emana
de mis te quieros de gusto
salado y olor a lluvia




22.

En tu sur occipital mis arrabales se clavan como raíces que camino
tu sombra de savia me existe la sed que se deslaga en la vertiente
vivir es acortar un ciego una manera de alargar un ciego
pero los rostros van cayendo como la fruta en la tierra original que nos consume
mi buzo te está el silencio que azul tus manos
raíces
manos de sed
desquicio de la hora sitial
en el ala que te tapa los suburbios de la sangre
andenes de sangre sienes de sangre
barro de sangre
centauro de vino y savia
luna de sangre
barro de fuego derretido
anillo
mineral que relámpago
el peregrino tenaz que ocupa el hambre.
amiga sur
caballo de silencio y barco




23.

un silbido como un alfil
oblicua punta que nos busca




24.

tu sangre suburbial que te anda en canto la sombra
gato largo
silbo de fuego frío




25.

...Qué decir de nunca.
con qué nombrar la nada
cómo decir silencio
o tomar el propio rostro del agua sin
romperlo.
Cómo decir,
mírame aquí regresado. sin haber
partido nunca.
Cómo decir te encuentro si no he partido a buscar
te. cómo decir, eras sin más asombro
de ser entonces también verdad.
cómo emprender el tiempo que empieza
en cada cosa cómo contener la historia que
se nos viene encima sin rompernos mañana sin vivirnos el nunca
de los que no sufrieron cuándo. Que
para un camino de siglos, de segundos inexo
rables, uno solo perdido es nunca; porque
casi es no.




26.

tal vez, porque todo tal vez una circunstancia
cualquiera no sea más que una condición
de que los días integren la historia (cualquiera)
Pero creo que de las casualidades (los casos) nos
aferramos como náufragos para
subsistir a la nada, la terrible nada
de no tener testigos

Alguien que pretende guardar tu
testimonio que casualmente o porque
se llama jorge con minúscula y tiene un teléfono
te pide que lo llames: 4958127.




27.

la decisión de asumir un
momento, resuelve títeres
en hombres
todo porque tus manos me sugieren
pájaros de pan




28.

¿Amor?, sí, yo te diré lo que es amor.
Imagínate el alma como vena.
Amor es la sangre que va dentro.
Como el vino en el alma hecha botella.

El amor es una gota que está dentro de un lago;
el amor es la gota el alma es el agua.
El alma está toda hecha de amor,
porque amor, amor es alma.

El amor es eso que se siente cuando se ama.
Es como el incienso, el amor es una ofrenda.
Amor es la nube que llora en el triste.
Es un puente que nos ata como una cadena.

¿Lo ves ya?, es simple. Todo eso
es lo que significa. Eso es el amor.
¿Amor?, sí, yo te diré. Escucha atenta.
Amor es lo que siento yo.




29.

Yo siempre desde
un día. llegado, Advenido como
tierra, la tierra convocada en
la raíz primera. Entonces tú
entonces tu mano tu costado
tu soledad que ya tuviera nombre
y distancia si la lejanía.
Todo lo estaré como el súbito
sol total en el pez ciego de infinito
Todo lo surgiré inventándote
la piel como el huerto en un
labriego. Hasta nosotros en el mudo
trigal
como un leñador devastaré tu
soledad. Rostro por rostro que no
han sido silencio por silencio
costado por costado que sola. Inun-
daré tus recodos como un
sol completo por un túnel
como un sol que hacha
las sombras a los dos lados
de la cueva. Todo lo desmantelaré
como el invierno para abrazarte
de nieve caliente




30.

todos mis instantes
siempre cada vez
eterno porque el tiempo
mío
y yo ahora, un
estado de concien-
cia que creo que la
realidad es mi
vigilia




31.

la eternidad
no es en tiempo




32.

A la orilla de tu silencio como un pescador
cargo mi hambre en el hombro de la tarde como la sombra.
Tiempo atrás de tus ojos vas remando tu sangre por rostros
que ya no florecen en los muelles que andas.
Y yo en la misma tarde. Otra tarde en verdad
otra sigla otro fondo en cada espejo
otro silencio (como todos ajenas ordenándonos
los ojos en las caras)
acerco a tu tarde viajada de puerto sin tiempo
a tu tarde alta de lejanos púlpitos. mi tarde con barcos de otras tristezas
como un pescador. que
guarda el sueño de los peces




33.

