Diagnóstico - Poemas de Marco Antonio Guerrero Bahamondes

Diagnóstico
Poema publicado el 30 de Octubre de 2011

•       “…La salud de mi esencia, se ha sumergido al mayor mal patológico
Mal que ha dejado, autismo de la palabra, cataratas en la memoria y sentimientos daltónicos
Sin darme cuenta, en el más absurdo tic tac del péndulo ¡ese mismo! Que nos recuerda la vejez
Me hallaba en un solitario y viejo centro hospitalario
Se me acercó un ciego, que según él su ceguera le permitía ver la ciencia exacta
Me preguntó ¿tiene previsión?
Y humillado ante la duda, le dije…!tan sólo soy poeta!
¡Ah! Entonces, es Indigente
¡Sí!...pero, con tristeza debo reconocer mi buena visión
…me hicieron exámenes y me diagnósticaron
“HIPOCONDRÍA CRONICA TERMINAL”
Mi integridad filosófica, se resiste a esta clase de hipótesis e insistía en la duda
Pedí la opinión de un especialista y me dieron cita con un experto en patologías estrafalarias, de esos idiotas que se creen el cuento…lo observé con ironía
Su figura, sumisa prisionera de un delantal blanco que demostraba a su vez
Un sistema de trabajo piramidal, con la más intencionada inocencia le pregunte
¿Doctor o carnicero?
¡depende de lo que tú quieras!...mis oídos no se dejaban seducir por semejante filosofía barata
Y sonriendo, respondí: Uds los doctores, son carniceros cuyo talento natural es respaldado por un consorcio de leyes manipulables y desorientado por la ambición sistemática de nuestra falsa solidaridad…y acorralados, por un metafórico silencio, procedió a realizarme exámenes precisos, me sentí como una vulgar rata de estudio y pensé “La naturaleza nos quita la salud, la medicina la dignidad”, volviendo en si, recuerdo que me diagnosticó “LOCURA DEL ALMA” y me dijo
-Uds los artistas, utilizan las emociones como arma de doble filo, le suman ansiedad…y esto los convierte en alcohólicos ó locos ¿qué eres tú?-
Lo miré y le dije-las emociones de nuestra especie, son incontrolables, aunque parezca absurdo
Necesitamos del dolor para hacer una gran obra, sólo con dolor dudan nuestros ojos, se globalizan los sentidos ¡agudizando nuestro olfato! Y asi, como el arte es una búsqueda inalcanzable, siempre ha ido e irá primero que la ciencia ¡lo sé muy bien!, la poesía es la lengua de los profetas marginados…y ¡aquello soy yo!, el que se emociona de insignificancias, el que se ha dado cuenta que el amor es como una mujer…son nuestra mayor virtud y tragedia!!..por lo tanto ¿puedo evitar enloquecer?
¡las pasiones dominan mi mente! mis pensamientos , ¡son solo el fracaso de un sentir!
Y como puede ver…!soy alcohólico y loco! , pero, le pregunto a la vez, el no fumar o el no beber
¿le dará más vida de la que ya tiene destinada?
-¡quizás no! Pero, sí aumentará la calidad de mis días
¡está bien le respondí!, luego de su brusca interrupción
Pero, insisto doctor…no serán los vicios ¿un suicidio inteligente?
Y respecto a la locura, no será aquel estado de ¿inteligencia incomprendida?
Es cosa de Observar la vanidad humana para darse cuenta, que para todo hombre le es más fácil
Juzgar a otro de loco…que de genio
…me quedó mirando, su ser temblaba, suspendido entre la nubosidad de la razón
Tratando de canalizar aquellas palabras ¡que sé muy bien! Desintegraron los ideales de toda su falsa y aburrida existencia…! Y como para hacer temblar aquel húmedo silencio!, le pregunté
¿ Doctor, Ud sabe leer?
Y él, golpeando con indignación la mesa, se levantó (como para defender sus conocimientos)
Y con voz alta me dijo…-¡Es obvio que sé leer!, jamás me hubiera recibido de médico, si no dominara aquella técnica tan básica como la lectura…y además, pasé por uno de los mejores Colegios de chile, el famoso Salesianos de Alameda, cuyo establecimiento, no ingresa ni egresa cualquiera…!acaso crees! ¿Qué soy ignorante?
