Cobardía que hiere
Poema publicado el 18 de Marzo de 2024
COBARDÍA QUE HIERE
Ella era un libre pájaro,
sin carga de ser ni pena
sin cadenas que le atasen
sin amores que le hirieran.
fue poeta en el silencio,
nadie leyó sus poemas,
ni aquel verso constante
que compuso en la tristeza.
Nadie sabe que anoche
sintió el dolor de la pena
por ocultar sus amores
¡Por una vez fue sincera!
El corazón ya le arde,
que fue la noche más negra;
no habrá de encontrar consuelo
y el recuerdo la condena.
Hay una lápida fría
donde durmiendo una estrella
nacen gritos de silencio
que le atacan como fiera;
hoy la poesía ocultada,
hoy es poesía despierta
y maldice la locura
de ocultar su vida entera.
Nunca se atrevió a decirle
que le amaba con locura
y fue rompiendo sus versos
navegando entre la duda.
Hoy su lágrima contiene
la negrura de una gruta
donde muere la esperanza
de forma triste y brusca.
—Qué cobarde fui antaño,
rompí mi vida en vida
por no decirle, ¡te quiero!
en profunda cobardía.
Quién sabe si tú pensabas...
quien sabe si tú sentias...
quién sabe si tú también
viviste tras la cortina.
Hoy no romperé mis versos
aunque leerlos no puedas,
te los leeré despacio
para que sientas mi pena,
sepas de mi cobardía,
que nunca te fui sincera,
que debió de parecerte
este corazón de piedra.
Que sepas que aún te quiero,
que me muerde la conciencia,
que quiero que sigas vivo
donde nacen las estrellas.
—Si amas y te callas,
si el silencio te puede,
tal vez sea tu alma
quien a ti no te entiende.
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Poema publicado el 18 de Marzo de 2024
COBARDÍA QUE HIERE
Ella era un libre pájaro,
sin carga de ser ni pena
sin cadenas que le atasen
sin amores que le hirieran.
fue poeta en el silencio,
nadie leyó sus poemas,
ni aquel verso constante
que compuso en la tristeza.
Nadie sabe que anoche
sintió el dolor de la pena
por ocultar sus amores
¡Por una vez fue sincera!
El corazón ya le arde,
que fue la noche más negra;
no habrá de encontrar consuelo
y el recuerdo la condena.
Hay una lápida fría
donde durmiendo una estrella
nacen gritos de silencio
que le atacan como fiera;
hoy la poesía ocultada,
hoy es poesía despierta
y maldice la locura
de ocultar su vida entera.
Nunca se atrevió a decirle
que le amaba con locura
y fue rompiendo sus versos
navegando entre la duda.
Hoy su lágrima contiene
la negrura de una gruta
donde muere la esperanza
de forma triste y brusca.
—Qué cobarde fui antaño,
rompí mi vida en vida
por no decirle, ¡te quiero!
en profunda cobardía.
Quién sabe si tú pensabas...
quien sabe si tú sentias...
quién sabe si tú también
viviste tras la cortina.
Hoy no romperé mis versos
aunque leerlos no puedas,
te los leeré despacio
para que sientas mi pena,
sepas de mi cobardía,
que nunca te fui sincera,
que debió de parecerte
este corazón de piedra.
Que sepas que aún te quiero,
que me muerde la conciencia,
que quiero que sigas vivo
donde nacen las estrellas.
—Si amas y te callas,
si el silencio te puede,
tal vez sea tu alma
quien a ti no te entiende.
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