Ya vienen las botas tapando
en los hormigueros los ojos de los
hombres que fueron testigos
la tierra es hombres secos
manos vueltas al beso inicial
tiempos y sitios distintos que ya
son lo mismo
Pero este regreso no es haber
tenido partidas
Ya vienen las botas de la profecía
sobre los hombres que ya no son
las cenizas
Suenan sirenas extrañas en los
puertos vacíos
lloran algunos niños de historia atrasada
algunos ojos enormes comprenden y aceptan
al final de un camino que eso era el desvío
y mientras van desmantelando palabras
como las golondrinas de la última primavera
cierran como templos de Dioses desmentidos
uno por uno los extraños niños
y como el agua de la lluvia última
cerradas en el número infinito
todas las semillas que ya nunca frutas
emprenden la nada por los mil abismos
de los hormigueros que caen al nunca.

Una rama se quiebra bajo un pie desnudo
el primer acecho donde se abre un ciego
pregunta en la sed y en el hambre primeros
qué es esto a lo que empieza ya a llamarle mundo
Y sin saber que ya, es decir mañana
sin saber que estar es haber llegado
descubre sus manos al tomar la
rama
y se queda absorto contemplando el
barro.
Destapando miedos la primera
sombra
la noche primera todo dolorido
se vuelve redondo para achicar
el frío.
regresando al barro como buscando
abrigo
Huyó tanto ese día se hizo tanto a su carne
que reconoce los ojos por la mañana y se abre
se toca los pies, es el primer niño
es el primer miedo se toca se toca
se alza como un pino se tropieza y cae
le duelen los pies se toca, no sabe
toma algunas plumas, toma algunas
hojas
son suaves, las pisa y ya no se cae.

Una rama se quiebra bajo algunas hojas
reconoce un punto, un sonido extraño que
no está en el aire
levanta la rama que pisó. como antes.
reconoce antes reconoce ahora
los pies no le duelen, se mira las botas
ya no mira el barro sigue hacia delante




34.

La noche queda doliendo.
Te cansabas de comerte los
prados del cielo
como un potro azul de silencio
alargándose la sombra de vacío
por el viento
volveremos a nosotros dormido
sin sal de la locura
como el pescador que olvida el
hada que le subió de las redes




35.
EL SILENCIO Y NOSOTROS

Las hormigas de mi boca te han marcado
por la espalda las venas de la tierra
han bajado a la sombra final buzos de sombra
para tragarse el silencio que te vive los vértices
de tu colmena más honda
Ya todo te lo viví como el silencio, ala total
sin testimonio. Y sin embargo, aquí
me quedo como el labrador adherido a tus
tardes para seguir empecinando la savia
de la tierra madurar en una flor.
Nos ha entrado el silencio como a las casas
de los que han muerto lejos
En los nuestros erigidos se agrega la distancia
de otros tantos rostros. Y no nos dolemos
sin embargo que un árbol nunca ha sido
lejanías y nos quedamos, con las raíces
clavadas en nosotros, como estamos
buscándote el otoño en el verano




36.

toca la nada con la punta de los ojos
como un ciego y me regreso sin
haber partido soy siempre la mitad
del camino cualquier parte de un
sitio que no tiene lugares
algo me naufraga me destina al silencio




37.

A veces vuelvo sobre mi propia sombra para
haberme sido. Todo lo estoy entonces
Redondo total testigo.




38.

Contigo visité mis días destapando asombros
le agregamos al tiempo los lugares
existiendo los acontecimientos
Y allá en la sombra final que nos juntábamos reducíamos a silencio el parapeto.
Todos los miedos nos guardaron.
y no tuvimos una segunda estrella
con que saber hacia dónde.
Contigo poblé el nosotros como una
ciudad vacía en espera.
Allí nos asumía el barro la historia de
testigos.




39.

Contigo anduve los días del nunca
de la mano de tu silencio todo lo presentía
como en el miedo
Yo tenía tu esencia pero te tanteaba en la
realidad con mis maneras cotidianas de
ser ciego
Todo lo fui candado tachando bocas
en un laberinto y llegué a ti como el
agua obligatorio y sencillo como la lluvia
en los hormigueros.
Entonces acomodamos la historia sobre la profecía.




40.

Como un águila de silencio
la sombra.




41.

Para llegarte, todos los días de la
imaginación de Dios lo romperé todo
clavaré tus manos en el barro morderé tus
sombras como la carne
desquiciaré los candados de tu
cuello hasta emergerme tu grito
hasta obligarte la raíz que me existas
y luego pisarte los ojos para
desexistirme porque ya nada
importará sino la nada después
de un testimonio que siempre buscará
un testigo.




42.

Creo que descubrí que en mí la
necesidad de escribir es en función de no perder-
me el rastro de mí mismo.




43.

náufrago

una isla

en un no tú empieza la soledad de un náufrago




44.

Ésta es la primera certeza que tienes de mi
silencio.




45.

Himno al silencio
Pájaro de espacio que late la sombra


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT


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