Corazones de barro
Poema publicado el 08 de Octubre de 2021
CORAZONES DE BARRO
Qué es el amor, me pregunto
mientras recuerdo esta historia,
la que muy pocos conocen,
la que al recordar me ahoga;
es la historia más bonita,
es la historia más hermosa,
la más cruel y la más triste,
la que ríe y la que llora;
tiene corazones dulces,
un renacer en la aurora,
un reencuentro sin abrazo
y una triste alma rota.
Dos amantes, dos caminos,
una flecha cautelosa,
una poesía sin dueño
y una maldita farola.
Nacieron en una aldea,
se criaron en el campo
y transcurrieron sus vidas
siempre juntos y enlazados;
una niña tierna y bella,
mas forjándose el fracaso,
un futuro cruel y fiero
que el destino fue marcando.
Desde niño lo sabía
desde un corazón de barro,
lo notaba en sus entrañas,
siempre estuvo enamorado.
Catorce años, ¡recuerdos!,
se le humedecen los párpados
y maldice a quien escribe
nuestra vida y nuestros actos.
A la luz de una farola
hoy la ha visto en la calle,
—¿por qué dejé que se fuera?,
y le fue hirviendo la sangre.
Escondido entre su ego,
convertido en miserable,
a abordarla no se atreve
y sigue siendo un cobarde.
A lo lejos la guitarra
convertida en eco tañe,
canta las notas más tristes
que se incrustan en el aire;
él se aleja en la noche
sin que el corazón le hable,
que prefiere su recuerdo
a tener que despertarse.
Por el rabillo del ojo
y a la luz de aquella esquina,
va viendo cómo se aleja,
¡otro palo de la vida!
Saca el espejo del bolso
y provocando se pinta,
que dos lágrimas ya huérfanas,
¡ay!, recorren sus mejillas;
le recuerdan la promesa
que se hicieron aquel día,
cuando a los catorce años
regalaba su sonrisa.
Ya no le encuentra sentido
al pasado que la esquiva,
olvidar los sentimientos
es lo que ahora necesita.
El llorando se ha alejado,
ella llora su desidia,
así los dos van llorando
y el amor se ha hecho trizas.
Así se acaba esta historia
que fue fruto del capricho,
que por no tener constancia
fue tan solo un espejismo.
El amor es ser hambriento,
es a veces como un niño
que disfruta su juguete
como algo prohibido;
Pero nada es el amor
si no es algo infinito,
si no escuchas de sus cuerdas
el más hermoso sonido.
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Poema publicado el 08 de Octubre de 2021
CORAZONES DE BARRO
Qué es el amor, me pregunto
mientras recuerdo esta historia,
la que muy pocos conocen,
la que al recordar me ahoga;
es la historia más bonita,
es la historia más hermosa,
la más cruel y la más triste,
la que ríe y la que llora;
tiene corazones dulces,
un renacer en la aurora,
un reencuentro sin abrazo
y una triste alma rota.
Dos amantes, dos caminos,
una flecha cautelosa,
una poesía sin dueño
y una maldita farola.
Nacieron en una aldea,
se criaron en el campo
y transcurrieron sus vidas
siempre juntos y enlazados;
una niña tierna y bella,
mas forjándose el fracaso,
un futuro cruel y fiero
que el destino fue marcando.
Desde niño lo sabía
desde un corazón de barro,
lo notaba en sus entrañas,
siempre estuvo enamorado.
Catorce años, ¡recuerdos!,
se le humedecen los párpados
y maldice a quien escribe
nuestra vida y nuestros actos.
A la luz de una farola
hoy la ha visto en la calle,
—¿por qué dejé que se fuera?,
y le fue hirviendo la sangre.
Escondido entre su ego,
convertido en miserable,
a abordarla no se atreve
y sigue siendo un cobarde.
A lo lejos la guitarra
convertida en eco tañe,
canta las notas más tristes
que se incrustan en el aire;
él se aleja en la noche
sin que el corazón le hable,
que prefiere su recuerdo
a tener que despertarse.
Por el rabillo del ojo
y a la luz de aquella esquina,
va viendo cómo se aleja,
¡otro palo de la vida!
Saca el espejo del bolso
y provocando se pinta,
que dos lágrimas ya huérfanas,
¡ay!, recorren sus mejillas;
le recuerdan la promesa
que se hicieron aquel día,
cuando a los catorce años
regalaba su sonrisa.
Ya no le encuentra sentido
al pasado que la esquiva,
olvidar los sentimientos
es lo que ahora necesita.
El llorando se ha alejado,
ella llora su desidia,
así los dos van llorando
y el amor se ha hecho trizas.
Así se acaba esta historia
que fue fruto del capricho,
que por no tener constancia
fue tan solo un espejismo.
El amor es ser hambriento,
es a veces como un niño
que disfruta su juguete
como algo prohibido;
Pero nada es el amor
si no es algo infinito,
si no escuchas de sus cuerdas
el más hermoso sonido.
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