-No se altere Doctor, no fue mi idea ofenderlo, pero, me parece increíble, como todos los idiotas que pasan por la Universidad, les duela tanto revelar su ignorancia, en cambio los artistas dependemos de ella…ya que a mi juicio, la Sabiduría no consiste en ignorar…y respecto a la pregunta, por la cual Ud se molestó…con sinceridad, creo que UD no sabe leer…ya que está tan engañado como la mayoría de los que se creen cultos, al pensar equívocamente que el saber leer, es aquella capacidad de descifrar los signos arrojados sobre un papel…!no se da cuenta!
UDs son más cuadrado que un inútil computador…!el leer para mi!, va mucho más allá que un mediocre descifrar, consiste en la comprensión ¡ya sea duda o aceptación! De las ideas que yacen reprimidas en ¡tan matemáticos signos! , es aceptar por Ejemplo…Que la sombra es tiempo tangible de aquel cuerpo por el cual existe ó si lo miramos de otra forma, Ud mismo que es Doctor
¿nunca ha dudado de la muerte? Lo que quiero decir, a UD le da lo mismo ver morir a un anciano ó a un niño?, a veces creo, que la muerte es la ausencia del pensar, nada existe sin razón y es ¡por esta razón que sé!, que lo que muere primero, es la esencia…mucho más que un simple y alarmante ciclo biológico. Por ejemplo, si un niño muere, no es por la ingratitud de un macabro destino, si no, a mi juicio, es simple, el metabolismo de su alma se ha acelerado, por lo cual ha envejecido!, y como un acto de inercia, el espacio y el tiempo, buscan las circunstancias precisas para su deceso…debo, confesar, que me molesta mucho, que todos crean, solo en lo que ven sus ojos, ignorando, que son precisamente ¡ellos!, el espejo más traidor y que no son más que un vehículo de nuestra distorsionada realidad…a veces creo, que nada existe, que es la misma necesidad del ser, la que lleva a que nuestra integridad conviva con un alrededor de ficción e invente, realidades que necesitamos observar
…Y con la más violenta desfragmentación de mi diálogo, el médico me dijo –y que pasa ¿con los que se matan? , le respondí, es simple, no fueron capaces de controlar el equilibrio entre esencia y espacio, sin duda, que el suicidio, puede tener diferentes interpretaciones…!fíjese doctor!
Para Goethe, era justificable, por ser una rebelión del alma, para los religiosos, no tiene perdón de Dios, por otro lado, los parasicólogos mencionan que ya el matarse, es un castigo, ya que aquella alma, se queda en el lugar donde pusieron fin a sus días, por ser un hecho brusco y traumante, a veces me pongo a pensar, y creo que la respuesta tiene algo de estas tres: El suicidio, es fruto de la soberbia del alma, por lo cual, si una persona, tiene destinada 60 años de vida y producto de sus desventuras, se mata a los 20, ¿sabe cuál es su castigo? , su castigo, será seguir en la tierra, pero, como un alma perdida, ya que suicidar la carne, sólo nos hace intangible, la vida doctor, es mucho más que un trozo de materia…¿se imagina el dolor de esa alma?...¿no ser visto? Seguir expuesto al dolor…!seguir amando!, todo esto me hace llegar a una conclusión, a mi juicio, los Psiquiatras deberían tener estudios de parasicología y ¡le aseguro!, que se llevarían…!grandes sorpresas!
…ya más calmado el facultativo, volvió a ser dueño de si mismo, no me interesa que me haya creído, lo que si sé, es que más de una duda le engendré
Observo, como busca pensativo, en su escritorio un lápiz y al encontrarlo, me da la siguiente receta:
2 Ampollas de inhumanidad inyectable (cada 12 horas)
1 frasco de amnesia (2 cápsulas de olvido cada tres horas)
Un inhalador, del cual debo inhalar una sustancia cuya mezcla es de egoísmo y brutalidad (cada 6 horas)
Según él, estas coagularían mis lagrimas …y me dije a mi mismo, (como se contradice!!, quiere alejarme de mis depresiones, olvidando, que las personas más indiferentes al dolor, son las que más sufren de estas)
También, me dio un tratamiento de urgencia, parece que no me encontró muy bien
Me llevaron a una sala con murallas altas, repugnadas, con ese maldito olor a Hospital
Llegó una enfermera, pálida de aspecto fúnebre y mientras preparaba una jeringa, con una solución que el mismo médico había indicado, observé en el surco de sus pechos un agujero!!!
