Mentiras
Poema publicado el 24 de Abril de 2011
Nunca fuimos muralla, fuimos solo pretexto.
Nunca fuimos enteros, siempre fuimos pedazos;
y no fuimos ejemplo, más que para unos pocos
que viven la ilusión de una isla en su ocaso.
Nunca fue primavera en esta tierra ardiente
pues no reverdecieron ni campos ni esperanzas;
nunca fuimos la luz brillante, incandescente,
que ilumina las calles por donde el pobre pasa.
Y no tuvimos nunca el escudo de un nombre
que marcara una huella en cada caminante;
fuimos solo el escudo que le ha servido a un hombre
para imponer al mundo su visión delirante.
Somos una sonrisa imperfecta y fingida;
somos un paraíso transformado en prisión;
nunca fuimos reales, somos una mentira
que enmascara y disfraza una revolución.
Somos antivalores, somos pura nostalgia
por los que ya se han ido y nos han dicho adiós.
Somos la cobardía, la sumisión, el alma
de un sistema imposible, abusivo y traidor.
Nunca fuimos muralla; nunca fuimos enteros;
nunca fuimos la luz, la esperanza o el nombre;
nunca fuimos la huella, tampoco primavera.
Hemos sido hasta hoy los esclavos de un hombre.
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Poema publicado el 24 de Abril de 2011
Nunca fuimos muralla, fuimos solo pretexto.
Nunca fuimos enteros, siempre fuimos pedazos;
y no fuimos ejemplo, más que para unos pocos
que viven la ilusión de una isla en su ocaso.
Nunca fue primavera en esta tierra ardiente
pues no reverdecieron ni campos ni esperanzas;
nunca fuimos la luz brillante, incandescente,
que ilumina las calles por donde el pobre pasa.
Y no tuvimos nunca el escudo de un nombre
que marcara una huella en cada caminante;
fuimos solo el escudo que le ha servido a un hombre
para imponer al mundo su visión delirante.
Somos una sonrisa imperfecta y fingida;
somos un paraíso transformado en prisión;
nunca fuimos reales, somos una mentira
que enmascara y disfraza una revolución.
Somos antivalores, somos pura nostalgia
por los que ya se han ido y nos han dicho adiós.
Somos la cobardía, la sumisión, el alma
de un sistema imposible, abusivo y traidor.
Nunca fuimos muralla; nunca fuimos enteros;
nunca fuimos la luz, la esperanza o el nombre;
nunca fuimos la huella, tampoco primavera.
Hemos sido hasta hoy los esclavos de un hombre.
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