Qué mundo habita.
Poema publicado el 21 de Diciembre de 2010
Murmura y no se forman ecos,
grita y se enmudecen las montañas que resonaban hasta con el trinar de los jilgueros,
habla pausadamente y su sombra ni siquiera se detiene a escucharlo;
está vivo es cierto,
le duelen las manos y a veces las piernas, hace compras en los supermercados;
pero nada ni nadie le contesta a sus preguntas ni a sus sentencias.
Los habitantes y la naturaleza no lo oyen; sin embargo, su lenguaje y su voz son como los de cualquiera.
También sus oídos escuchan canciones, el ruido de la ciudad y los sonidos del viento.
No está soñando ni es un sonámbulo, no practica el arte de la imaginación.
Es común y corriente, tal cual se ven todos en una muchedumbre.
Es que la vida, esa ciénaga sin sustancia, depara olvido a los que pretenden.
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Poema publicado el 21 de Diciembre de 2010
Murmura y no se forman ecos,
grita y se enmudecen las montañas que resonaban hasta con el trinar de los jilgueros,
habla pausadamente y su sombra ni siquiera se detiene a escucharlo;
está vivo es cierto,
le duelen las manos y a veces las piernas, hace compras en los supermercados;
pero nada ni nadie le contesta a sus preguntas ni a sus sentencias.
Los habitantes y la naturaleza no lo oyen; sin embargo, su lenguaje y su voz son como los de cualquiera.
También sus oídos escuchan canciones, el ruido de la ciudad y los sonidos del viento.
No está soñando ni es un sonámbulo, no practica el arte de la imaginación.
Es común y corriente, tal cual se ven todos en una muchedumbre.
Es que la vida, esa ciénaga sin sustancia, depara olvido a los que pretenden.
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