No me interesa amarte, lo único que me inspiras es deseo
Poema publicado el 11 de Marzo de 2011
Yo no te amo, te deseo; yo no te quiero, pero podría comerte entero,
Podría acariciar la luna que esconde la entrepierna de tu secreto
Y podría pasar la lengua tratando de crear un sentimiento.
No es necesario sacar tu ropa, mi imaginario dice que llegaremos al exceso.
Y pondremos nuestra bandera en la cima de la locura que causa el orgasmo de tus besos.
Maldita cura de mis ganas, de mi sexo; inspiración de aventura, de los infiernos.
Acerca tu boca, solo se que es dulce y a otra vida me transporta,
Abre sin reservas la timidez que de mi aliento brota, por que basta con sentir la punta de tus miedos, para volverme loca.
No hay corazón en esto que llamamos yerba de pasión, es un deseo que de ilusión no probo una gota, el secreto es satisfacer la carne y fingir que no me muero por izar tu antorcha.
No se tu nombre, no conozco la dirección de la residencia de tu alma sola, pero no me interesa volver a verte, eso es lo que llaman quitarle al placer la ropa, desconocido calmante de deseo, humedad de una caricia que parece rota, vuelve, pero solo si te interesa repetir un episodio como el de hace unas horas
Autora: Laura parra
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Poema publicado el 11 de Marzo de 2011
Yo no te amo, te deseo; yo no te quiero, pero podría comerte entero,
Podría acariciar la luna que esconde la entrepierna de tu secreto
Y podría pasar la lengua tratando de crear un sentimiento.
No es necesario sacar tu ropa, mi imaginario dice que llegaremos al exceso.
Y pondremos nuestra bandera en la cima de la locura que causa el orgasmo de tus besos.
Maldita cura de mis ganas, de mi sexo; inspiración de aventura, de los infiernos.
Acerca tu boca, solo se que es dulce y a otra vida me transporta,
Abre sin reservas la timidez que de mi aliento brota, por que basta con sentir la punta de tus miedos, para volverme loca.
No hay corazón en esto que llamamos yerba de pasión, es un deseo que de ilusión no probo una gota, el secreto es satisfacer la carne y fingir que no me muero por izar tu antorcha.
No se tu nombre, no conozco la dirección de la residencia de tu alma sola, pero no me interesa volver a verte, eso es lo que llaman quitarle al placer la ropa, desconocido calmante de deseo, humedad de una caricia que parece rota, vuelve, pero solo si te interesa repetir un episodio como el de hace unas horas
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