Marchar
Poema publicado el 12 de Mayo de 2014
Pronto llegará la noche;
amanecerá
como amanece siempre
y yo cansado
de amanecer en este planeta.
Mis sueños escalaron;
están en las estrellas,
en nuestra galaxia
La Vía Láctea
porque no quiero
ir tan lejos.
Soy quizás
de los que empezaron aquí
y por eso
quiero ir agradecido
conforme me aleje
de este planeta cielo-infierno.
No tomaré veneno
ni abriré mis venas;
pediré paciencia
después de todo
la vejez a quien
tanto temía en mi niñez
llegó y avanza.
Creí en la felicidad
aunque momentánea
cuando tenía salud,
fuerzas y esperanzas
pero leer los diarios
me ha llenado
de realidad y cansancio
y si no los leyera
sería evasor de realidades.
Aquí en este planeta
no se puede huir
a ningún lado,
donde se vaya
hay violencia
y verdades-mentiras.
Hay tantos lugares
a donde marchar, por ejemplo
al norte
Las Osas Menor y Mayor,
al sur Alfa Centaura...
en la linea del Sol
a las ciudades de Orión.
Viviré en casas de luz,
mi ropa y mi comida
se harán solo con pensarlas.
Quizás vuelva
como buena sombra,
como buen fantasma
a ver si todavía
algún niño
vuela barriletes
y le envía
telegramas al Sol.
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Poema publicado el 12 de Mayo de 2014
Pronto llegará la noche;
amanecerá
como amanece siempre
y yo cansado
de amanecer en este planeta.
Mis sueños escalaron;
están en las estrellas,
en nuestra galaxia
La Vía Láctea
porque no quiero
ir tan lejos.
Soy quizás
de los que empezaron aquí
y por eso
quiero ir agradecido
conforme me aleje
de este planeta cielo-infierno.
No tomaré veneno
ni abriré mis venas;
pediré paciencia
después de todo
la vejez a quien
tanto temía en mi niñez
llegó y avanza.
Creí en la felicidad
aunque momentánea
cuando tenía salud,
fuerzas y esperanzas
pero leer los diarios
me ha llenado
de realidad y cansancio
y si no los leyera
sería evasor de realidades.
Aquí en este planeta
no se puede huir
a ningún lado,
donde se vaya
hay violencia
y verdades-mentiras.
Hay tantos lugares
a donde marchar, por ejemplo
al norte
Las Osas Menor y Mayor,
al sur Alfa Centaura...
en la linea del Sol
a las ciudades de Orión.
Viviré en casas de luz,
mi ropa y mi comida
se harán solo con pensarlas.
Quizás vuelva
como buena sombra,
como buen fantasma
a ver si todavía
algún niño
vuela barriletes
y le envía
telegramas al Sol.
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