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Fuego en las venas - Poemas de Lheo: Lorenzo Hernandez Romero



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Categoría: Poemas de Amor
Fuego en las venas
Poema publicado el 14 de Febrero de 2012

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La luna cayendo entre montañas en su cuarto menguante
El majestuoso relieve en el horizonte anidando su llegada
Presagio claro y contundente, mi alma hacia la temeridad
Tu recuerdo en mi mente, el rompimiento de mis miedos

Repentinamente la luz de la Coyolxauhqui fue eclipsada
Tu grácil figura surgía esplendorosa justo frente a mí
Congoja, yerro, celeridad e incertidumbre en mi alma
El arrojo de tu existencia me envuelve repentinamente

Surge súbitamente una profunda reflexión de mi existencia
Mi existencia y la febril armonía de tus embriagantes encantos
Si digo que eres, entonces soy, y si soy entonces existes
Palabras y silogismos que llevan a mi conciencia hasta ti

¿Cómo responder al cuestionamiento de por qué te necesito?
¿Cómo hacerlo? ¿De qué manera?, si eres pregunta y respuesta
Si internándome en ti a través de tus pupilas distingo la razón
Si el motivo está en tu valentía, en tu fuerza y en tu carne

En mi agitada mente una terrible batalla entre Atenea y Afrodita
Atenea me da valor para la guerra, me fortalece con sabiduría
Afrodita surge de la espuma del mar iluminándome con ternura
Las dos me observan, me toman y me arman para lanzarme a ti
Mi cerebro se ofusca, mi corazón se estremece, mi cuerpo te requiere
Brota entonces el prodigio de tu alianza, de tu valor, de tu aceptación
Entonces las ideas fluyen, florecen, se agigantan y se hacen realidad
Tu excitante mirada me invita a persuadirte, a tocarte, a unirme contigo

Las osadas cerezas de tus labios me hacen temblar y me llevan a ti
El torbellino de mi exaltación se aloja en la profundidad de tus ojos
Ojos y labios, labios y ojos en un lenguaje mágico me llevan a probarte
Y entonces irremediablemente, tus manos y mis manos se entrelazan

La virtud ingente de tu arrojo me llena de policromía y me extasía
Como la letra a la palabra o la palabra al enunciado, ideas completas
Tus labios y los míos se juntaron en un fervor ardiente liberado
Caricias indescriptibles, tu aliento acelerado, eliminando titubeos

El lienzo bendito de tu piel decorado por las huellas de tu historia
Convertido en relieve excitante, Afrodita de mi mano, tú en mi pecho
Tu aliento y el mio se agitan, sentimientos mezclados, la puerta del paraíso
Manifestación inequívoca de la necesidad ferviente de amar y ser amado

Senderos mágicos y diversos frente a mi, tu escote, tus labios, tus muslos
Invitación clara a retirar las envidiables prendas que te disfrutan siempre
Mis manos tiemblan encontrando valor cuando las tuyas las aprietan
Y tus ojos te delatan, no puedes más y me invitan a probarte, a recorrerte


Humedad en tus manos, nuestros dedos enlazados, preludio del amor
Y recorro con ternura los caminos, las llanuras y tu hechizante depresión
Manantial de vida, cuello deseado, difícilmente ignorado,  hombros de seda,
Piel que excita dulcemente lo más profundo de mis carnes y de mi alma

Tus brazos, tu pecho y tu espalda han quedado sin telón, sin barreras
El poema está allí, mi sangre fluye agitadamente ante el milagro de tu ser
Porque eres cuerpo cubierto de talento, virtud divina también tu sentimiento
El fruto, la fragancia y la excitación temblorosa de tus senos al descubierto

La espectacular textura de tus tobillos en mis manos afanosas y ardientes
Me transporta al deseo vehemente de convertirte conmigo en un solo ser
El valor me abraza y te aprieto contra mi pecho, correspondes puerilmente
Y me invitas a la integridad, me desafías, me motivas, arañas mi espalda

Intentando esconder tus miedos y ser tú, me atraes, me jalas, me enredas
y se borda lo sublime, lo dulce y lo indescriptible, toma sentido el poema
Y mis labios como águilas reales acompañadas por los pinceles de mis dedos
Vuelan, recorren y  besan con pasión, con ternura y frenesí, cada parte de ti

Mis manos, mis dedos y mis labios cabalgan excitados por toda tu pradera
El hechizo indescriptible de tus piernas son ahora mis augustos anfitriones
Y me llevan a ser bohemio para escribir en tu piel una melodía inolvidable
La aduana increíble de tus rodillas me otorga el pase mágico al paraíso


El lugar de los sueños y los cuentos de hadas, el vértice entre tus muslos
Y con el apoyo de Afrodita en tu mente y en tu corazón surge una exclamación,
Un grito ahogado, cincelado o arrebatado ¡adelante! ¡Continua! ¡No te detengas!
Evidentemente Atenea y Afrodita tendían en acuerdo los hilos del bordado

Un enunciado se construye con verbos y sustantivos, sin dejar los adjetivos,
Entonces porque renunciar al misterio de tus muslos, apasionantes y tibios,
Excitantes, embriagantes, dignos de las páginas doradas de un libro y un poema
No puede terminar olvidando la idea final, el punto final, ahí están los edecanes

Tus hechizantes muslos abiertos conduciéndome a la cita previa del placer
Pero aun los pétalos de tus senos, me reclaman la calidez de un beso anhelado
Y mi embeleso obedece a los mensajes de los frutos exquisitos de tu piel
Las frases son ahora un susurro en tus oídos, gracias, te quiero, te amo

Tus brazos me enredan con frenesí, con arrojo, tu abrazo es más fuerte
Tus piernas me atraen, me cobijan, me abrigan, me invitan al paraíso
Y de pronto lentamente el poema se encarna, se hace realidad, se conjuga
Yo en ti, en un acople de ensueño, la unidad, la intimidad, el amor.

Tu aliento en el mio, tus labios, mis labios uno solo, sudor excitación
Desenfreno, torbellino de ideas, síntesis de frases que hacen poemas
Tu pecho pegado al mio, piel con piel, tu me aprietas, yo correspondo
Unidos en un vaivén mágico, bordando íntimamente en nuestro ser.


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