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Florencio - Poemas de Justo Marquez Sanchez



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Florencio
Poema publicado el 16 de Septiembre de 2009

FLORENCIO

Era un  año de mucha penalidades el hambre llego a todo rincón de España, donde mas se sentía era los habitantes de pequeñas aldeas halla perdido en el monte, Florencio chico joven de 18 años que residía en un pequeño cortijo de la localidad de Almuñecar en granada, con sus padres y sus dos hermanos, cierto día decidió de salir de casa e irse a la gran Capital Granada, ha buscar trabajo.
 
Una vez entrado en Gradada comenzó a deambular por las calles de un lado hacia el otro pero difícilmente conseguía trabajo, no se encontraba trabajo por ningún sitio, para chico, en toda la ciudad se podía deslumbrar, carteles sobre todo en los grandes caseríos de persona ¡se precisa chica para trabajar de criada, interna no importa edad ni físico! Florencio  llevaba tres días que a pesar de tener que dormir en la calle, estaba sin comer nada.

Era un chico joven que apenas tenía ni pelo en la barba,  decidió de conseguir trabajo aunque fuese de criada, de sirvienta, o si es necesario de marica, pero eso si que nadie le diese por el culo.

Una mañana a eso de las 10,00 horas toca el la puerta de una enorme casa, toc,toc,toc ¿Quién es? – pregunta una voz tosca de dentro de la casa, ¿me llamo Flor, vengo por lo del anuncio de criada? En ese momento se abre la gran puerta, ¿pasa señorita hace ya tiempo que estábamos esperando a una criada?

Después de mas de una hora hablando le dan el trabajo, la casa estaba compuesta por el matrimonio sus dos hijas y el hijo que era maricon, en poco tiempo  Flor se gano la amista de todos los miembros de la casa, Florencio cuando orinaba lo solía hacer sentado como lo suelen hacer las mujeres, un día que los señores salieron de casa, Florencio lo hizo de pie la hija mayor del matrimonio que se encontraba algo descompuesta regreso a casa tras descubrirlo, decidió de acallar su silencio a cambio de que debía de dormir esa noche con ella,

A lo cual Florencio asistió con la cabeza,  al cabo de tres días las dos hermanas, discutían para dormir con Flor, la madre ingenua a todo esto, dice en una de estas discusiones, ya esta bien hoy me toca a mi dormir con Flor, el joven se pensó que ese seria su ultimo día de trabajo, pero a la mañana siguiente en el desayuno se pronunciaba el mismo discurso, Flor es una mujer encantadora da placer dormir con ella, esta noche repetiré decía la madre, no mama le replica las hijas hoy me toca ami, la otra hermana, no esta noche me toca ami dormir con ella,

Harto el marido de tanta discusión le dice a la señora y a las hijas porque no ponéis un día para dormir con ellas, ya puesto en el tema pues también me ponéis a mi en el lote para dormir con ella, ¿tu le dice la señora? Pregunta se lo antes a Flor y que ella decida, hasta el maricon se había apuntado para dormir con Florencio,

Que mujer decía el maricon nunca me había dado un hombre tanto placer como me ha dado Flor, el marido pensaba a toda costa yo también tengo que pasar aunque sea una noche con Flor, porque para que a el también le agrade a mi mucho mas.

Pasa un mes desde que Florencio llego a la casa a servir, cuando en una villa cercana se celebra una fiesta donde solo pueden acudir los señores y no servicios, es cuando entonces el señor de la casa piensa de pasar un momento de placer, cuando se disponen a salir ya de camino el señor le dice a su señora y a las hijas me he dejado el tabaco en casa ir delante yo hoz alcanzo,

El señor entra en la casa Flor ve llegar su presencia, se imaginaba a lo que venia pero ella en nada temió, ¿Flor puedes venir un momento a mi alcoba? Ya voy señor le responde ella.  Cuando llego hasta su lado se encuentra al señor con los pantalones bajado y agachado, al abrir la puerta le mete el pomo por el ojo del culo.

El señor sale de la casa caminando casi  a cuatro pata cuando llega a la fiesta, estaban su hijas y su señora, con un cuenco cada una de ellas, dice la madre: este trozo de carne muy blandita para Flor, la hija mayor replica: este trozo de carne para Flor,  por ultimo dice la mas pequeña: este trozo de carne para Flor.

En esto que llego el marido como buenamente pudo, y cogiendo de la mesa un trozo de carne del mas lustroso que vio y comiéndose la carne dice: este hueso para Florencio que ha vosotras Hoz a follado y ami me ha dada por el culo con el pomo de la puerta.
                         
RODRIGO DIA DE VIVAR
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