Y escalofriantemente me di cuenta, que no tenia corazón…ella me miró y observando mi impresión, me dijo “para aplicar los conocimientos de la medicina, el corazón se deja en casa” y mientras me inyectaba en los ríos de mis venas, pensé (quizás sea verdad, para pensar no hay que sentir, como para sentir no hay que pensar) ¡ese es mi problema!
Siempre mesclo las dos cosas…
Luego la enfermera me dijo, que sentiría un poco de frio, pero, que era normal, ya que me estaba administrando suero anti-emocional al 70% debido a la avanzada deshidratación de mi alma…y sin decir nada más me miró y pude notar, como sus ojos gesticulaban los signos de una falsa piedad…y con esa misma hipocresía, se retiró dejándome solo.
Recuerdo, que se bloquearon mis ojos y mi sudor era cada vez mayor, todo futuro parece ser, el deseo de un presente incontrolable y aquel futuro que soñé ¡con victorias de poemas desgraciados!, ¡compuestos por versos infames! Se desvanecían, bajo la convicción de un pensar pretérito…
Y ¡cómo se engañaba el alma! Al aceptar, que amé más que a nadie la poesía e ¡incluso! Más que a mi propia vida, ella lo era todo ¡el mayor tesoro que puede tener un melancólico soñador!
¡Si!...la poesía, la más ramera ¡bastarda!...!maldita!, ¡maldita ramera bastarda! Ramera, porque se entrega a todos, sin recordar que es ¡solo mía! Y bastarda, por la hipócrita fuerza de la palabra, esa misma que nace de los hombres por el pensamiento indescifrable, ni siquiera nosotros los poetas
Podemos sentenciar sobre un papel, la condición del pensamiento puro, hipotéticamente creo, que esto se debe, al simple hecho de que la razón es interrumpida por un sentimiento, quizás siquiátricamente, un sabio equilibrio, pero, en fin, esto hace que no podamos reflejar lo que realmente pensamos, pero que estúpido ¿a quién le importa? ¡Aquí estoy postrado en una cama y aún no logran calmar las penas que nadan sobre mi alma, las siento cada vez más intensas, como una madre siente a su hijo en el vientre, presiento que desean salir, quizás para perpetuarse a traves de mi literatura trágica, es decir un poema, pero, para que viva el verso ¿es necesario que muera el poeta? No se en realidad, la eternidad es el tiempo que enjuicia e inquieta.
•       Inevitablemente, caen mis ojos bajo el peso del ser, siento mi cuerpo ligero, desprendido de virtudes y desgracias, la soledad ya abarcado la materia, la esperanza se humilla ante lo desconocido, siempre estuve convencido, de que, todo lo que existe, es por la experiencia de la ausencia, nada es por exceso, por ejemplo, el frio es la ausencia del calor, el amor es la ausencia del olvido, de lo cual puedo concluir, que la felicidad, no es más que la pena olvidada.
•       Naci por necesidad propia, crecí sobre un laberinto intelectual, maduro la carne, pero, jamás la razón y envejecí por comprender mis conflictos infernales. Todo se acaba alma mia, ahora he perdido mi libertad, pero ¿qué es libertad? Para mi es la capacidad de hacer que nuestros segundo rijan la materia, según el más profundo de nuestros juicios…en realidad, no sé, como tampoco sé, como controlar esta absurda condición mental, del no aceptar como un mueble, los malabares de un destino caprichoso, si no más bien, el tratar de comprender el todo del todo según mis propias conclusiones y no la de otros.
•       De apoco las fuerzas se han desterrado de mi voluntad, la mujer que amé se ha ausentado del todo, apocalíptica se me hace la memoria, al recordar que todo lo que amé, pude creer o dudar, se ha vuelto contra mi, lamentablemente, no existe un tiempo retrospectivo, más fuerte que el momento ¡todo es tan absurdo! Tan absurdo, como el recordar lo que hemos vivido, olvidando…por lo que hemos muerto…”


¿ Te gustó este poema? Compártelo:

«« Clic para Regresar atrás | Enviar poema a un(a) amigo(a)...