Carlos eduardo t. m.
Poema publicado el 30 de Junio de 2012
Era joven y buenmozo
agradable de ver y de escuchar
Carlos Eduardo llegó a la capital
con su joven esposa del brazo
la madre de su hijo
Carlos Eduardo pensaba en luchar y trabajar
en ser alguién de porvenir
y mientrás su esposa se afanaba en la costura
entre botones, cierres y colores
él conseguía trabajos que son trabajos
ella quería más para su vida
y en ese querer más
ofreció su cuerpo, su rostro, su andar felino
se hizó amiga íntima del jefe
mientrás su esposo trabajaba
ella trabajo distinto
lo cierto es que en breve tiempo
se hizó de un nombre, posición y carrera
Carlos Eduardo se dió cuenta
de todo lo que pasaba
y asumió su puesto de cornudo en paz
y la dejó brillar por afuera
Carlos Eduardo sigue enamorado
de la joven humilde y sencilla
que llegó con él de su brazo
Dedicado a un amigo que todavía llora su pérdida
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Poema publicado el 30 de Junio de 2012
Era joven y buenmozo
agradable de ver y de escuchar
Carlos Eduardo llegó a la capital
con su joven esposa del brazo
la madre de su hijo
Carlos Eduardo pensaba en luchar y trabajar
en ser alguién de porvenir
y mientrás su esposa se afanaba en la costura
entre botones, cierres y colores
él conseguía trabajos que son trabajos
ella quería más para su vida
y en ese querer más
ofreció su cuerpo, su rostro, su andar felino
se hizó amiga íntima del jefe
mientrás su esposo trabajaba
ella trabajo distinto
lo cierto es que en breve tiempo
se hizó de un nombre, posición y carrera
Carlos Eduardo se dió cuenta
de todo lo que pasaba
y asumió su puesto de cornudo en paz
y la dejó brillar por afuera
Carlos Eduardo sigue enamorado
de la joven humilde y sencilla
que llegó con él de su brazo
Dedicado a un amigo que todavía llora su pérdida
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