Razones
Poema publicado el 01 de Junio de 2009
En este momento no logro recordar un momento en el que no me hayas jurado amor eterno, en las buenas y en las malas, en este instante no logro traer a mi mente una imagen nuestra sufriendo las miserias humanas; sólo recuerdo tu mirada, tu sonrisa, tus labios, tus caricias; todo y mucho más.
Cómo no traer a mi mente ese reflejo de idolatría que me hizo tanto bien y tanto mal, cómo perdonarle al tiempo que me halla arrancado la oportunidad de seguir diciéndote te necesito; sólo logro recordar esos momentos pues mientras más trato de buscar respuestas más incógnitas se avalanchan sobre mí, esas que turbian mi mirada y me hacen perder la razón (…)
Cómo ser capaz de decir adiós si aún mis labios disfrutan del sabor de tus besos; cómo buscar otro aroma si aún mis sábanas estrujadas desprenden tu esencia corporal, cómo negar tanto y mucho más.
Aceptar esto que me pides sería como dejar de creer que algún día regresarás con tu dulce sonrisa y lanzar a un abismo todas las noches en las que te hacía el amor; sería olvidar que tus labios me deseaban, que tu cuerpo me aclamaba, que tus ojos me seguían, que tu alma me guiaba en cada paso, que eres a la que mis lágrimas bañaban en cada día de melancolía, en cada período de lejanía, en cada momento en el que pensé que esto sucedería.
Exhórtame, oblígame, convídame; haz lo que te indique el fastuoso motivo, que yo no cesaré de amarte; porque sé, rotundamente, que tú sientes lo mismo.
Poema publicado el 01 de Junio de 2009
En este momento no logro recordar un momento en el que no me hayas jurado amor eterno, en las buenas y en las malas, en este instante no logro traer a mi mente una imagen nuestra sufriendo las miserias humanas; sólo recuerdo tu mirada, tu sonrisa, tus labios, tus caricias; todo y mucho más.
Cómo no traer a mi mente ese reflejo de idolatría que me hizo tanto bien y tanto mal, cómo perdonarle al tiempo que me halla arrancado la oportunidad de seguir diciéndote te necesito; sólo logro recordar esos momentos pues mientras más trato de buscar respuestas más incógnitas se avalanchan sobre mí, esas que turbian mi mirada y me hacen perder la razón (…)
Cómo ser capaz de decir adiós si aún mis labios disfrutan del sabor de tus besos; cómo buscar otro aroma si aún mis sábanas estrujadas desprenden tu esencia corporal, cómo negar tanto y mucho más.
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