Testimonio
Poema publicado el 07 de Marzo de 2012
Muchas veces, en el curso de nuestras vidas,
invocamos a Dios
y más fuerte que nunca
retumban las palabras
en el eco de nuestro pensamiento,
y una de éllas, en medio de la sinfonía,
no cesa de gritar más alto: Dios!, Dios!,
ayúdame!
El ser mismo se autodefiende,
espera que surja el milagro;
en una mezcla de valor y fe,
adivinando al azar la suerte de su vida.
Y lo más curioso de todo esto
es que hay una respuesta.
Del otro lado de lo desconocido,
paralelamente a nuestra realidad,
una fuerza mágica
troca el papel de los hechos.
Al parecer...
algo se mueve dentro de nosotros mismos,
o por lo menos nos protege desde afuera;
algo inaudito, indescriptible.
Habrá sido la casualidad?
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Poema publicado el 07 de Marzo de 2012
Muchas veces, en el curso de nuestras vidas,
invocamos a Dios
y más fuerte que nunca
retumban las palabras
en el eco de nuestro pensamiento,
y una de éllas, en medio de la sinfonía,
no cesa de gritar más alto: Dios!, Dios!,
ayúdame!
El ser mismo se autodefiende,
espera que surja el milagro;
en una mezcla de valor y fe,
adivinando al azar la suerte de su vida.
Y lo más curioso de todo esto
es que hay una respuesta.
Del otro lado de lo desconocido,
paralelamente a nuestra realidad,
una fuerza mágica
troca el papel de los hechos.
Al parecer...
algo se mueve dentro de nosotros mismos,
o por lo menos nos protege desde afuera;
algo inaudito, indescriptible.
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