En ella nos regocijamos
Poema publicado el 22 de Febrero de 2013
Ay pena....
¿Por qué vienes hoy a visitarme?
¿Por qué estás aquí conmigo?
¿No ves que estoy tranquila, que tu presencia me perturba?
Que me anulas el alma, que me vuelve el desasosiego,
que se me oprime el pecho, que me ahogo... que me ahogo!
Vete que me haces daño, que recordarte no quiero,
y aunque olvidarte no puedo, tu presencia me destruye.
En vano te hablo, lo sé; que cuándo decides venir,
aunque sin ser llamada sea, te arrinconas ahí,
en ese trocito tuyo de mi pobre corazón,
en este espacio entero, de mi toda, que soy yo.
Cuán necios somos los humanos,
mucho más de lo que reconocemos,
que echamos afuera las penas,
y en ellas nos regocijamos...
Más hoy no te llamé, hoy no quise que vinieras,
que tan sólo hablaba..., tan sólo comentaba,
por encima y sin detalles, que hablar de ello no quiero,
y sin llamarte viniste, viniste a visitarme....
Sé que echarte no puedo, que cuándo decides venir,
lo haces a lo grande, y hasta festejarlo debes,
por cómo queda mi alma, por cómo quedo yo entera,
que me destrozas no sólo por dentro, sino también por fuera.
Pero ya que has venido, entra, entra y cierra la puerta,
ponte cómoda, tu casa es ésta, haz cuánto desees,
estate el tiempo que te plazca, sal y entra si prefieres,
pero por lo que más quieras te pido, que no destroces la morada.
Déjala como la encuentras, toda limpia y ordenada,
ni un arañazo le rasgues, a mi alma sosegada,
que ya contigo aprendió a vivir, que ya hasta te habla,
Y cuándo decidas irte, hazlo en silencio, al igual que tu venida,
vete callada, y quédate tranquila, que yo sé que poco a poco.
sabré recomponerme de tu visita inesperada, como lo hago siempre,
a solas con mis pensamientos, a solas con tu ausencia.
©Marisol^
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Poema publicado el 22 de Febrero de 2013
Ay pena....
¿Por qué vienes hoy a visitarme?
¿Por qué estás aquí conmigo?
¿No ves que estoy tranquila, que tu presencia me perturba?
Que me anulas el alma, que me vuelve el desasosiego,
que se me oprime el pecho, que me ahogo... que me ahogo!
Vete que me haces daño, que recordarte no quiero,
y aunque olvidarte no puedo, tu presencia me destruye.
En vano te hablo, lo sé; que cuándo decides venir,
aunque sin ser llamada sea, te arrinconas ahí,
en ese trocito tuyo de mi pobre corazón,
en este espacio entero, de mi toda, que soy yo.
Cuán necios somos los humanos,
mucho más de lo que reconocemos,
que echamos afuera las penas,
y en ellas nos regocijamos...
Más hoy no te llamé, hoy no quise que vinieras,
que tan sólo hablaba..., tan sólo comentaba,
por encima y sin detalles, que hablar de ello no quiero,
y sin llamarte viniste, viniste a visitarme....
Sé que echarte no puedo, que cuándo decides venir,
lo haces a lo grande, y hasta festejarlo debes,
por cómo queda mi alma, por cómo quedo yo entera,
que me destrozas no sólo por dentro, sino también por fuera.
Pero ya que has venido, entra, entra y cierra la puerta,
ponte cómoda, tu casa es ésta, haz cuánto desees,
estate el tiempo que te plazca, sal y entra si prefieres,
pero por lo que más quieras te pido, que no destroces la morada.
Déjala como la encuentras, toda limpia y ordenada,
ni un arañazo le rasgues, a mi alma sosegada,
que ya contigo aprendió a vivir, que ya hasta te habla,
Y cuándo decidas irte, hazlo en silencio, al igual que tu venida,
vete callada, y quédate tranquila, que yo sé que poco a poco.
sabré recomponerme de tu visita inesperada, como lo hago siempre,
a solas con mis pensamientos, a solas con tu ausencia.
©Marisol^
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