Aprendí a quitarle los segundos al reloj.
Poema publicado el 16 de Junio de 2010
No bastan 20 minutos para mirar
tus líndos ojitos brillosos,
ni me bastarían 5 eternidades
llenas de sucesos para contemplarte,
llenas de verdes primaveras
para ver una rosa o un jazmín
en tu cabello.
Llenas de veranos, donde el sol broncea
tu piel, acariciando tu rostro con sus rayos ultravioleta.
Llenas de otoños, en los cuales jugueteas
entre las hojas que los arboles del parque deja caer para terminar de adornar tu belleza.
Y llenas de inviernos, en donde un bello
bosque azúl, cubierto por la blanca nieve,
haga resaltar, una hermosa palidéz,
y un destellante brillo.
Es por esa razón que,
mejor procuro, disfrutar cuando te miro,
y disfruto ese momento,
y gracias a eso...
Aprendí a Quitarle los Segundos al Reloj.
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Poema publicado el 16 de Junio de 2010
No bastan 20 minutos para mirar
tus líndos ojitos brillosos,
ni me bastarían 5 eternidades
llenas de sucesos para contemplarte,
llenas de verdes primaveras
para ver una rosa o un jazmín
en tu cabello.
Llenas de veranos, donde el sol broncea
tu piel, acariciando tu rostro con sus rayos ultravioleta.
Llenas de otoños, en los cuales jugueteas
entre las hojas que los arboles del parque deja caer para terminar de adornar tu belleza.
Y llenas de inviernos, en donde un bello
bosque azúl, cubierto por la blanca nieve,
haga resaltar, una hermosa palidéz,
y un destellante brillo.
Es por esa razón que,
mejor procuro, disfrutar cuando te miro,
y disfruto ese momento,
y gracias a eso...
Aprendí a Quitarle los Segundos al Reloj.
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